Los primeros universitarios

Bucheli y Velásquez, José María

Nació en la Villa de Santa María de los Lagos, del Reino de la Nueva Galicia, el 2 de enero de 1754. Fueron sus padres los señores Bartolomé Bucheli y Juana Velázquez. Su padre era natural del Marquesado de Final en Génova y naturalizado español, y ocupó los cargos de alcalde mayor de Lagos y de Charcas, y de corregidor de Cuquío.

Durante cinco años y medio cursó Latín, Retórica y Filosofía en el Seminario Conciliar de Guadalajara. Obtuvo el primer lugar de su grupo, y se desempeñó brillantemente en algunas funciones literarias.

Pasó a la Ciudad de México, donde se matriculó en el Colegio de San Ildefonso para cursar Cánones. Ahí también logró los primeros lugares y sostuvo acto mayor y menor de Jurisprudencia, y obtuvo el grado de bachiller en Cánones.

En 1799 fue invitado por el primer obispo de Linares, Antonio de Jesús Salcedón, a pasar a esa ciudad, en calidad de prosecretario. Pero ante el casi inmediato fallecimiento del prelado Salcedón, regresó a Guadalajara, donde el obispo fray Antonio Alcalde lo ordenó sacerdote en septiembre de 1780. Luego presentó examen ante la Real Audiencia de Guadalajara, la cual le expidió el título de abogado, el 23 de diciembre inmediato.

Su biógrafo, Alberto Santoscoy, supone que regresó a Linares. En 1783 la Real Audiencia de México también le expidió título de abogado.

En 1789 retornó nuevamente a Guadalajara, donde fue nombrado promotor fiscal de la Curia Diocesana.

El 3 de noviembre de 1792 tomó posesión como primer catedrático de Cánones de la Real Universidad de Guadalajara, en la cual se convirtió en su primer graduado, al recibir los grados de licenciado y doctor en Cánones el 20 y 28 de abril de 1793, respectivamente.

Muy pronto dejó su cátedra universitaria, y presentó su renuncia el 27 de abril del citado año de 1793, al ser nombrado prebendado del Cabildo de la Colegiata de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, de cuya prebenda tomó posesión el 28 de junio inmediato.

Además, en la Ciudad de México fungió como fiscal del Tribunal de la Inquisición, rector del Colegio de Abogados, y ministro del Real y Apostólico Tribunal de la Gracia de Madrid, aunque este cargo ya no lo ocupó debido a la consumación de la independencia de México. En 1811 fue vicario capitular en sede vacante, por el fallecimiento del arzobispo Francisco Javier Lizana.

El emperador Agustín I lo condecoró con el título de capellán honorario de la Corte, y en 1821 lo nombró rector del Colegio de San Ildefonso, cargo al cual renunció “por sus muchas atenciones, y acaso según se asegura, por la variación del traje antiguo en el uniforme que le decretó el gobierno imperial”.1

También fue juez de testamentos, capellanías y obras pías del Arzobispado de México. Además de provisor, vicario general y gobernador de la Mitra desde 1821, concediéndole el papa León XII la facultad de administrar confirmaciones por la falta de obispos.

Del Cabildo de la Colegiata de Guadalupe pasó al Cabildo de la Catedral de México, en 1831 ascendió a la dignidad de arcediano, luego llegó a deán o presidente de la corporación, y como tal mantuvo muy serias dificultades con el presidente de la república Valentín Gómez Farías, con motivo de las reformas de 1833, que afectaron el estatus jurídico de la Iglesia. Y también le correspondió administrar los últimos sacramentos al presidente de la república, Miguel Barragán.

Falleció el 7 de abril de 1837 en la Ciudad de México.

En el Colegio de San Ildefonso se develó una pintura con su imagen en el aula mayor.


Referencias
  1. Alberto Santoscoy, “El doctor don José María Bucheli. Canonista”, Obras completas, Guadalajara, Unidad Editorial del Gobierno del Estado de Jalisco, 1984, tomo ii, p. 28. ↩︎