Desarrollo histórico (1937-1951)
Sesión del Consejo Universitario del 11 de noviembre de 1938
Presidida por el rector. Se discutió y aprobó el plan de estudios de la Escuela de Comercio, se hizo notar que hacían falta profesores que cubrieran las cátedras. Trámites administrativos de revalidación de estudios, y solicitudes para dotar de muebles a las dependencias universitarias.
El rector dio cuenta de algunas comunicaciones dirigidas por la unam a la de Guadalajara, y cuya finalidad consistía en fijar las bases para la revalidación de estudios de los bachilleratos, lo cual se haría en un congreso a celebrarse en la Ciudad de México. Manifestó el rector que no dio cuenta de ese asunto con anterioridad al Consejo, en virtud de que éste no se había reunido, que por lo tanto estimó que la Universidad no debería participar en dicho Congreso, pues a su juicio era absolutamente intrascendente, ya que desde luego se proponía como base para la revalidación de estudios que no se tomara en cuenta la ideología con que los mismos se habían impartido, por lo cual no podría aceptar la Universidad de Guadalajara, en virtud de que su Ley Orgánica en su artículo 75 requería para poder revalidar estudios que fueran impartidos con un criterio filosófico semejante al que ella sustentaba.
Por tal motivo preguntó al Consejo si aprobaba su actitud, habiéndose aprobado por unanimidad y, en vista de ello, el propio rector propuso que se contestara a la Universidad Nacional en forma oficial manifestando las causas anteriores, en virtud de las cuales la Universidad de Guadalajara no participaría. El estudiante Julio Novoa propuso que además se expresara que la Universidad no participaba en virtud de que estimaba poco seria la actitud tomada por la Universidad Nacional, al reconocer legalidad a la existencia de otra llamada Universidad en esta ciudad; así se aprobó.
El rector informó que tenía conocimiento de que el gobierno federal destinaría una partida de 50,000 pesos para la Universidad, que de esto tenía conocimiento por el presidente de la Cámara de Diputados, licenciado Rodolfo Delgado, y por conducto del doctor Enrique Arreguín. También hizo del conocimiento del Consejo de que el propio doctor Arreguín se encontraba enfermo en esta ciudad, por lo que la rectoría comisiónó al doctor Adolfo Robles Machain para que lo atendiera a cuenta de la Universidad. La Asamblea aprobó la disposición del rector y designó a los doctores Jesús Delgadillo y Wenceslao Orozco, y al estudiante Julio Novoa, para que visitaran en nombre de la Universidad al funcionario enfermo.
Se hizo del conocimiento de la Asamblea que la familia del extinto rector Enrique Díaz de León se encontraba en malas condiciones económicas, y se propuso que la Universidad hiciera gestiones ante el Ejecutivo del estado, a efecto de que se destinara una pensión para ayudar al sostenimiento de las hermanas del finado exrector.