Los primeros universitarios
De Roca y Guzmán, Salvador Antonio
Nació en Compostela –en el actual estado de Nayarit–, y fue bautizado1 el 23 de enero de 1738. Fueron sus padres los señores Teresa Guzmán y Gabriel de la Roca.
Ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara donde realizó la carrera eclesiástica durante los doce años reglamentarios de Latín, Ciencias, Filosofía y Teología, hasta ser ordenando sacerdote por el obispo Diego Rodríguez de Rivas y Velasco, quien lo tuvo en muy alta estima nombrándolo su confesor y –en su momento– su albacea testamentario.
En la Real y Pontificia Universidad de México, el 17 de diciembre de 1767 obtuvo el grado de licenciado en Teología, el cual incorporó a la Real Universidad de Guadalajara. Y en la misma Universidad, el 18 de diciembre de 1793, recibió la borla doctoral en Teología.
En el Seminario Conciliar fue catedrático, y en varias parroquias del Obispado ejerció su ministerio sacerdotal, y fue cura de Fresnillo, Zacatecas.
El 30 de julio de 1769 ingresó al Cabildo Catedralicio como canónigo lectoral; el 16 de marzo de 1777 fue nombrado tesorero; el 16 de julio de 1781 ascendió a arcediano; y finalmente el 26 de julio de 1782 culminó su carrera eclesiástica como deán, la máxima dignidad catedralicia.
Como canónigo desempeñó las más altas encomiendas eclesiásticas; así, en 1786 fue comisionado a la capital del Virreinato para hacer efectiva la incorporación al Obispado de Guadalajara, de las parroquias de Zapotlán el Grande, Colima y La Barca, entonces dependientes del Obispado de Michoacán. En 1788 el obispo fray Antonio Alcalde lo nombró glosador y revisor de las cuentas para la construcción del Real Hospital de San Miguel de Belén. En 1794, tras el inesperado fallecimiento del obispo Esteban Lorenzo de Tristán, tomó posesión del gobierno del Obispado en sede vacante, como vicario capitular, y en 1796 tomó posesión del obispado, como apoderado del obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas.
De 1776 a 1781 fue rector del Seminario Conciliar de Guadalajara; y el 3 de noviembre de 1792, en su calidad de deán del Cabildo de la Catedral, le correspondió oficiar en el Templo de Santo Tomás la solemne misa de inauguración de la Real Universidad de Guadalajara.
En torno de su persona y de la calidad de su ministerio, el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas en unos apuntes sobre la situación de los clérigos de su obispado, escribió:
Eclesiástico de lúcidas costumbres y de muchos años de servicio en la Iglesia: práctico en materia de gobierno, pero condescendiente y de poco espíritu y resolución: muy devoto en la dirección espiritual de religiosas y práctico capellán de las Capuchinas: y es lástima tenga la opinión de rico con exceso.2
Falleció en Guadalajara y fue inhumado el 16 de julio de 1804 en la cripta de la Catedral.
Juicios y testimonios
Benjamín Ruelas: “Gratitud profunda al Sr. Rector D. Salvador Antonio Roca, que se distinguió por haber fundado becas para el Seminario”.