Desarrollo histórico (1937-1951)

Sesión extraordinaria del Consejo Universitario del 6 de marzo de 1940

Presidida por el secretario general, licenciado Miguel Rábago Cornejo, en ausencia del rector Constancio Hernández quien se encontraba enfermo. La Federación de Profesores acreditó como consejeros al doctor Carlos G. Villaseñor y al profesor Arturo Rivas. Por encargo del rector se suplicó al Consejo la publicación de una biografía del rector Enrique Díaz de León, escrita por el licenciado Juan R. Cárdenas; se acordó patrocinar la edición.

Se designó una comisión para introducir al recinto del Consejo al licenciado Rodolfo Delgado, la cual integraron el doctor Jesús Delgadillo Araujo y el ingeniero Aurelio Aceves, quienes salieron de la sala y regresaron en breves momentos acompañados por el rector electo, y puestos todos de pie lo recibieron entre aplausos. El licenciado Rábago le manifestó que el Consejo lo había designado rector de la Universidad, que por tal motivo y a nombre de la institución le preguntaba si aceptaba el referido cargo, y si protestaba cumplir fielmente con los postulados de la Ley Orgánica de los Servicios Culturales del Estado de Jalisco, con los acuerdos del Consejo y demás disposiciones que tendieran a beneficiar la buena marcha de la Universidad. A lo que el interpelado contestó levantando la mano derecha: “Sí acepto y protesto”. Luego siguió diciendo el licenciado Rábago: “Si así no lo hicieres que la Universidad de Guadalajara y la Revolución Mexicana os lo demanden”.

A continuación el rector hizo uso de la palabra para manifestar a los presentes que él tenía el más ferviente deseo de ser considerado no como un extraño, sino como un viejo amigo y colaborador de la Universidad. Que sentía satisfacción de sustituir al licenciado Constancio Hernández, en virtud de que este hombre limpio dejó todos los problemas resueltos y todas las actividades universitarias encaminadas. Que quería también recordar sus antiguas actividades en la Cámara de Diputados, para lograr la desaparición de la llamada Universidad Autónoma, y que igualmente deseaba recordar los esfuerzos que como diputado federal había realizado para lograr las subvenciones que el gobierno federal había concedido a partir del año anterior a la Universidad. Que eso lo hacía no con el propósito de hablar de sí mismo, sino solamente para que las personas que no lo conocían perfectamente se dieran cuenta de que siempre se preocupó por la vida de su Universidad, y había cumplido sus deberes de hijo del estado de Jalisco. Y que para terminar sólo deseaba agradecer a los presentes la amable acogida que se le brindaba, y pedirles su sincera colaboración para la resolución de todos los problemas que se presentaran, para lograr una buena marcha de la Universidad.

Así tomó posesión el licenciado Rodolfo Delgado Delgado, trigésimo rector de la Universidad de Guadalajara.