Desarrollo histórico (1791-1821)
Claustro de Doctores del 8 de agosto de 1817
Presidido por el rector y con la asistencia de 21 doctores. Prestó juramento el maestro José Antonio Pacheco Leal, por ser la primera vez que asiste. Se recibió y aprobó la solicitud del presbítero Bernardo Amati para imprimir y sustentar acto mayor de Jurisprudencia. Se dio cuenta y se mandó imprimir un oficio del excelentísimo señor secretario del Reino del 21 de octubre de 1816, declarando que los estudiantes de estos reinos pueden ir a optar por las seis becas de honor, que nuevamente se ha servido establecer en sus Colegios de Salamanca, Alcalá y Valladolid.
Se dio luego lectura a un oficio del vicepatrono real general José de la Cruz, para que se nombrara una diputación de esta Real Universidad, para que concurra a Palacio para celebrar una junta sobre arbitrios de los gastos del erario. Se eligió para integrarla a los doctores Diego Aranda y José Domingo Sánchez como titulares, y al doctor Pedro Vélez como suplente.
Se dio también cuenta de un oficio del doctor José Cesáreo de la Rosa, quien traía 150 ejemplares de las Constituciones de la Real Universidad literaria de Guadalajara que trajo desde Madrid el doctor Miguel Gordoa. Se acordó que en coordinación con el vicepatrono real, se organizara la publicación y la jura de las constituciones, eligiéndose para entrevistarse con el funcionario y para tratar lo conducente a los señores Cesáreo de la Rosa y Miguel Ramírez.
También se acordó pagar los gastos de las constituciones al doctor De la Rosa y dar dos ejemplares de dicho documento, uno para el citado De la Rosa y otro para el doctor Gordoa. Se enviarían ejemplares a la Real Audiencia, al Ayuntamiento, al obispo y al Cabildo Eclesiástico. A los doctores los ejemplares les costarían tres pesos en pasta y dos en rústica. El precio en lo sucesivo de las constituciones impresas en Madrid sería de cinco pesos las empastadas y cuatro las rústicas, con la obligación de los miembros del Claustro de sacar el ejemplar que deben tener y de no hacerlo se les rebajarían de las primeras propinas que perciban.