Desarrollo histórico (1847-1853)[^1]
Claustro de Doctores del 30 de julio de 1850
Presidido por el rector y con la asistencia de siete doctores. Se dio cuenta de un oficio del Supremo Gobierno del Estado, previniendo que se desalojara el local que la Universidad ocupaba en el Colegio de San Juan Bautista, por estar éste destinado para el Liceo del Estado. Y se acordó por unanimidad de votos que se obsequiara esta prevención y que al comunicar al mismo gobierno la desocupación, se le indicara que respetuosamente la Universidad hiciera presente por las vías legales el derecho que le asistía, respecto del edificio que el rey le donó. Enseguida se admitió el ofrecimiento que hizo el reverendo padre Isidro Gazcón de su Convento de Nuestra Señora de la Merced, para que ahí se trasladara la Universidad.
Finalmente el señor rector propuso que el Muy Ilustre Claustro felicitara a su santidad Pío IX, por haber sido restituido a la cátedra y trono pontificio en Roma, y se nombró para redactar la felicitación a los doctores Juan Nepomuceno Camacho y Crispiniano del Castillo.
Así, la Universidad se vio obligada a dejar las instalaciones del antiguo Colegio de San Juan Bautista, y se continuaron las sesiones de los Claustros y las demás ceremonias protocolarias y académicas en el Templo de la Universidad y en la Capilla de Nuestra Señora de Loreto. Y el 1° de noviembre reanudó la lectura de las cátedras, en las instalaciones del Convento de Nuestra Señora de la Merced.