La organización de la Real Universidad
De la enseñanza de las Artes o de la Filosofía
De su integración medieval originaria en las escuelas conventuales –en las cuales se impartían las Artes Liberales, divididas en dos ciclos lectivos: el trivium, que comprendía la Gramática, la Lógica o Dialéctica y la Retórica; y el cuadrivium, con las asignaturas de Aritmética, Geometría, Música y Astronomía–, en la Nueva España el Bachillerato o Facultad de Artes –denominación que se le daba cuando tenía rango universitario–
había perdido gran parte de su carácter de estudio enciclopédico cuando dejó de abarcar a las siete artes liberales y pasó a llamarse generalmente Filosofía, que era el contenido del último curso. Para muchos humanistas la enseñanza del trivium y el quadrivium había fracasado y el porvenir de la cultura se encontraba en la formación humanista, o sea la aplicación de los conceptos pedagógicos del mundo clásico.1
De aquí que en Guadalajara, para las postrimerías del siglo xviii, la enseñanza media se limitaba al Curso de Artes del Seminario Conciliar de San José, y se reforzó con el restablecimiento del Colegio de San Juan Bautista.
El futuro estudiante universitario debería probar haber ganado un curso de Retórica y dos de Filosofía, y aspirar así a la obtención del grado menor de bachiller en Artes, para quedar de esta forma habilitado para ingresar a las facultades.
Referencias
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María del Pilar Gonzalbo Aizpuru, Comentario a “La organización de los estudios durante el primer siglo de la Real Universidad de México”, Enrique González González, Memoria del Segundo Encuentro sobre Historia de la Universidad, México, Centro de Estudios de la Universidad de la unam, 1986, p. 86 ↩︎