La Dirección de Estudios Superiores del Estado de Jalisco (1934-1937)
Dirigentes de la futura Universidad Autónoma de Guadalajara hacen uso de la denominación histórica Universidad de Guadalajara
Una vez que las partes fijaron sus posiciones irreductibles, se planteó la cuestión fundamental: ¿cuál institución de enseñanza superior jalisciense heredaría la denominación histórica de Universidad de Guadalajara?
Los autónomos no perdieron el tiempo, y el 22 de julio de 1937 el segundo rector de la Universidad de Occidente doctor Fernando Banda, viajó a la Ciudad de México para tratar la problemática que planteaban las bases propuestas por la Universidad Nacional para la incorporación de estudios, entonces declaró:
Que el Consejo Directivo de la antigua Universidad Autónoma de Occidente aceptó las proposiciones de la Rectoría Nacional, y para que la renovación propuesta se haga total, tomó la decisión de que el nuevo instituto se denomine Universidad de Guadalajara, la cual constará de Facultades y Escuelas de Derecho y Ciencias Sociales, Medicina, Ciencias Químicas, Odontología, Escuela Preparatoria, Comercio e Ingeniería.
El mismo doctor Banda dice haber conseguido luego que la incorporación recientemente concedida por la Universidad Nacional de México a la extinta Universidad Autónoma de Occidente, se conceda luego también a la Universidad de Guadalajara; habiéndose aprobado tal cosa hoy por el Rector de la Universidad Nacional Autónoma, licenciado Luis Chico Goerne.1
El 24 de julio inmediato el doctor Fernando Banda, ostentándose ya como rector de la Universidad de Guadalajara, publicó en El Informador una inserción pagada titulada precisamente “Universidad de Guadalajara”, en la cual comunicaba:
Ayer quedó aprobado por el Consejo de la citada Universidad de Provincia, adoptar el nombre de UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA, que es el que legítimamente le corresponde y como punto de partida de su reorganización completa; velando así, además, por mantener incólume el prestigio de un instituto de cultura que, no obstante ser respetado en toda la república por su seriedad y por su categoría cultural, fue clausurado mediante decreto que, por razón política del momento, se dictó en los días en que el Lic. [Sebastián] Allende iniciaba la embestida callista contra los centros de cultura.
Al aceptarse sin reserva el plan de la Universidad Nacional de México para ensanchar el esfuerzo cultural sostenido entusiasta y tesoneramente en Jalisco por sus elementos de mayor relieve intelectual, la UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA vuelve a la vida, teniendo ante sí un panorama social más amplio y fecundo y un amor más acendrado por la verdadera cultura, que seguirá floreciendo en la ciudad de Guadalajara con la espontaneidad y fuerza con que siempre ha florecido el saber en el Estado de Jalisco.2
En contrapartida, Alfredo Mendoza Cornejo escribe:
Al no haber obtenido los autónomos los resultados apetecidos a través de las negociaciones, la campaña publicitaria de desprestigio a la educación pública y las declaraciones intimidatorios de algunas autoridades de la unam y de la dirigencia de la cne optaron por cambiar el nombre a su institución de Autónoma de Occidente por el de Universidad de Guadalajara, lo que sin duda les acarrearía múltiples beneficios en el corto tiempo. Así, en una junta de sus autoridades, se autodesignaron Universidad de Guadalajara, en un acto de temerario plagio histórico.3
Por lo que resulta paradójico que esta acción de los dirigentes universitarios autónomos Ángel y Antonio Leaño Álvarez del Castillo, Carlos Cuesta Gallardo y el citado doctor Banda, entre otros, determinó la quinta restauración de la Universidad de Guadalajara.