Biografías por órden alfabético

Manuel, Martínez Valadez


Nació en Arandas, Jalisco, el 10 de noviembre de 1881. Fueron sus padres la señora Matilde Valadez y el abogado Francisco Martínez Barba.

Sus primeros estudios los hizo en su pueblo natal, a cargo de su culto padre. Pero debido a su naturaleza rebelde, le era casi imposible someterse a la disciplina escolar. Por un tiempo estuvo en el Seminario de Guadalajara, pero luego regresó a su casa, ahí su padre le enseñó lenguaje y literatura castellana, filosofía escolástica y otras disciplinas.

En 1908 se trasladó a Guadalajara para matricularse en el Liceo de Varones del Estado de Jalisco, donde participó en los grupos estudiantiles y muy particularmente en el Centro Bohemio. En 1913 ingresó a la Escuela Libre de Derecho, pero al año siguiente suspendió sus estudios para ir a participar en la defensa del Puerto de Veracruz, invadido por Estados Unidos.

En el semanario El Oriente publicó algunos poemas, luego colaboró en las publicaciones Etcétera, Blusa Roja y El Occidente. Sus artículos los firmaba con el seudónimo de Chencho Pitarrillas en recuerdo de un popular personaje de su pueblo natal.

En 1914, 1917 y 1928 montó varias exposiciones de su obra pictórica y algunas de sus obras aún existen en el Museo del Estado de Jalisco.

En 1921 fue electo diputado al Congreso del Estado de Jalisco por el distrito de Arandas. También fue profesor de la Escuela Preparatoria de Jalisco y de la Escuela Normal de Jalisco, militante de la Unión de Educadores Jaliscienses y colaborador en la serie de libros “Acción”.

Del 23 de marzo de 1922 a noviembre de 1923 fue jefe del Departamento de Educación Preparatoria y Profesional del Gobierno del Estado de Jalisco.

De 1927 a 1933 fue director de Educación Primaria y Especial del Estado de Jalisco, donde prestó gran apoyo a los profesores jóvenes.

Sus obras publicadas fueron: Visiones de provincia (1918); Los nuevos poetas jaliscienses (1922); Alma solariega (1923); Visiones de provincia y alma solariega (1923); En un cielo sin mancha. Como el mundo cristiano celebra la pasión (1923); ¿Existe una literatura mexicana moderna? (1925). Y se editaron en forma póstuma: Del villorrio quieto. Antología Poética (1943); María de los ojos negros. Ahora tenemos un espectáculo (1945) y sus Obras completas, que editó la Universidad de Guadalajara en 1975.

Fue electo diputado al Congreso de la Unión para el periodo 1934-1937. Pero no pudo concluir sus labores legislativas al perpetrarse una trifulca en el recinto de la Cámara de Diputados de la capital del país el 11 de septiembre de 1935, hecho en el que una bala perdida lo alcanzó, hiriéndolo mortalmente.

Una calle de su ciudad natal lleva su nombre.

Juicios y testimonios

Constancio Hernández Allende: “Como genuino valor de su entorno, fue más que un poeta un pensador original, con conocimiento de las necesidades populares insatisfechas. Representó como artista y filósofo el gesto gallardo de una juventud bohemia jalisciense, comprometida con la doctrina y acción de la revolución social de 1910”.