Casals Delfilló, Pablo
Nació en Vendrell, Provincia de Tarragona, Cataluña, España, el 29 de diciembre de 1876. Fueron sus padres los señores Carlos Casals, organista del templo parroquial de Vendrell, y Pilar Delfilló, originaria de Puerto Rico.
En 1881, durante la fiesta de la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña, comenzó a cantar en el coro parroquial que dirigía su padre, y en 1884 dio su primer concierto como violinista solista.
En 1888 se estableció en Barcelona y se matriculó en la Escuela Municipal de Música, donde estudió violonchelo con el profesor José García y música con el profesor Rodoreda. Para ayudarse en sus gastos tocaba por las noches el violonchelo en el café Tost.
En 1893 partió a Madrid recomendado por los maestros Albéniz y Arbón ante el conde Guillermo de Morphy, secretario de la reina regente del reino María Cristina, y con la protección del conde se inscribió en el Conservatorio, donde estudió composición con el maestro Tomás Bretón y música de cámara con Jesús de Monasterio.
Ante su gran éxito en la corte, la reina María Cristina le otorgó una pensión para que ampliara sus estudios de violonchelo en el extranjero.
En 1895 viajó a Bruselas y se instaló más tarde en París, donde trabajó como segundo violonchelista en el grupo Folies-Marigny, pero se enfermó y regresó a España.
Una vez reinstalado en 1896 en Barcelona, fue nombrado profesor en la Escuela Municipal de Música y primer violonchelista en la orquesta del Teatro Liceu, y más tarde formó parte del cuarteto Crickboom con Enrique Granados.
Viajó a Espinho en 1897 y dio un recital en el Palacio de Lisboa invitado por los reyes Carlos y Amelia de Portugal, y la reina María Cristina lo condecoró como caballero de la Orden de Carlos III.
Hizo un segundo viaje a París en 1899, ofreció un concierto privado para la reina Victoria en su residencia de la isla de Wight, y el 12 de diciembre, tras ser recibido fríamente por el maestro Charles Lamoureux, dio un concierto bajo su dirección, obteniendo un gran triunfo.
Se instaló en París en 1900, en donde residió hasta el inicio de la primera guerra mundial. Se dedicó a ser solista de violonchelo, maestro de música y a interpretar música de cámara, por lo que integró un trío con Jacques Thibaut y Alfred Cortot.
Realizó su primera gira por Estados Unidos en 1901, la cual interrumpió por un accidente, por lo que convaleció unos meses en San Francisco, California. En 1904 en Nueva York participó en el estreno del poema sinfónico de Richard Strauss “Don Quijote”, bajo la dirección del mismo compositor, y a invitación del presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, dio un concierto privado en la Casa Blanca.
Para 1909 ya la crítica y el público lo consideraban como el primer intérprete de violonchelo de su tiempo. En 1910 dio su primer concierto en Viena; en 1912 con Jacques Thibaud y Alfred Cortot fundó en París la École Normale de Musique. En 1916 en el Metropolitan de Nueva York, unido a Paderewski y Fritz Kreisler ofreció un concierto a beneficio de la familia de Enrique Granados.
Por primera vez, en 1919 realizó una gira por México, logró gran éxito en sus conciertos, y el que dio en la plaza de toros “El Toreo” fue el más recordado.
El 1° de noviembre de 1920 en Barcelona se celebró el concierto inaugural de la Orquesta Pau Casals, la cual fundó y financió. En 1926, con el fin de promover la música entre los trabajadores catalanes, organizó la Asociación Obrera de Conciertos. La Asociación y la Orquesta perduraron hasta 1939.
Con motivo del homenaje que le ofreció su pueblo natal, en 1927 se colocó una placa en su casa, y participó con gran entusiasmo en la conmemoración del primer centenario del fallecimiento de Ludwig van Beethoven.
La Generalitat lo nombró presidente de la Junta de Música de Cataluña en 1932. En 1933 suspendió sus conciertos en Alemania, en protesta por las políticas totalitarias de los nazis. En 1934 se le dedicó una avenida en Barcelona y recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Edimburgo, y en 1935 el Ayuntamiento de Madrid lo nombró Hijo Adoptivo de la ciudad.
El 18 de julio de 1936, mientras dirigía el ensayo de la Novena Sinfonía de Beethoven, recibió el anuncio de la sublevación militar del general Francisco Franco, que marcó el inicio de la Guerra Civil española.
Enfermo, partió a París en 1939, donde se enteró de la derrota de la República Española, luego se estableció en Prades para auxiliar a sus compatriotas refugiados y a los prisioneros en los campos de concentración.
Entonces decidió su retiro profesional hasta que fueran derrotadas las dictaduras fascistas, y sólo en contadas ocasiones participó en conciertos de beneficencia, como el que dio en Marsella en 1940 a beneficio de la Cruz Roja.
