Los universitarios sin universidad

Baeza Álzaga, Joaquín

Nació en Guadalajara, Jalisco, el 10 de marzo de 1862. Fueron sus padres los señores Joaquín Baeza y Ramona Álzaga. Su padre era comerciante de granos en el Mercado Corona.

En el Asilo de San Vicente de Paul inició su instrucción primaria y la concluyó con el profesor Ignacio Salazar. Luego en el Seminario Conciliar de San José cursó los estudios de preparatoria.

En la Escuela de Medicina de Guadalajara realizó su carrera profesional, y el 23 de agosto de 1893 recibió su título de médico.

Fue nombrado médico de la Compañía Industrial de Guadalajara, por lo que visitaba semanalmente las fábricas de La Escoba, Río Blanco y La Experiencia.

Durante la gestión gubernamental de Luis del Carmen Curiel, fundó en sus propiedades un pequeño laboratorio para producir con fines estrictamente asistenciales la linfa antivariolosa en las terneras, con la técnica de Jenner, pues entonces sostener la vacuna que era pasada de brazo a brazo era caro y molesto, y por ello no se tenía la suficiente cobertura entre la población. Se convirtió así en uno de los pioneros de las actuales campañas masivas de vacunación. Además influyó en el Ayuntamiento de Guadalajara para que se hiciera obligatoria la aplicación de la vacuna.

En 1897, al fundarse el Servicio Médico Municipal, fue uno de sus primeros elementos, dedicándose a la práctica de la medicina social. En enero de 1900, en unión con otros médicos, fundó la Sociedad Médico-Farmacéutica de Guadalajara, que más tarde se transformó en la Asociación Médica de Jalisco.

Por cuatro años fue miembro de la Junta de Vigilancia de la Penitenciaría del Estado, y como tal formuló un dictamen que pedía la construcción de una nueva. También fue regidor del Ayuntamiento de Guadalajara.

De 1910 a 1915 impartió la cátedra de Patología Infantil en la Escuela de Medicina de Guadalajara y en el Hospital Civil.

Su apoyo fue decisivo para que la madre María Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco fundara el Hospital de la Santísima Trinidad de Guadalajara, del cual fue director por varios años y en el que estableció una clínica especial para niños.

Con motivo de la celebración del centenario de la iniciación de la independencia nacional, fundó el establecimiento “La Piedad”, que fue la primera tentativa de protección organizada a la infancia de Jalisco.

En 1910 fundó el primer dispensario para la atención de niños pobres que hubo en el país, denominado “La gota de leche”, cuyo lema fue “El progreso de la patria se prepara en la cuna de los niños”. La institución era similar a la fundada en Fécamp, Francia, por el doctor León Defour en 1894. Se daban consultas, medicinas, leche y otros alimentos en forma gratuita, anticipándose así a las instituciones asistenciales del gobierno, tales como el Desarrollo Integral de la Familia, los desayunos escolares, entre otras.

En 1904 publicó las Notas sobre la difteria, que dedicó “Al sabio maestro doctor Fortunato Arce”. En 1912 publicó su estudio La vacuna contra la viruela. Cartilla. En 1917 fundó la revista Guadalajara, como órgano propagandístico de “La gota de leche”. En 1918 publicó el Proyecto de ley para la protección en México a los niños en su primera infancia, trabajo que presentó en el v Congreso Médico Nacional. Otras de sus publicaciones fueron: Higiene social. La gota de leche y los consultorios para niños de pecho y La influenza.

En enero de 1921 presentó ante la Sociedad Mexicana de Pediatría en la Ciudad de México la conferencia “La alimentación del recién nacido”, la cual fue publicada como folleto.

En 1922 obtuvo del gobierno del estado de Jalisco la fundación del Instituto Vacunógeno, del cual fue nombrado su primer director, sacrificando su propio laboratorio para lograr extender el uso de la vacuna a todo el estado.

Fue presidente de la Cruz Blanca Neutral, atendiendo la sección de cirugía del Hospital Militar.

En 1932 abrió un dispensario gratuito, en un local establecido frente al jardín de San José de Gracia. En 1933 fue electo presidente de la Sociedad Mutualista Médico-Farmacéutica de Guadalajara, y con tal carácter promovió la donación de un busto del doctor Valentín Gómez Farías al Instituto de Ciencias de la Universidad Autónoma de México. También promovió un monumento al científico Luis Pasteur, en ocasión del centenario de su nacimiento, y costeó una placa de mármol con el decreto de abolición de la esclavitud del cura Miguel Hidalgo, que se colocó en el Palacio de Gobierno.

En unión con otros médicos, en 1940 fundó la Sociedad Jalisciense de Pediatría, de la cual fue presidente y secretario con carácter de perpetuo.

Fue articulista en el Diario de Jalisco; en 1905 editó el Boletín de Higiene y de Policía Sanitaria (1918-1921); y en 1940 editó la revista Salubridad y Asistencia en Jalisco; escribió una biografía del doctor Pablo Gutiérrez y planeaba una historia de la medicina en Guadalajara, para lo cual recabó información en los archivos de los antiguos hospitales, pero ya no tuvo tiempo de llevar adelante su proyecto, pues falleció en Chapala, Jalisco, el 18 de septiembre de 1949.

Con la iniciativa del doctor Juan Ignacio Menchaca, una calle de Guadalajara lleva su nombre; y con la presencia de la esposa del presidente de la república, Eva Sámano de López Mateos, se le dedicó un busto en bronce, que se colocó frente las instalaciones de los Servicios Coordinados de Salud del Estado de Jalisco.

Juicios y testimonios

Horacio Padilla Muñoz et al.: “Se le conocía en ese tiempo como ‘El Apóstol de la Vacuna’”.