Desarrollo histórico (1853-1855) [^1]

Claustro del 22 de febrero de 1855

Presidido por el rector y con la asistencia del cancelario y de dieciocho doctores. Se dio cuenta del reglamento de estudios formado por la comisión, puesto a discusión y en votación se aprobó, acordándose remitir el original al ministro de Justicia e Instrucción Pública para la aprobación del gobierno.

Luego se trató la manera con que debía solemnizarse por la Universidad la declaración dogmática de la Inmaculada Concepción de María, y se acordó que el día en que pasara la imagen de la Virgen a la iglesia de la Universidad fuera el Muy Ilustre Claustro a recibirla al Convento de San Francisco y la condujera en solemne procesión con ínfulas, asistiendo el Colegio Seminario, los cursantes de la Universidad y escuelas de niños tanto municipales como particulares, que hubiera oración latina, cuyo orador sería nombrado por el rector del seminario, siendo pronunciada en las vísperas solemnes, que la función mayor la haría la Universidad, nombrando el Claustro el orador cuyo sermón se imprimiría y remitiría a Roma, que en la procesión de la tarde se trasladaría la imagen a la Iglesia del Carmen, con la misma asistencia que la anterior, que siendo éste un cuerpo literario, se abriría un certamen para que se presentaran composiciones poéticas latinas y castellanas, prometiendo el señor deán de la catedral Ignacio García dar para este objeto, 80 pesos. Se dejó a la discreción del señor rector todo lo que fuera menester; por votación se eligió orador al reverendo padre y doctor Pedro Covieya, y se abrió suscripción para los gastos de las solemnidades, ya que los fondos universitarios estaban agotados. En el acto el cancelario Pedro Barajas aportó 20 pesos y el reverendo padre Isidro Gazcón, por tener que marchar al siguiente día hacia la capital del país, dejó diez pesos.