A mediados de junio de 1940 intentó trasladarse a Burdeos, para dirigirse a Inglaterra, pero fracasó y regresó a Prades. En 1942, tras la ocupación alemana de la llamada zona libre, se declaró en reclusión voluntaria, la cual duró hasta agosto de 1944, en que Prades fue evacuada por los nazis.
Al concluir la segunda guerra mundial en 1945, el general Charles de Gaulle lo condecoró como gran oficial de la Legión de Honor. En 1946 después de una gira por Inglaterra, declaró que no volvería a aceptar ninguna invitación o contrato mientras no cambiara la política del gobierno inglés hacia su patria, e incluso se negó a recibir el doctorado honoris causa de la Universidad de Oxford.
En 1950 participó en el Primer Festival de Prades, que se celebró para conmemorar el segundo centenario del fallecimiento de Johann Sebastian Bach; los festivales se continuaron realizando hasta 1966.
Viajó por primera vez a Puerto Rico en 1955, donde el gobierno le tributó los máximos honores. En septiembre fue a Alemania y ofreció un concierto privado en la Beethovenhauses de Bonn.
Decidió establecerse en San Juan de Puerto Rico en 1956, y el 10 de octubre se realizó en el gran paraninfo de la Universidad Sorbona de París, el concierto homenaje con motivo de sus ochenta años de vida, participó la Orquesta Lamoureux y un conjunto de más de cien violonchelistas. El Instituto Politécnico de Puerto Rico le otorgó el doctorado honoris causa.
Se celebró el Primer Festival Casals de San Juan de Puerto Rico en abril de 1957. El 24 de octubre de 1958 en Nueva York pronunció una alocución en favor de la paz y ofreció un concierto en la sala de Asamblea General de las Naciones Unidas.
El 24 de diciembre de 1960, en Acapulco, Guerrero, México, estrenó su oratorio El Pesebre, y empezó a difundirlo en lo que denominó una “Peregrinación por la paz”.
Viajó a Israel en 1961, donde el presidente Ben Gurion le otorgó el título de Ciudadano honorario; también viajó a Japón. El 13 de noviembre, por invitación del presidente John F. Kennedy, ofreció un concierto en la Casa Blanca.
El 22 de junio de 1962 interpretó en Nueva York El Pesebre y el presidente John F. Kennedy le otorgó la Medal of Freedom. El 24 de octubre de 1963 dirigió la interpretación de El Pesebre en la sala de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con motivo de la celebración del xv aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Universidad de Guadalajara le confirió el doctorado honoris causa el 13 de octubre de 1971. Durante la ceremonia de la colación del grado se le ofrecieron varias piezas musicales al violonchelo interpretadas por el maestro jalisciense Arturo Javier González, a quien elogió por escrito el ilustre homenajeado.
Se constituyó en San Juan de Puerto Rico la Fundación Pau Casals el 3 de julio de 1972, y ese mismo año regresó a Guadalajara donde fue nombrado Huésped Distinguido; él exigió ser considerado hijo adoptivo, y expresó su deseo de ver la última luz en esta ciudad, la cual le dedicó una avenida.
El 22 de octubre de 1973 mientras, según su deseo, se interpretaba la canción popular catalana “El canto de los pájaros”, falleció en San Juan, Puerto Rico, donde fue inhumado.
En noviembre de 1979 al producirse la transición de España hacia la monarquía constitucional, sus restos fueron repatriados y recibieron en Barcelona el homenaje del rey Juan Carlos I, del presidente de la Generalitat Josep Tarradellas y del pueblo catalán. Su morada final fue el cementerio de su pueblo natal Vendrell.
Juicios y testimonios
Albert Einstein: “No creo necesario proclamar que Pau Casals es un gran músico, porque a este respecto las opiniones autorizadas son unánimes. Lo que admiro particularmente de él es su firme actitud no sólo contra los opresores de su pueblo, sino también contra los oportunistas siempre dispuestos a pactar con el diablo. Casals ha sabido comprender con gran clarividencia que el mundo corre un gran peligro debido tanto a los que toleran el mal o lo fomentan como a los que lo cometen”.
José García Borras: “Dondequiera que se ame la música, se ama a Casals, porque él es la música”.
Emil Ludwig: “Al que conoce el carácter más frecuente en los músicos, esta sencillez de Casals le produce estupor, pero está muy de acuerdo con su talento”.
Jean Sibelius: “Considero a Pau Casals como el más grande violonchelista que haya existido. Ha desarrollado su arte, desde el punto de vista técnico con la mayor perfección, pero, al mismo tiempo, su arte manifiesta una humanidad que sólo los artistas de verdadera grandeza pueden expresar”.
Leopold Stokowski: “Casals es único, como hombre y como violonchelista”.