De Híjar Ornelas, Tomás
Nació en Guadalajara, Jalisco, el 30 de agosto de 1966, primogénito de los seis hijos que engendraron Benjamín de Híjar González y María Esperanza Ornelas Herrera; él, mecánico tornero capacitado en el cecati; ella, egresada de una Academia Municipal, ambos oriundos de dos municipios de Jalisco: Amatitán y Huejúcar, respectivamente; matrimonio sencillo y sólido, consagrado a la crianza de su prole, a la que inculcó, con la palabra y el ejemplo, honradez y laboriosidad.
Tomás cursó los estudios de primaria en tres escuelas: en el Colegio Anáhuac Revolución de Guadalajara, en la Primaria Rural Federal 21 de Marzo, en el municipio de Ameca, y en la Escuela Urbana número 140 Francisco J. Múgica, de la capital de Jalisco; la secundaria en la Escuela Libertador Miguel Hidalgo, en San Pedro Tlaquepaque y el bachillerato en la Escuela Preparatoria número cuatro de la Universidad de Guadalajara.
A partir de 1979 se involucró en corrillos de tinte cultural e historiográfico, gracias al Centro de Estudios Históricos Fray Antonio Tello, entonces dirigido por su fundador, el sacerdote jesuita Luis Medina Asensio; a los Cursos de Información sobre Guadalajara, coordinados por el profesor Ramón Mata Torres y a la Sociedad de Amigos derivada de dichos cursos, presidida por la maestra Cesarina Gaona. Fue tiempo de iniciación a la literatura y de charlas en torno de tópicos de tinte local o regional, la impronta de la pluma neobarroca de don Artemio de Valle-Arizpe, reeditada por la editorial Diana en los años setenta, y las vacaciones de verano en la campiña huejuquense, dejaron en el muchacho una impronta imborrable para el adulto.
De 1984 a 1989 cursó los estudios superiores en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara. En el año de 1987, el entonces rector del Seminario de Guadalajara, el padre Juan Sandoval Íñiguez, consintió en que, respondiendo a una inquietud personal, hiciera el curso de nivelación humanística –lengua latina, historia patria, literatura y oratoria– de manera simultánea al cuarto año de la carrera de abogado.
En septiembre de 1988 el director del Centro de Readaptación Social, licenciado Roberto Larios Valencia, permitió que prestara su servicio social en el Reclusorio Preventivo. Al siguiente año, siendo pasante de la generación de abogados Guillermo Reyes Robles, fue agregado a la nómina de abogados del Departamento de Servicios Coordinados de Prevención y Readaptación Social del Estado de Jalisco. Concluyó y presentó su tesis “La falta de personalidad jurídica de la corporación religiosa denominada Iglesia” al jurado compuesto por los maestros José Luis Leal Sanabria, Antonio Jiménez González y José Manuel Correa Ceseña, y sustentó su examen profesional. Ese mismo año inició su actividad docente en la Escuela de Enfermería Fray Antonio Alcalde, en el Hospital de la Trinidad.
Ya titulado de abogado, en septiembre de 1990 ingresó al Seminario Conciliar de Señor San José de Guadalajara, la institución educativa más antigua del Occidente de México, donde cursó el bachillerato en Filosofía; fue discípulo del arquitecto Ignacio Díaz Morales y de los brillantes catedráticos Elio Cosma y Lorenzo Fantini. Obtenida la nota aprobatoria en el examen de universa philosophiae, presentó la tesina “El problema del mal en G. K. Chesterton”, en el año de 1992, mereciendo una nota laudatoria de su asesor, el R. P. Dr. Ignacio Gómez Robledo, S. J. En tanto redactaba este trabajo, entabló amistad muy cercana y sostenida por espacio de muchos años con el poeta Benjamín Sánchez, fra’Asinello, Premio Jalisco en Letras en 1964.
