Biografías por órden alfabético

Alonso, Alicia


Nació en La Habana, Cuba, el 21 de diciembre de 1920. Se le bautizó con el nombre de Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre, y al casarse en 1937 con el bailarín Fernando Alonso, tomó el apellido de su esposo.

Fueron sus padres la señora Ernestina del Hoyo y Lugo, y el médico veterinario y militar Antonio Martínez de la Maza Arredondo.

Viajó con su familia a España en 1929, donde recibió clases de bailes folclóricos en Jerez de la Frontera y en Sevilla, y cursó la primaria en el Colegio Teresiano.

Ingresó a la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte de La Habana en 1931, bajo la dirección del profesor ruso Nicolai Yavorski, además se integró al Cuadro de Declamación de la misma institución. El 29 de diciembre del mismo 1931 fue su debut escénico como bailarina del gran vals de La Bella Durmiente, en el Teatro Auditorium de la capital cubana.

En 1932 hizo su primer papel de solista en El Pájaro Azul, muy pronto se convirtió en la figura más destacada de la Escuela de Ballet Pro-Arte; en 1935 interpretó por primera vez el primer papel del ballet Coppélia; en 1937 interpretó también por primera vez el papel protagónico de El Lago de los Cisnes e hizo un viaje a Estados Unidos para continuar su formación profesional.

A partir de 1938 residió en Nueva York, donde estudió con el maestro italiano Enrico Zanfretta, realizó actuaciones en Broadway Great Lady y Stars in your eyes. Continuó su formación en la School of American Ballet, y en la Academia de la maestra rusa Alexandra Fedorova, antigua primera bailarina del Teatro Imperial de San Petersburgo.

En 1939 ingresó al elenco del American Ballet Caravan, antecesor del actual New York City Ballet, ahí asumió por primera vez el papel de solista. El 4 de marzo de 1940 realizó el estreno del primer ballet clásico con música de un compositor cubano, de Dioné, de Eduardo Sánchez de la Fuente, con el Ballet Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana. También en ese año ingresó al Ballet Theatre de Nueva York, actualmente el American Ballet Theatre.

Obtuvo un gran éxito con la interpretación del ballet Grand pas de Quatre en 1941, emblemática obra de estilo romántico, pero se vio obligada a suspender su carrera por sus problemas de vista. Para al año siguiente, con gran tenacidad se sobrepuso a la adversidad y se reincorporó a la danza en su Cuba natal, entonces fundó la Agrupación Teatral Danzaria La Silva, junto con el escritor Alejo Carpentier y otras personalidades del medio artístico.

Continuó como bailarina en los Festivales de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana en 1943, y se reincorporó al elenco del Ballet Theatre, de Nueva York, con el cual interpretó Capricho Español. El 2 de noviembre asumió por primera vez con gran éxito el papel protagonista del ballet Giselle, en el Metropolitan Opera House de Nueva York, con el gran bailarín inglés Anton Dolin.

De 1944 a 1945 continúo su trabajo artístico en Estados Unidos y en Cuba; para 1946 obtuvo grandes éxitos en Inglaterra, actuó en el Covent Garden de Londres y fue seleccionada como “una de las diez mujeres más destacadas de América”, por la revista Mademoiselle de Nueva York. En 1947 actuó en el estreno de Antes del alba, ballet significativo del arte escénico de Cuba, además estrenó el ballet Tema y variaciones, compuesto especialmente para ella por George Balanchine, que se convertió en una gran obra del repertorio del Ballet Theatre.

Fundó en La Habana el Ballet Nacional de Cuba el 28 de octubre de 1948 –que originalmente llevaba su nombre– del cual fue directora, profesora y coreógrafa, y se convertió en uno de las más importantes del mundo. En 1950 fundó en La Habana la Academia Nacional de Ballet y Drama Alicia Alonso, encargada de formar a las nuevas generaciones de bailarines cubanos, en la que se gestó el estilo de la escuela cubana de ballet, hoy muy reconocida a nivel internacional.

Además, como primera figura del American Ballet Theatre, realizó una gira triunfal por Europa, actuó en Alemania, Reino Unido, Italia, Suiza, Bélgica, Holanda y Francia, donde fue aclamada en el Palais de Chaillot de París, por su gran actuación en el ballet Giselle.

