Desarrollo histórico (1937-1951)
Sesión extraordinaria del Consejo Universitario del 19 de febrero de 1940
El rector manifestó que el principal objeto de la sesión era la elección del rector de la Universidad, de la terna que proponía el gobernador del estado, la cual integraron el licenciado Rodolfo Delgado, el doctor Ramón Córdova y el licenciado Gonzalo Amezcua. Se preguntó a la secretaría si los propuestos reunían los requisitos de ley, ésta informó que el doctor Córdova y el licenciado Delgado sí los reunían y que no había antecedentes del licenciado Amezcua. El licenciado Constantino del Río señaló que según tenía conocimiento, el doctor Córdova no aceptaría la rectoría, y que no habiendo reunido el licenciado Amezcua los requisitos, el Consejo se veía constreñido a elegir al licenciado Delgado, por lo que solicitó se enviara una nueva terna.
El rector expresó que las tres personas propuestas eran dignas y particularmente el licenciado Delgado, por ser una persona que había colaborado decididamente en la administración gubernamental. Que esto no significaba que el doctor Córdova no mereciera la confianza del Consejo, pero que sería por demás designarlo, ya que no aceptaría.
Se prolongó la discusión; se llegó al acuerdo de que se designara una comisión para que se entrevistara con el gobernador del estado y le expresara que el Consejo se había constituido en sesión permanente, esperando que enviara una nueva terna. La comisión la integraron el licenciado Del Río, los profesores Miguel Ochoa y Luis Medina, y los estudiantes Fernando García y Carlos Torres.
Se suspendió la sesión hasta conocer el resultado de la entrevista con el gobernador del estado.
Transcurrida hora y media, a las quince horas se reanudó la sesión, informando los comisionados que el gobernador del estado enviaría en breves momentos la terna de ley, como en efecto sucedió, proponiéndose nuevamente al licenciado Delgado y al doctor Córdova, y como novedad al doctor Edmundo Aviña López. Tras un breve análisis de la personalidad de los candidatos, se procedió a la elección, la cual resultó por el licenciado Delgado diez votos, y uno por el doctor Aviña.
Se acordó que los comisionados volvieran a entrevistarse con el gobernador del estado, y que se trasladaran a la casa del licenciado Delgado, a efecto de que le hicieran saber de su elección, y lo condujeran al recinto del Consejo para que rindiera la protesta de ley.
Después de unos breves momentos de suspensión de los debates, se presentó la comisión informando que no fue posible localizar al rector electo, por lo que se acordó enviar su designación por escrito.
El licenciado Del Río manifestó, a nombre de los maestros, su simpatía, estimación y respeto por el licenciado Constancio Hernández, quien en forma viril, desinteresada y con acierto desempeñó fielmente su cargo, sabiendo imprimir un derrotero revolucionario y honrado a la Universidad. A nombre de los estudiantes, Fernando García expresó que el rector saliente supo comprender la problemática estudiantil, por lo cual guardarían de él grata memoria y le expresaban su solidaridad.
Al final intervino el rector, agradeció a quienes le precedieron en el uso de la palabra, y agregó que se retiraba satisfecho de la Universidad, porque en ella encontró desde el primer momento la franca cooperación de todos sus integrantes, que esperaba que el nuevo rector pudiera realizar una obra que redundara en beneficio de la Universidad, ya que posiblemente tendría más posibilidades que él, en virtud de que la institución podía disponer en el año en curso de un presupuesto de medio millón de pesos. Y que también era motivo de satisfacción no haber tenido la más mínima transacción con los enemigos de la Universidad.