Entre 1993 y 1994 prestó un año de servicio social en la comunidad parroquial de Santa María del Tepeyac, en la ladera poniente del cerro del Cuatro, allí impartió clases de Geografía I y II e Historia del Arte, en la Escuela Secundaria Fray Junípero Serra.
Vinieron luego cuatro años de estudios para obtener el bachillerato en Teología, acreditado con el examen de universa theologiae y la tesina intitulada “La angustia óntica en Julien Green”, escritor decano de las letras universales, con quien sostuvo correspondencia epistolar. Entre los años de 1994 a 1997 tuvo la encomienda de rescatar la pinacoteca del Seminario Mayor, compuesta por más de sesenta cuadros al óleo de los siglos xviii al xix; por espacio de dos años dirigió la revista bimestral Apóstol, publicación oficial del Seminario, con un tiraje de 16 000 ejemplares. En 1996, con motivo del tercer centenario de la fundación del Seminario, tuvo bajo su cuidado y responsabilidad la exposición de arte sacro “Trescientos años en Treinta días”, curada por los señores don Jesús Guerrero Santos y don Xavier Torres Ladrón de Guevara, la cual constó de 30 montajes presentados en todas las instalaciones del Seminario: corredores, salones, patios, jardines y capilla, que sirvieron de apoyo visual a obras de arte y objetos antiguos relacionados con la historia del seminario. Apéndice de lo anterior fue una exposición en el Museo del Periodismo y de las Artes Gráficas, denominada “El quehacer educativo del Seminario de Guadalajara durante el siglo xix”, inaugurada en marzo de 1997, de la que fue guionista y asesor.
Ordenado diácono en mayo de ese mismo año, se le destinó a la parroquia de San Andrés Tlaquepaque y a la Curia Arquidiocesana, en calidad de oficial de la Comisión de Causas de Canonización, donde por espacio de cinco años prestó sus servicios, contándose entre ellos la compilación de los documentos historiográficos de la causa de dos universitarios mártires de la persecución religiosa en México, recién beatificados: Anacleto González Flores y Miguel Gómez Loza; fue también notario adjunto para la causa del fundador de la Real Universidad de Guadalajara, el siervo de Dios fray Antonio Alcalde; escribió la investigación Martirologio de Guadalajara durante el siglo xx, compuesta por casi cien fichas biográficas de personajes notables por el testimonio heroico de sus vidas.
Recibido el orden del presbiterado por el cardenal Juan Sandoval, el 31 de mayo de 1998 fue nombrado vicario parroquial de Nuestra Señora del Sagrario, en la zona centro de Guadalajara. Poco después, aceptó la invitación a colaborar en la División de Estudios Jurídicos del cucsh, de la Universidad de Guadalajara, donde impartió la cátedra de Derecho Canónico. También fue admitido como abogado patrono en el Tribunal Eclesiástico de Guadalajara y como asistente eclesiástico de la Junta Diocesana de la Acción Católica en Guadalajara.
En 1999, con el presbítero Ramón García Ruiz, presentó al arzobispo la iniciativa del traslado del Archivo de la Arquidiócesis de Guadalajara del sótano de la Curia al antiguo caserón conocido como del Ave María, lo cual fue aprobado.
Maestro de Historia de la Iglesia y de Filosofía de la Política en la Facultad de Filosofía del Seminario Conciliar de Guadalajara, y maestro de Historia de la Producción de Bienes Culturales y de Iconografía Cristiana en la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, a partir de 2002.
En su ministerio sacerdotal ha sido vicario parroquial de Nuestra Señora del Sagrario de Guadalajara de 1998 a 2001, de Nuestra Señora de Guadalupe Chapalita, de este último año hasta 2005; de El Calvario Parroquia de Jardines del Bosque a partir de 2005; capellán auxiliar de Nuestra Señora de las Mercedes, del 8 de febrero de 2008 al 3 de noviembre de 2009, y a partir de esta fecha capellán del Templo de Santa Teresa, cuyo edificio y órgano restauró, transformando este lugar en un activo centro de culto y de actividades artísticas.