Los periódicos The New York Times y el New York Herald Tribune la aclamaron en 1951 como la “Primera Dama del ballet”, además realizó una gira por Brasil y Uruguay. En 1952 estrenó en
La Habana su versión coreográfica de La fille mal gardée, con el Ballet Nacional de Cuba. En 1953, como primera figura del American Ballet Theatre, volvió a obtener grandes éxitos en una nueva gira por Europa, se presentó en Italia, Francia, Austria, Mónaco, Alemania y Reino Unido, donde la reina Isabel II le otorgó una medalla de honor.

En La Habana protagonizó, en 1954, la versión completa de El Lago de los Cisnes, la primera ejecutada por una compañía de ballet americana. En 1955 inició como primera estrella del Ballet Ruso de Montecarlo, compañía en la cual actuó hasta 1960.

En 1956 el régimen del presidente Fulgencio Batista le retiró el apoyo financiero al Ballet Nacional de Cuba, por lo cual cesaron las actividades de la compañía, en consecuencia ella decidió no actuar más en su país natal, aunque siguió con sus labores docentes en la Academia. En 1957 obtuvo un nuevo triunfo, con el estreno de su versión coreográfica de Coppélia, en el Teatro Griego de Los Ángeles, California, por lo que se le entregó una medalla.

Se convirtió de 1957 a 1958 en la primera bailarina americana en actuar en los grandes teatros de la entonces Unión Soviética, al ser la artista invitada del Bolshoi de Moscú y del Kirov de Leningrado –actual San Petersburgo–; fue condecorada por el emblema del Teatro Bolshoi, y continuó con grandes triunfos en Buenos Aires y en la República Dominicana.

Tras los cambios políticos de la revolución cubana, reorganizó el Ballet Nacional de Cuba en 1959, y no obstante su posición privilegiada de figura máxima del ballet en Estados Unidos, renunció a sus privilegios para dedicar su mayor tiempo al desarrollo de la compañía cubana, a la fundación de la Escuela Nacional de Arte y a las diversas entidades encaminadas a la enseñanza del ballet en su tierra natal. También emprendió una gira con el Ballet Nacional de Cuba, por casi todos los países iberoamericanos.

Organizó en 1960 el Primer Festival Internacional del Ballet de La Habana, el cual se convirtió en uno de los encuentros más importantes a nivel internacional. También actuó en el Metropolitan Opera House de Nueva York, luego por cuestiones políticas estuvo por varios años ausente de Estados Unidos. De 1960 a 1961 realizó una gran gira con el Ballet Nacional de Cuba por la Unión Soviética, Alemania Democrática, Polonia, China, Corea del Norte, Checoslovaquia, Rumania, Hungría y Bulgaria. En 1961 fue nombrada presidenta del Primer Congreso Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y fue electa miembro de su Comité Nacional. Además actuó en Niza, en el homenaje a Pablo Picasso, y en Calcuta, India, en los festejos del centenario de Rabindranath Tagore.

El Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica hizo la filmación de su versión coreográfica de Giselle en 1963, la cual se convirtió en un clásico en su género, y fue reconocido por la Dance Collection de Nueva York. En 1964 y 1965 inició como jurado del Concurso Internacional de Ballet de Varna y realizó nuevas giras por la Unión Soviética, China, Vietnam y Mongolia.

Luego de una larga ausencia en los escenarios de Europa Occidental, en 1966 reapareció triunfalmente en el iv Festival Internacional de la Danza de París, donde obtuvo el Gran Premio de la Villa de París, además recibió el Premio Anna Pávlova de la Universidad de la Danza de la misma capital francesa. En 1967 inauguró el Teatro Wilfred Pelletier de Montreal, actuó como invitada de honor en Les Grands Ballets Canadiens, también interpretó por primera vez el papel central del ballet Carmen, y en 1968 se presentó en la Ciudad de México en los actos culturales de la xix Olimpiada.

En nueva gira por Europa, se presentó en 1969 con el Ballet Nacional de Cuba en la Unión Soviética, Rumania, Bulgaria, Bélgica, Holanda, Alemania Democrática y en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, también fue artista invitada del Real Ballet Danés en Copenhague, estrenó y protagonizó el filme-ballet Un retablo para Romeo y Julieta.

En 1970, de nuevo con el Ballet Nacional de Cuba, actuó en Luxemburgo, Mónaco, Italia y Francia, donde se le confirió por segunda vez en forma muy excepcional el Gran Premio de la Villa de París, por su interpretación del segundo acto de El Lago de los Cisnes. En 1971 actuó en Canadá, donde protagonizó el estreno mundial del ballet Nos veremos ayer noche, Margarita, en función de gala en homenaje al compositor Henri Sauguet; en el Teatro de la Ópera de Burdeos estrenó y actuó en el filme-ballet Edipo rey.

