Desarrollo histórico (1847-1853)[^1]

Claustro de Doctores del 21 de febrero de 1848

Presidido por el rector y con la asistencia de ocho doctores. Se trató sobre la visita hecha por el rector, el doctor Pablo Gutiérrez y el secretario Alcocer a la cátedra de Patología y Clínica Interna. Y cuestionado el doctor José Antonio López sobre qué materia estaba explicando actualmente, a lo que contestó que todavía estaba en los preliminares. Que con respecto a la clínica, cuestionados los estudiantes sobre cuántas historias habían recogido en ella y en qué enfermedades, contestaron que sólo una historia tenían de un enfermo de fiebre.

Además se informó que en los años anteriores no enseñó el citado catedrático más que el ramo de fiebre y que las faltas a la cátedra fueron frecuentes. Ante la gravedad del caso en perjuicio de los cursantes, dado que no se les enseñaba más que los aforismos de Hipócrates y algunos pasajes del texto de Boerhaave y muchas veces ni eso, si no que se pasaba el tiempo en conversaciones que ninguna relación tenían con la cátedra, que se les gravaba pidiéndoles dinero, que se les ponía difícil sino lo facilitaban, o porque no sabían los aforismos o las declinaciones de un nombre, habiendo sucedido ya que a algunos cursantes se les negaba el certificado de fin de año porque no habían aprendido los referidos aforismos, o porque no sabían latín, que por tales motivos la mayor parte de los estudiantes habían desertado y que sólo concurrían a la Universidad cuatro o cinco veces y al Hospital de Belén una o dos. Y finalmente se dijo que de lo referido se les daba a los jóvenes ejemplo de inmoralidad.

Se preguntó luego qué prevenían en tal caso las constituciones, a lo que se respondió que nada. Por lo que se acordó no levantar informaciones, ya que los estudiantes nada dicen por temor y prefieren desertar de las cátedras desesperados de que no se ponga remedio. Se acordó oír en descargo al doctor López y se propuso: “Se suspende sin sueldo al señor López del ejercicio de su cátedra”, lo cual se aprobó por todos, menos un voto.

Se concluyó tratando la reforma a la constitución 41, que exigía celebrar Claustro Pleno con la asistencia mínima de diez doctores, y dadas las muchas ocupaciones de los doctores se aprobó por unanimidad: “Pasada media hora a la señalada por cédula de citación, puede celebrarse el Claustro Pleno con cinco señores doctores, exceptuándose solamente el Claustro para la elección del rector”.