Angulo González, Joaquín
Nació en Guadalajara, capital de la Intendencia del mismo nombre, el 6 de diciembre de 1796. Fueron sus padres los señores Joaquín de Angulo Norzagaray, español que fungió como administrador general de las reales rentas del tabaco, pólvora y naipes, y María Rosa González Pico. La familia poseía la hacienda de Santa María, en el actual municipio de Cocula.
En 1818 se matriculó en el Seminario Conciliar de Guadalajara para realizar estudios de Latín y el Curso de Artes, el cual concluyó en 1824, bajo la dirección del doctor Casiano Espinosa.
Sus biógrafos discuten si participó en el periódico La Estrella Polar, Juan Bautista Iguíniz así lo afirma. En contrapartida, Gabriel Agraz argumenta que al fundarse La Estrella Polar era estudiante en el Seminario, lo cual imposibilitaría su participación, dada la tendencia liberal de dicho órgano de difusión.
En la Universidad de Guadalajara, el 26 de julio de 1824 recibió el grado menor de bachiller en Artes y se matriculó en la Facultad de Derecho. El 22 de diciembre de 1825 probó haber ganado su primer curso de Cánones, tras haber asistido a las cátedras de Jurisprudencia por más de ocho meses.
Al clausurarse la Universidad continuó sus estudios en el Instituto de Ciencias, y el 3 de junio de 1830 obtuvo su título de abogado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco y se distinguió en el ejercicio de su profesión.
En 1843 fue nombrado miembro de la Asamblea Departamental de Jalisco, en 1846 participó en el derrocamiento del gobernador Antonio Escobedo y al asumir el mando el licenciado Juan Nepomuceno Cumplido, lo designó secretario de gobierno, y en 1846 fue electo diputado al Congreso estatal.
El 23 de noviembre del mismo 1846, el Congreso de Jalisco lo nombró gobernador interino del estado, su filiación política era el liberalismo moderado.
Una de sus principales preocupaciones al frente del gobierno fue apoyar la defensa de la patria ante la invasión estadounidense, por lo que envió dinero y armas y formó dos brigadas para reforzar al Ejército Nacional; ordenó al coronel Felipe Santiago Xicoténcatl la formación del “Batallón de San Blas”, el cual se batió heroicamente en la defensa del Castillo de Chapultepec el 13 de septiembre de 1847.
El 25 de septiembre de 1847 el Congreso del Estado decretó el Plan General de Enseñanza Pública, mediante el cual se suprimía la Universidad Nacional de Guadalajara y se restablecía el Instituto de Ciencias del Estado. El gobernador Joaquín Angulo, congruente con su ideología moderada y a instancias del doctor Mariano Guerra, decidió la sobrevivencia de la Universidad, aunque sujeta al gobierno del estado.
El 1° de marzo de 1848 fue electo gobernador constitucional del estado de Jalisco, ejerció el cargo con varias licencias, por lo que lo desempeñó de la citada fecha al 22 de marzo, del 24 de mayo al 7 de agosto, del 20 de noviembre al 12 de abril de 1849, del 26 de abril al 15 de octubre, del 15 de noviembre al 10 de marzo de 1850, del 12 de mayo al 30 de junio, del 22 de julio al 26 del mismo mes, del 12 de octubre a septiembre de 1851 y de octubre al 29 de febrero de 1852.
Durante su administración en 1847 se estableció el Liceo de Varones para atender la educación media; promovió y mejoró los caminos y puentes a diferentes lugares del estado, concluyó la Penitenciaría del Estado, ordenó las finanzas públicas a través del Código Hacendario, adquirió una moderna imprenta para el servicio del gobierno, entre otras acciones.
Los historiadores Luis Pérez Verdía, Ramiro Villaseñor y Villaseñor y Gabriel Agraz García de Alba, coinciden en que su administración, a pesar de los difíciles tiempos por las cuales atravesaba la nación, fue digna de confianza de sus conciudadanos, progresista y de conciliación entre los partidos.
Al dejar el gobierno se dedicó al ejercicio de su profesión y en 1853 fue electo senador por Jalisco.
Al triunfo de la Revolución de Ayutla contribuyó a redactar el Estatuto Orgánico de Jalisco e integró el Consejo de Gobierno, siendo su primer vocal. Ante la ausencia del gobernador Santos Degollado, según la ley debió entregársele el gobierno, pero por sus serias diferencias con los liberales radicales se le impidió asumir el mando.
En 1857 fue electo magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La Guerra de Reforma, sus problemas familiares y las enfermedades que padecía lo redujeron al ostracismo en sus últimos años.
Su obra escrita se halla contenida en las memorias de gobierno, los manifiestos y los demás documentos oficiales.
Falleció en Guadalajara el 5 de febrero de 1861; fue inhumado en el Panteón de Belén. Una calle de su ciudad natal lleva su nombre.