Su versión coreográfica e interpretación personal de Giselle fue solicitada en 1972 por la Ópera de París, institución que la había estrenado originalmente en 1841. También actuó como artista invitada del Ballet del Siglo xx en el Teatro de la Moneda de Bruselas, donde interpretó el segundo acto de El Lago de los Cisnes, y realizó una nueva gira por Checoslovaquia, Hungría y por primera vez por Japón, pero una operación de los ojos la obligó a alejarse de los escenarios.

Fundó y dirigió el Plan Psicoballet en 1973, en el cual se utiliza la danza como medio terapéutico para el tratamiento de niños y adolescentes con problemas psicomotores. Además dirigió el plan pedagógico “Iniciación estética infantil”, para niños de guarderías infantiles y de escuelas primarias de su país. También fue miembro del jurado del Concurso Internacional de Ballet de Moscú. En 1974 realizó el montaje de su versión de La Bella Durmiente en un prólogo y tres actos, para la Ópera de París, que también presentó el Ballet Nacional de Cuba. A finales de ese año reapareció en el ballet Mujer de Alberto Méndez durante el iv Festival Internacional de Ballet de La Habana, y fue elegida miembro del Consejo Mundial de la Paz.

Con el Ballet Nacional de Cuba realizó en 1975 una gira por México, Venezuela y Panamá. En México inició y dirigió el plan de colaboración y asesoramiento para el desarrollo del ballet en este país, y en forma especial de la Compañía Nacional de Danza en México. También reapareció en Estados Unidos como artista invitada del American Ballet Theatre, en una función de gala en el Lincoln Center de Nueva York, por lo que recibió un apoteósico recibimiento. En 1976 siguió sus actuaciones en Estados Unidos: en Los Ángeles, San Francisco, Washington D. C., y en Nueva York, donde realizó el estreno del ballet Carmen, con un elenco mixto de la Compañía Nacional de Cuba y del American Ballet Theatre. Además actuó como estrella invitada del Festival Mundial del Ballet de Japón, en Tokio y en Osaka, también bailó en la gala de Moscú con motivo del bicentenario del Teatro Bolshoi, y fue elegida miembro del Consejo Técnico Asesor del Ministerio de Cultura de Cuba, y su versión de La fille mal gardée se incorporó al Ballet del Teatro de Bellas Artes de la Ciudad de México.

En 1977 el American Ballet Theatre le rindió homenaje con una gala especial, en la cual el elenco de la Metropolitan Opera House de Nueva York interpretó Giselle. También actuó en Chicago, en el Festival Spoleto-usa y como artista invitada del Ballet de San Diego, luego actuó con el Ballet Nacional de Cuba, en Kingston, Jamaica.

Fue elegida miembro del Consejo Director del Gran Teatro de La Habana en 1978; fue nombrada miembro del Comité Artístico del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas con sede en Washington, D. C., y miembro de honor del Consejo Internacional de la Danza de la unesco con sede en París. Y continuó con nuevas giras con el Ballet Nacional de Cuba a Estados Unidos; actuaron en el Metropolitan Opera House de Nueva York, en el Kennedy Center de Washington y en Canadá, Italia, Vietnam y Puerto Rico. En ese mismo año el Ballet Nacional de Cuba estrenó en el Gran Teatro de La Habana su coreografía Génesis, y el 2 de noviembre recibió un gran homenaje con motivo del trigésimo quinto aniversario de su debut en el papel protagónico del ballet Giselle, coronada de laurel por su primer acompañante en dicha obra Anton Dolin, y continuó con una gira por las Islas Canarias.

Fue nombrada en 1979 miembro del Comité Nacional Cubano de la unesco, bailó como invitada del Teatro Bolshoi y en el Segundo Festival Mundial del Ballet de Japón. Además actuó al frente del Ballet Nacional de Cuba en Holanda, Unión Soviética, Bulgaria, Polonia, Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania del Este, Italia y España. Luego realizó nueva gira por Estados Unidos, donde los alcaldes de San Francisco y del Distrito de Columbia declararon el “Día Alicia Alonso”. En 1980 fue designada presidenta de honor del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en Cuba; actuó en Nicaragua y Ecuador, la unesco en su sede en París celebró una gala de ballet en su honor; actuó en la Gala “La era romántica” en el viii Festival Internacional Cervantino de Guanajuato, participó en las Jornadas de la Cultura Cubana en París, actuó en Tokio como invitada de la Compañía Balletomania Circle, montó su versión coreográfica de Giselle en el Teatro de la Ópera de Viena y en el Teatro Nacional de Praga, e incorporó a su repertorio su versión de La fille mal gardée.