También fue miembro de la Comisión Diocesana de Educación y Cultura, consejero suplente del Consejo Estatal de Familia, a partir de mayo de 2002; cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara (enero de 2003); conductor del programa radiofónico semanal Cultivarte (2004;) cronista del xlviii Congreso Eucarístico Internacional (2004); director de la Biblioteca del Seminario Mayor de Guadalajara (septiembre de 2004); juez único del Tribunal Eclesiástico de Guadalajara (agosto de 2005); director del Boletín Eclesiástico de Guadalajara (enero de 2006); integrante del Instituto Ignacio Dávila Garibi de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara; y profesor-investigador honorario de El Colegio de Jalisco. A la fecha realiza la paleografía, publicación y estudio de los Libros de Visita del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Ha aportado a las letras trabajos de investigación de carácter histórico, jurídico o humanístico, dadas a la luz pública en diversas publicaciones locales. Ha impartido en los más diversos foros un centenar de conferencias.
Es autor de los libros: Canonización de veintisiete santos mexicanos (2000); Miguel Flores de la Cruz y Andrés Galindo, dos seminaristas sacrificados por su fe (1998); José Garibi Rivera, artífice de paz. Crónica de su vida (1999); Las cuentas de fray Antonio (2002); Fray Antonio Alcalde y su legado a la posteridad (2003); Arte Sacro, arte nuestro (2004); Bicentenario del Templo Parroquial de Mexicaltzingo. Fe, historia y arte (2008); Las pastorelas en Jalisco (2008); Diccionario de Eclesiásticos en la Insurgencia de México (2010); Silencio y oración litúrgica. La comunidad de monjas dominicas de Santa María de Gracia de Guadalajara a 425 años de su fundación (2013).
Ha tenido a su cuidado las ediciones de los libros: O sacrum convivium, compilación de poemas eucarísticos (2001); Romancero de la vía dolorosa, edición de lujo (2001); Juan Diego, historia de un gran amor (2002); La Palabra. Edición homenaje al maestro Anacleto González Flores (2002); las Memorias del xlviii Congreso Eucarístico Internacional; Obras de Anacleto González Flores (2005); Semblanza del mártir Luis Padilla Gómez (2007) y Seguir a Jesús sirviendo al Reino. Es coautor de la Semblanza biográfica de la R. M. Felicitas de la Cruz Murillo (2002); Orfebrería eucarística y Jardines del Bosque, Barragán y su hábitat 1955-2005.
Ha escrito las presentaciones de los libros: Mis pensamientos, de Bernardo Villarroel (2004); Espejo y enigma, de Benjamín Sánchez (1999) y Guadalupe, ¿mito o verdad?, de Luz María Mora (2003).
Ha participado en obras colectivas con las aportaciones: Doce monos negros, obra gráfica de Juan Carlos Macías Islas (2000); Mueren ajenos a las armas, de Mártires de Cristo Rey (2000); El Fraile de la Calavera (2004); La Eucaristía, luz y vida del nuevo milenio (2004), Beatos Anacleto González Flores y nueve laicos mártires mexicanos (2004); El Seminario de Guadalajara: una historia que se sigue escribiendo (2006); y Las sedes provisionales de la Catedral de Guadalajara (2012).
En materia jurídica es autor de una Compilación de apuntes para la asignatura de Derecho Canónico (2001).
Sus artículos publicados son: “La aplicación normativa del Concilio Ecuménico Vaticano II” (2005); entre 2003 y 2005 escribió para la publicación Fianceé los artículos “Preparación al matrimonio”; “Bienes y exigencias del amor conyugal”; “Noviazgo y matrimonio”; “Lo que Dios ha unido”; “¿Amas con razón?”; “La bancarrota del matrimonio ‘tradicional’”; “Obligaciones esenciales del matrimonio”; “Consentimiento libre y ponderado”; “Ignorancia esencial del matrimonio”; “Cualidades equivocadas”; “Exclusión de la fidelidad”; “Exclusión de la dignidad sacramental”; “Exclusión del matrimonio” y “¡Tener hijos! Ni locos…”.
