Los universitarios entre el Instituto y la Universidad

Romero Gil, José Hilarión

Nació en Mascota, Jalisco, el 21 de octubre de 1821. Fueron sus padres los señores Eduwiges Gil y Germán Romero.

En su pueblo natal cursó su instrucción elemental y luego se trasladó a Guadalajara, donde se matriculó en el Seminario Conciliar para estudiar Latín y el Curso de Artes que concluyó en 1841, bajo la conducción del presbítero Juan Gutiérrez. Cursó su carrera profesional en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de Guadalajara y en 1846 recibió su título de abogado.

Impartió las cátedras universitarias de Derecho Civil y de Economía Política. El 18 de octubre de 1853 pronunció la oración inaugural de las cátedras de la Universidad Nacional de Guadalajara, cuyo texto mereció su publicación acordada por unanimidad de votos en el Claustro de Doctores y que fue dedicada al nuevo obispo de Guadalajara Pedro Espinosa, e incluso el ministro de Justicia e Instrucción Pública, Teodosio Lares requirió un ejemplar.

Fue consejero del gobierno de Jalisco en 1852, auditor de Guerra y magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco. También impartió cátedra en la Escuela Católica de Jurisprudencia, y como abogado postulante se distinguió por su sabiduría, honradez y generosidad.

Con el triunfo de los liberales en la Guerra de Reforma, pasó a residir a la capital de la república, en donde continuó atendiendo sus negocios. En 1862 se incorporó como socio de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.

De nuevo en Guadalajara, el 27 de septiembre de 1864 fue fundador y presidente de la Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, por lo cual su retrato hasta la actualidad preside el recinto de sus sesiones. Enseguida estableció las Juntas Auxiliares de Lagos de Moreno, Ameca, Zapotlán el Grande y Autlán de la Grana.

En 1885 fundó el Monte de Piedad, y se le eligió presidente de la Junta de Administración, cargo que ejerció en forma vitalicia.

Emeterio Valverde Téllez en su obra Bibliografía Filosófica Mexicana lo clasificó como escritor católico, y enuncia sus siguientes obras: Prontuario alfabético de legislación y práctica (1853); Oración inaugural que en la apertura de las cátedras de la Universidad de Guadalajara, verificada el 18 de octubre de 1853, pronunció don José Hilarión Romero Gil, catedrático de la misma (1854); Memoria sobre la propiedad considerada bajo el punto de vista de la Filosofía Católica, en paralelo con la Filosofía Racionalista explicada a los alumnos de Derecho de esta Universidad (s.f.) y Filosofía de las leyes o criterio del derecho dividida en dos partes y editada en Barcelona (1894).

Por su parte, Ramiro Villaseñor afirma que fue autor de 25 obras de temática histórica y jurídica, entre las cuales están: Lecciones de Economía Política (1877); Cuadro general de Historia Sagrada Antigua y Moderna (1894), Axiomas o principios de legislación universal sacados de las Pandectas, Código e Institutas de Justiniano (1895); y México y sus revoluciones, que se publicó tras su muerte.

Con el producto de la venta de su hacienda La Estanzuela en Teuchitlán, fundó hospitales en ese mismo municipio, en Mascota y Ameca, además de socorrer a viudas y pobres. Su gran biblioteca la donó a la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco.

Falleció en Guadalajara el 28 de enero de 1899.
Un busto con su efigie se encuentra en la plaza principal de Teuchitlán, Jalisco; el Centro Cultural de Ameca lleva su nombre y se instaló precisamente en uno de los edificios que él mismo donó.