Actuó, en 1981, en Nicaragua, Perú, Panamá, Italia, Unión Soviética y Grecia; en el Festival Internacional de Ballet de Filipinas; en las Galas “La era romántica” en San Juan, Puerto Rico, en Sao Paulo y Río de Janeiro; en el ix Festival Internacional Cervantino de Guanajuato y en la Gala Especial de los Científicos en Novosibirsk, Unión Soviética. Además recibió un homenaje en el Palacio de la Bellas Artes en México, con motivo del cincuenta aniversario de sus presentaciones artísticas; con idéntico motivo fue homenajeada en la sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana con la presentación del “Grand pas de deux” del ballet El Cascanueces. Finalmente se montó su versión coreográfica de Giselle en el Teatro San Carlo, de Nápoles y publicó sus libros Imagen de una plenitud y La era romántica.

Realizó una gran gira por varias ciudades españolas en 1982; actuó en la gala tributo a Ígor Youskévitch en la Universidad de Texas en Austin, y actuó en el iii Festival Mundial de Ballet de Japón y en la ciudad de Mérida, Yucatán. En 1983 fue nombrada presidenta del Primer Concurso Latinoamericano de Ballet y Coreografía de Brasil. Además actuó en Venezuela, Colombia, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Grecia, Turquía, México, Siria, Reino Unido y montó su versión de La Bella Durmiente del bosque en el Teatro de la Escala de Milán.

Interpretó una escena del acto segundo del ballet Giselle en la gran gala del centenario del Metropolitan Opera House de Nueva York en 1984, y actuó en la Unión Soviética, Checoslovaquia, Francia, Italia, Gran Bretaña, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Panamá, Colombia e Italia. En 1985 actuó en varias ciudades españolas, y en gira por México bailó en Guadalajara. En 1986 actuó en Nicaragua y en el x Festival Spoleto-usa, en Charleston, Estados Unidos y se publicó en Cuba su libro Diálogos con la danza, obra en la cual presentó sus reflexiones y testimonios sobre el arte de la danza.

Asistió como jurado al Concurso Internacional de Ballet de Nueva York de 1987, y a la temporada ofrecida en la Ópera de Roma por un grupo de estrellas del Ballet Nacional de Cuba; protagonizó el ballet Diario perdido. Además hizo giras por Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y República Dominicana. En 1988 fue elegida presidenta del Comité Cubano del Consejo Internacional de la Danza, de la unesco, se le designó como presidenta del ii Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Danza celebrado en La Habana, actuó con el Ballet Nacional de Cuba en Palma de Mallorca, Bilbao, El Escorial, Almería, Sagunto, San Javier y en Martos, y estrenó su ballet Dido abandonada en el Gran Teatro de La Habana.

En 1989 asistió como invitada de honor al Congreso “España y los ballets rusos” en Granada; fundó el Festival “La huella de España” en La Habana. Con el Ballet Nacional de Cuba realizó giras por Brasil, Hungría, Bulgaria, Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia y España. En 1990 en el Primer Festival de Música y Danza de Palma de Mallorca, actuó con Rudolf Nureyev y la soprano Victoria de los Ángeles, en el ballet Poema de amor y del mar. Y continuó sus actuaciones en Zaragoza, Valencia, Cancún, Mérida y en el Opera House de Nueva York, en las bodas de oro del American Ballet Theatre. Y finalmente estrenó sus ballets Sinfonía de Gottschalk y Retrato de un vals, con música de Ernesto Lecuona.

Su ballet Dido abandonada obtuvo en 1991 el Premio de la Crítica a la mejor obra presentada en el Festival Internacional de Edimburgo, Escocia. Fue homenajeada en el Teatro de la Ciudad de México, con la revelación de una placa que la proclama “Prima ballerina assoluta de América” y fue nombrada presidenta honoraria de la Asociación Latinoamericana de la Danza, con sede en México. También dirigió el Seminario Pedagógico Internacional de Danza en Cataluña y actuó con el Ballet Nacional de Cuba en Japón, México, Chile, Bolivia, Reino Unido, Costa Rica y Nicaragua. En 1992, durante las celebraciones del v Centenario del Descubrimiento de América, dirigió la Gala Hispanoamérica, presentada en Madrid, y realizó una nueva gira por España, Australia, Francia y Suiza.