De índole pastoral y de divulgación: “Aniversario glorioso”, “La misión”, “La vida contra la muerte”, “Madre de los mexicanos”, “El mapa del tesoro”, “La vida simple”, “De vacaciones”, “La tía Cuca”, “El Año Santo”, “Tarjeta navideña”, “Guadalajara en su día”, “Nuevos santos mexicanos”, “Del que Dios va lisiando”, “Después de la tempestad”, “Viajes y viejas”, “Amores perros”, “De hundimientos y topes”, “La enfermedad de nuestro tiempo”, “Homoporcus”, “La yunta de Silao”, “No hay tiempo que no se llegue”, “La tienda de don Santos y La ventana”. “Por Dios y por la patria”, “Los frutos del xlviii Congreso Eucarístico Internacional”, “Los frutos de la misión”, “Os anunciamos un gozo inmenso”, “En el crisol del amor”, “La visita pastoral”, “Por una navidad sin diferencias”, “Año nuevo, vida nueva”, “La religiosidad popular: devociones, peregrinaciones y fiestas”, “María, ejemplo perfecto de amor”, “María de Guadalupe nos lleva al encuentro con Jesús” y “La raíz del pecado desde la óptica del apóstol del sentido común, a setenta años de la muerte de Gilbert Keith Chesterton”.
De tipo hagiográfico, son sus escritos publicados entre los años de 1993 a 2008: Cenit; Un camino hacia la entrega total; Dos seminaristas sacrificados por su fe; Antonio Alcalde, el fraile de la calavera; Teresa de Calcuta, la lógica del amor; Perfil humano de S. S. Juan Pablo II; Juan Diego Cuahutlatoatzin, una historia accidentada; Federico de Aguinaga López, un congregante ejemplar; Mateo Correa Magallanes, semblanza de un mártir; Los mártires mexicanos: pautas y criterios de una causa de canonización; Fray Antonio Alcalde, genio de la caridad; San Rodrigo Aguilar Alemán, San Julio Álvarez, el sastre de los pobres; Un tapatío en camino a los altares, En torno a la infancia de san Rafael Guízar y Valencia; Los mártires beatificados el 20 de noviembre de 2005; Anacleto González Flores: efemérides a 75 años de su muerte; La forja del amor: a 80 años del martirio de san Jenaro Sánchez Delgadillo; A dos años de la beatificación de 13 mártires mexicanos y Una ruta de los santos en la Iglesia de Guadalajara; Datos de la vida de san Bernabé de Jesús Méndez. Un himno a la felicidad; En torno al martirio de san Mateo Correa; San Pedro de Jesús Maldonado; A ochenta años del martirio de santo Toribio Romo; Julio Álvarez, mártir tapatío. De sastre a santo; El caso de San David Uribe. El martirio no se improvisa; Acerca del martirio de san Sabás Reyes; La acción social de san Cristóbal Magallanes Jara; Por Dios vivimos y por Él morimos; La fama de santidad de San David Galván.
