Los primeros universitarios

De Gorriño y Arduengo, Manuel María

Nació en San Luis Potosí, capital de la Intendencia del mismo nombre, el 23 de noviembre de 1767. Fueron sus padres los señores Juan de Gorriño y María Antonia Arduengo. Su padre fue regidor, teniente de alguacil mayor y alcalde ordinario de San Luis Potosí.

En su ciudad natal hizo sus estudios elementales y luego se matriculó en el Colegio de San Francisco de Sales de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, en San Miguel el Grande, donde de 1780 a 1786 cursó Retórica y Filosofía. Dicho Colegio era regenteado entonces por el sabio doctor Benito Díaz de Gamarra.

Ya como diácono, en 1793 se trasladó a la Ciudad de México con el fin de continuar sus estudios. Se hospedó en una casa ubicada en el portal de la Sangre de Cristo, donde compartió habitaciones con Juan Antonio Montenegro, con quien llegó a integrar uno de los tres grupos que por esos años, influidos por el ideario de la revolución francesa, protagonizaron una de las primeras conspiraciones por la independencia de México. Y tras ser denunciados por Manuel Velasco, fue sometido a investigación con sus compañeros por el Tribunal de la Inquisición. Durante las pesquisas inquisitoriales, Gorriño se mostró como

persona timorata y tímida al extremo [...] Dijo que Montenegro, al hablar de cuestiones de Estado, lo hacía al modo de chanza y para darse aires de instruido por encima de sus compañeros [...] En todo este asunto [de la conspiración] mostró increíble habilidad y discreción, aceptó el conocimiento de otros muchos conjurados; pero nunca cayó en el riesgo de aceptar la relación con Juan Guerrero [otros de los miembros de los grupos conspiradores], que hubiera sido de impredecibles consecuencias para todos.1

De regreso a San Luis Potosí, fue ordenado sacerdote y atendió la Parroquia de San Sebastián.

En 1795 regresó nuevamente a la capital del Virreinato, e ingresó a la Real y Pontificia Universidad de México para estudiar Teología. En 1798 se matriculó en el Colegio de Santa María de Todos los Santos, del cual fue rector en dos ocasiones. Ya para 1802, estaba nuevamente en su ciudad natal.

El 10 de junio de 1808 recibió el grado de licenciado en Teología en la Real Universidad de Guadalajara, y el 21 inmediato se le confirió la borla doctoral.

En San Luis Potosí continuó en el ejercicio de su ministerio sacerdotal. En 1813 fue electo diputado a las Cortes Españolas, a las cuales no concurrió por haberse suprimido el sistema representativo. Y en 1819 fue nombrado comisario interino del Tribunal de la Inquisición.

Al consumarse la independencia redactó el primer proyecto de la Constitución del Estado de San Luis Potosí, e integró la Comisión Calificadora de impresos útiles. Luego fue electo diputado al Congreso Constituyente de su estado natal, instalado el 21 de mayo de 1824, y del cual fue su presidente.

En su proyecto de Constitución propuso en el artículo número 171, la fundación de “un colegio donde se estudie por principios las ciencias políticas, eclesiásticas, matemáticas, físicas, bellas artes y otras que ilustren al ciudadano”.2 Por lo que se le consideró el precursor de la Universidad Potosina.

En 1826 fundó el Colegio Guadalupano Josefino, el cual se inauguró el 2 de junio, siendo su primer rector. Luego renunció por motivos políticos; en 1831 volvió a dirigirlo, y a su muerte le legó su biblioteca.

También donó recursos económicos para la construcción del acueducto de La Cañada del Lobo, para el Hospital de San Juan Dios, y estableció dos capellanías en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

Escribió: El hombre tranquilo o reflexiones para mantener la paz del corazón en cualquier fortuna (1802); Compendio de la historia de la milagrosa renovación de la imagen del Santo Cristo de Santa Teresa, venerada en el Convento Antiguo de Religiosas Carmelitas Descalzas de México (1804); Sermón de la Cátedra de San Pedro de Antioquía, predicado en 22 de febrero del año de 1803 en la fiesta que celebra en este día la Ilustre Congregación del Príncipe de los Apóstoles, fundada con Autoridad Pontificia en la Iglesia Parroquial de la Ciudad de San Luis Potosí (1804); Meditaciones de Cristo Crucificado. Práctica espiritual para tres días en que se pide a Dios la conversión de corazón a S. M.; Los sepulcros. Escritos por Mr. Hervey párroco inglés, traducidos del francés por el abate Roman Leñoguri (1805); Oración eucarística que en la solemne acción de gracias que celebró la ciudad de San Luis Potosí en su Iglesia Parroquial a María Santísima de Guadalupe del Santuario del Desierto, tres leguas distantes de esta ciudad el día 3 de julio del año de 1805 por el pronto socorro de las aguas, alcanzando la intercesión de esta Señora (1806); Memorial al Ayuntamiento de San Luis Potosí (1809); Filosofía de la fe católica (1811); Reflexiones sobre la incredulidad (1814); Sermón segundo de la Cátedra de San Pedro en Antioquía, que predicó el 22 de abril de 1816 (1817); Manifiesto. El Honorable Congreso del Estado de San Luis Potosí a los Pueblos de su demarcación (1824); Ensayo de una constitución política que ofrece a todos los habitantes del Estado Libre de la Luisiana Potosina, o sea de San Luis Potosí, unido a la Federación Mexicana el ciudadano D. M. M. G. A. Año de 1825 (1825); Erección de una Casa de Estudio en la capital del Estado de San Luis Potosí para su juventud, debida a los extraordinarios esfuerzos de su Excmo. Gobernador el Sr. D. José Yldefonso Díaz de León (1826); El Lic. D. Juan Barragán Cano, Pbro.; Vidas de jesuitas ilustres, de Juan Luis Maneiro, traducción del latín; *Compendio histórico de la Revolución Francesa; Relación histórica de lo que padecieron los sacerdotes franceses no juramentados; Vida de Toussaint Louberture; y Monitor para la juventud del Colegio Guadalupano Josefino.

Falleció en la ciudad de San Luis Potosí el 29 de agosto de 1831, en medio del sentimiento de la población.

En 1990 la Casa de la Cultura y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de San Luis Potosí publicaron una edición facsimilar de su Ensayo de una constitución política que ofrece a todos los habitantes del Estado Libre de la Luisiana Potosiense o sea de San Luis Potosí, unido a la Federación Mexicana.

Juicios y testimonios

Juan Bautista Iguíniz: “Su pasión por el estudio jamás se agotó y aparte de su ilustración, muy vasta para su época, conocía las lenguas latina, francesa e italiana”.


Renato Iturriaga: “El doctor Gorriño y Arduengo fue un prohombre potosino que aportó su lucidez intelectual al fraguado de lo mexicano”.


Rafael Montejano y Aquiñaga: “Hombre de amplia cultura, filósofo, educador y político, escribió varias obras y tradujo otras; también fue un generoso filántropo [...] Como traductor utilizó el anagrama de Roman Leñoguri”.


Referencias
  1. Raúl Cardiel Reyes, La primera conspiración por la Independencia de México, México, sep 80, fce, 1982, pp.45-51. ↩︎

  2. Jesús Montilla, El doctor Gorriño y Arduengo. Su proyecto para la primera Constitución Potosina 1825, San Luis Potosí, Casa de la Cultura, Conaculta de San Luis Potosí, 1990, p. lxix↩︎