Al cumplirse las bodas de oro de su interpretación por primera vez del personaje principal del ballet Giselle, en 1993, recibió grandes homenajes, pero especialmente en la gran Gala Romántica del 2 de noviembre en el Gran Teatro de La Habana, la cual constituyó la culminación de la “Temporada de homenaje a Alicia Alonso”. La Universidad Complutense de Madrid estableció la Cátedra de Danza Alicia Alonso, en la que impartió cátedra la artista, además en los Cursos de Verano de El Escorial. Se estrenó su ballet Juana, razón y amor, inspirado en la figura de la reina de Castilla Juana la Loca, este ballet fue filmado por la Televisión Española. Hizo una nueva gira por España y por Andorra, Turquía y Bahamas, y José Lezama Lima publicó un libro sobre su obra.

Actuó ante los participantes de la Conferencia de los Estados miembros de la Unión Europea, preparatoria a la iv Conferencia Mundial de las Mujeres con sede en Toledo en 1994, a la cual asistió la reina Sofía de España. Siguieron nuevas giras por España y México; la Televisión Española filmó su ballet Retrato de un vals, bajo la dirección de Pilar Miró. En 1995 fue electa miembro del Consejo de la Cultura de la Comunidad de Madrid, luego actuó en Ibiza, en San Francisco, Estados Unidos, con motivo del 50 aniversario de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas. Fue homenajeada en Florencia durante la gira con el Ballet Nacional de Cuba, y el semanario francés L’Express la designó como una de las cien mujeres más relevantes del mundo en los últimos años; estrenó su ballet Farfalla en el Gran Teatro de La Habana; y asistió en Martinica como invitada de honor al Festival Fort de France.

Recibió el homenaje de El Ateneo de Madrid en 1996; fue nombrada socia de honor de la Asociación de Directores de Escena de España; viajó a la ciudad de Santo Domingo donde el presidente Joaquín Balaguer le entregó la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, y presidió en calidad de directora general las actuaciones del Ballet Nacional de Cuba en una temporada en el Teatro Albéniz de Madrid. En 1997 fue incluida por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, con sede en Washington D. C., entre los “Hispanoamericanos más ilustres de los Estados Unidos”. Además recibió en Nueva York el homenaje por el cincuentenario del estreno de Tema y variaciones, y se estableció en Madrid la Fundación de la Danza Alicia Alonso, de la cual fue presidenta.

En 1998 presidió los festejos con motivo del cincuentenario del Ballet Nacional de Cuba, los cuales culminaron con el xvi Festival Internacional de Ballet de La Habana, durante el cual se estrenaron dos de sus nuevas coreografías: la versión completa del clásico El Cascanueces y el ballet Tula, inspirado en la vida de la escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda. En 1999 el Consejo de los Quince Distritos del Estado de California aprobó por unanimidad una resolución de reconocimiento a su labor, como artista y formadora de varias generaciones de bailarines, y dirigió el Curso Internacional de Danza, que organizó la Fundación que lleva su nombre, en San Lorenzo de El Escorial.

Fue nombrada embajadora de la República de Cuba en 2002, en solemne acto celebrado en el Salón de los Embajadores de la Cancillería de Cuba; en acto solemne celebrado en la sede de la unesco en París fue investida como embajadora de buena voluntad de la unesco.

En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara dedicada a Cuba, el 3 de diciembre de 2002, recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Guadalajara, y con tal motivo el Ballet Nacional de Cuba se presentó en la explanada de la Expo-Guadalajara y en el Teatro Degollado.

Recibió el homenaje mundial de la danza en la sede de la unesco en 2003, organizado por el Consejo Internacional de la Danza en ocasión del Día Mundial de la Danza.