A la historia eclesiástica pertenecen sus trabajos: El año jubilar guadalupano, lxxxv aniversario de Apóstol, Rectorado del padre Jesús Becerra, Seis estampas del santuario de la Soledad, Con la fuerza del león, Un seminario josefino, Los inicios, El Seminario y la Universidad de Guadalajara, Cuentas claras, amistades largas, El chocolate del señor rector, La diócesis de Guadalajara y su Seminario, Noticia histórica de la parroquia de Huejúcar en 1752, Las cofradías de la parroquia de Colotlán en 1799, Las cuentas de un obispo ilustrado, La acción social del primer Congreso Eucarístico Nacional Mexicano, Guadalajara, ciudad “eucarística”, La jornada eucarística de 1923, Postura del Papa Pío XI en la víspera de la persecución religiosa en México, El impacto de los Congresos Eucarísticos Internacionales en la vida eclesial, La Guadalupana en España y México, El corazón de la cristiandad; Guadalajara, 1906: a cien años del i Congreso Eucarístico Internacional; Semilla de nuevos cristianos: a un año de la beatificación de Anacleto González Flores; Los orígenes de la devoción eucarística en Guadalajara; Santa María Magdalena de Apozol, cien años de vida; Madre Santísima de la Luz (1956-2006), Parroquia de San Carlos Borromeo de Guadalajara; Parroquia de Nuestra Señora de la Defensa, un cuarto de siglo de vida; Parroquia de Cristo Resucitado, veinticinco años de existencia; Parroquia de María, Madre de Cristo, bodas de plata; Parroquia de María, Medianera de todas las Gracias, veinticinco años; La comunidad parroquial de Jesús Niño, a un cuarto de siglo de su creación; Parroquia El Calvario de Zapopan, 1981-2006; Parroquia de San Francisco de Zoquipan; Breve crónica del Simposio Internacional Teológico y del xlviii Congreso Eucarístico Internacional; y La Iglesia y la Independencia de México.
De carácter biográfico son sus artículos: “Las vacaciones de don Chío”; “Don Juan de la Torre, conquistador del Nayar”, “Agustín Yáñez, tiempo y forma”, “El pontificado”, “José de Jesús Ortiz y Francisco Orozco y Jiménez, crónica de sus episcopados”; “Un capítulo de la guerra de independencia: crónica de la destrucción de Huejúcar”; El padre Chayo: un servidor que no conoce el cansancio”; “El catolicismo de Agustín Yánez”; “Feliciano Romo, introductor del cultivo del agave en el valle de Amatitán”; “Ricardo Palacios Ruiz, in memoriam” y “Nicolás Valdés Huerta a 100 años de su nacimiento”.
De historia del arte ha publicado: La escuela queretana de escultura en Guadalajara (2003); Eucaristía y arte cristiano (2004); A propósito de una exposición (1997); Dios, la naturaleza y el hombre en la obra de don Alfonso de Lara Gallardo (2003); Tesoros del arte cristiano (2003 ) y Dolor y gozo en la obra de Gabriel Flores (2004).
De archivística ha escrito: “Los fondos documentales del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara”, Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara (2002) y el “Curso práctico de Archivística Eclesiástica”, que consta de diez capítulos, publicado de enero a noviembre en el Boletín Eclesiástico de la Arquidiócesis de Guadalajara en el año 2006.
El 23 de junio de 2015 ingresó a la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística de Guadalajara con el trabajo “De cómo la caprichosa vinculación de dos eclesiásticos consolidó en el siglo xix, la vocación del paisaje agavero del valle de Amatitán en el estado de Jalisco. Feliciano Romo de Vivar y Jesús López Limón”. El 7 de septiembre de 2015 presentó su trabajo de ingreso al Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Guadalajara titulado “Efectos y consecuencias de la desindianización de los pueblos de la Intendencia de Guadalajara y del Estado de Jalisco de la Constitución de Cádiz a la legislación particular de esta entidad, 1812-1856”. Y también es miembro de la Asociación Civil Domingo Lobato Bañales.
En la actualidad continúa su ministerio sacerdotal y magisterial, y sus investigaciones históricas y estéticas.
Juicios y testimonios
Jaime García Elías: “Es uno de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Guadalajara más leídos y escribidos”.
Diana Martínez: “Delgado, de tez blanca y ojos muy negros que se ocultan detrás de unos anteojos oscuros […] Es bibliotecario e historiador, le gusta escribir cuentos y ensayos, tocar el piano, cantar y dibujar”.
Janet Ochoa Hermosillo: “Es un personaje de la ciudad de Guadalajara. Desde el ámbito religioso ha sabido promover la cultura literaria y musical del Estado de Jalisco. Incansable gestor de actividades artísticas, es también un cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara”.