Hasta 2003 había recibido 125 reconocimientos de la República de Cuba, entre los que están: la Orden Nacional Carlos Manuel Céspedes y título de Dama, 1947; la Palma de la Revolución al más destacado artista, del periódico Revolución, 1961; la distinción Primero de Mayo, de la Central de Trabajadores de Cuba, 1973; la orden Héroe Nacional del Trabajo, del Comité Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, 1976; la Orden Félix Varela, del Consejo de Estado de Cuba, 1981; el título de Hija Ilustre de la Asamblea Municipal del Poder Popular, 1981; las llaves de la ciudad y el título de Huésped Ilustre, de la ciudad de Camagüey, Cuba, 1982; diploma Categoría Especial de profesor invitado, de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de Oriente, 1983; diploma de Hija Ilustre, del Municipio Plaza de la Revolución, La Habana, 1986; el título de doctora honoris causa en Arte Danzario, del Instituto Superior de Arte, 1987; la Orden Pablo Porras Gener de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, filial Isla de la Juventud, 1988; la llave de la ciudad de Santa Clara, 1988; diploma de reconocimiento del Comité Organizador de los xi Juegos Deportivos Panamericanos, 1991; la Orden Frank País, del Consejo de Estado, 1992; diploma de honor de la Comisión Nacional Cubana de la unesco, 1993; la Orden Juan Marinello del Consejo de Estado, 1993; la medalla José Tey del Ministerio de Educación, 1993; la Moneda “Plaza de la Revolución”, de la Asamblea Municipal del Poder Popular, 1996; diploma de honor de la Universidad Camilo Cienfuegos de Matanzas, 1998; el Premio Nacional de Danza, del Consejo Nacional de las Artes Escénicas del Ministerio de Cultura de Cuba y de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, 1998; el título de Héroe del trabajo de la República de Cuba, del Consejo de Estado, 1998; la Orden Lázaro Peña de primer grado, del Consejo de Estado, 1998; la placa conmemorativa “480 aniversario de la Villa de San Cristóbal de La Habana”, de la Asamblea Provincial del Poder Popular, de La Habana, 1999; el título de Hija Ilustre de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Güira de Melena, 2000; y el premio “Los zapaticos de rosa”, de la Organización de Pioneros José Martí, 2001.

De 1946 hasta 2003 recibió un total de 180 premios y reconocimientos internacionales, entre ellos: las llaves de la ciudad de San Juan Puerto Rico, 1948; la Orden del Mérito al Ballet, de Uruguay, 1954; el Emblema del Teatro Bolshoi, Unión Soviética, 1958; la Orden del Trabajo de primera clase, de Vietnam, 1964; la Orden del Pueblo Mongol, de la República Popular de Mongolia, 1965; el Primer Premio del Festival Anual de Teatro de Berlín, de Alemania del Este, 1966; la medalla de Honor de la Olimpiada Cultural de México, 1968; la medalla del Centenario del natalicio de Vladimir I. Lenin, del Partido Comunista y del Gobierno de la Unión Soviética, 1970; la distinción Sol de Plata del Festival Internacional de Teatro, Danza y Música, de Taxco, México, 1973; el emblema de la ciudad de Lisboa, Portugal, 1975; la medalla de Honor por el Año Internacional de la Mujer, del gobierno del estado de Jalisco, 1975; la medalla de Honor del Ayuntamiento de Guadalajara, 1975; la medalla conmemorativa del bicentenario del Teatro Bolshoi de Moscú, Unión Soviética, 1976; la Orden de los Santos Cirilo y Metodio de primer grado, del Consejo de Estado de Bulgaria, 1976-1977; diploma de Huésped Ilustre de la Municipalidad Lima, Perú, 1977; la medalla de la Amistad, de la República de Vietnam, 1978; la medalla de plata del Colegio de Abogados de Puerto Rico, 1978; diploma de honor del Presídium de la Unión de Sociedades Soviéticas de Amistad, de la Unión Soviética, 1979; la medalla al Mérito para la Cultura Polaca del Consejo de Estado de Polonia, 1980; la medalla de Honor del Teatro de la Ópera de Viena, Austria, 1980; la medalla de oro conmemorativa del ii Aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista, del gobierno de Nicaragua, 1981; la medalla de San Marcos, de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, Perú, 1981; la condecoración de la Orden Mexicana El Águila Azteca del gobierno de México, 1982; la medalla de oro de la villa de Lyon, Francia, 1984; el Águila Imperial de Fermo, Italia, 1984; la medalla José de Anchieta, de San Pablo, Brasil, 1984; el título de ciudadana honoraria de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, 1984; el título de Huésped Ilustre de Guayaquil, Ecuador, 1984; la condecoración al Mérito Cultural de Primera Clase, de la República de Ecuador, 1984; la Orden Vasco Núñez de Balboa en grado de gran oficial, de Panamá, 1984; las llaves de la ciudad de Panamá, 1984; el emblema de la ciudad de Sevilla, España, 1985; la medalla y diploma del “200 aniversario del Ballet Polaco”, del Gran Teatro de Varsovia, Polonia, 1986; las llaves de la ciudad de Guayaquil, Ecuador, 1987; el Premio 1988 del Festival Vignale-Danza, Italia, 1988; la medalla por el bicentenario de Carlos III, de la municipalidad de Madrid, España, 1988; la medalla Benemérita de la Ciudad de Wroclaw, de Polonia, 1989; la medalla Solemne del Teatro Smetana, de Checoslovaquia, 1989; la placa de reconocimiento del Teatro Lírico Nacional de la Zarzuela de Madrid, España, 1989; la medalla de Honor del Consejo Superior de Relaciones Públicas, de España, 1990; las llaves de la ciudad de Cancún, México, 1990; la medalla de Oro de la Asociación Gallega de Profesores de Danza, de Galicia, España, 1991; la Encomienda de la Orden Isabel la Católica entregada por rey de España Juan Carlos I, 1993; el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma de Zacatecas, 1993; la medalla del “Séptimo Centenario” de la Universidad Complutense de Madrid, 1993; la medalla de honor del Teatro Barakaldo, de España, 1993; la llaves de la ciudad de Tampico, Tamaulipas, 1984; “Il Boccale d’Oro” del xxviii Festival Internacional de Danza y Ballet de Osimodanza, Italia, 1994; las llaves de la ciudad y el título de Huésped Distinguido, del Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros, de la República Dominicana, 1996; el título de profesora honoraria en Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, de la República Dominicana, 1996; la placa de honor del xv Festival de Danza de Joinville, Brasil, 1997; la medalla de Honor Heine del Instituto Heinrich Heine de Alemania, 1998; el doctorado honoris causa de la Universidad Politécnica de Valencia, España, 1998; la medalla de oro de las Bellas Artes del Círculo de Bellas Artes de Madrid, 1998; la Orden de las Artes y las Letras en grado de comendador del Gobierno de Francia, 1998; la medalla “50 Aniversario de la unicef” de la Comunidad Valenciana, 1999; el Premio Benois de la Danza de la Asociación Internacional de la Danza de Stuttgart, de Alemania, 2000; la medalla Vaslav Nijinsky, 2002; la medalla de Perugia, Italia, 2003; el Premio Isabel Ferrer de la Generalitat de Valencia, 2003; el título de Huésped Distinguida de Santo Domingo, República Dominicana, 2003; la medalla e insignia de oficial de la Legión de Honor de Francia, 2003, entre otros.

Juicios y testimonios

Luis Báez: “Ella está sentada en el sofá. Las cejas dibujan, bajo los espejuelos oscuros, dos ojos pequeños muy golpeados por la vida. Su cuello es pálido y largo como el del cisne que ella inmortalizó en su versión de Odette-Odile. Es una mujer sumamente interesante. Es una gloria del arte cubano. Es Alicia Alonso. De primera impresión parece una mujer triste, como ausente. Después, cuando se le conoce, uno se percata de que es todo lo contrario. Es una persona llena de optimismo, con un profundo amor por la vida”.


Ángela Grau Imperatori: “Gloria de Cuba […] Quisimos conocerla, retarle su aurora de cosa lejana, distinta y exclusiva; queríamos analizarla fríamente, temíamos además –como tantas veces sucede– que Alicia Alonso no se sintiera tan cubana como nosotros deseábamos. Fuimos a ella con la esperanza de que sus quilates de mujer y de cubana fueran tan valiosos como los de artista, pero no podíamos evitar el temor invencible de vernos defraudados; a los pocos minutos de hallarnos en su presencia, nuestra esperanza era ya patente realidad, Alicia excedía a toda nuestra ambiciosa esperanza, a todo cuanto de ella se había dicho”.


Dulce María Loynaz: “Ella es de veras una luz que se mueve. Ella es leve, ondulosa, casi traslúcida. Guarda siempre los ojos bajos para que no le interfieran la danza; las manos se le funden en la música, los pies en el aire, el ruedo del vestido es una nube imaginaria… No hay color en ella, no hay gesto ni contornos, apenas una sonrisa tan imperceptible como la de la Gioconda”.