Hacia el primer milenio de las universidades

El concepto de universitas

El concepto universidad, que en su acepción etimológica se remonta a la cultura clásica romana, aparece en la lengua latina como universitas, el cual significa “el conjunto de todas las cosas”.1 Para Cicerón es el mundo, el universo. Columela escribe sobre las universitas rustications, la agricultura en general. Plinio se refiere al todo del discurso, con universitas orationis.2 Pablo de Ballester explica que la idea griega de universidad fue:

Panepistimion. Pan: todo, por completo, integrado; epi: encima; istimi: estar (de donde viene estatua, stabat mater, etc.) El universitario es aquel que está encima de su tema, es decir, el que está dominando su materia, el que se ha enseñoreado perfectamente de un conocimiento. No el que se informó y lo transmite, sino que lo posee, que está encima de eso, que es suyo.3

Ya en latín tardío el concepto universitas se circunscribió al “conjunto de personas asociadas, gremio”,4 a toda corporación, a toda comunidad o reunión de gentes o de cosas y, de acuerdo al “Digesto”, específicamente a los gremios de artesanos. Finalmente, hacia el siglo xii, cada vez más se refirió en específico “a la comunidad (societas, corporación) de maestros, de estudiantes o de ambos”,5 y se vulgarizó como universidad.

También se utilizó la denominación de studium generale, con el significado de un plantel general para todos los estudiantes aptos para esa clase de estudios, y más tarde se refirió al estudio general o universal del saber.

El rey Alfonso X el Sabio, en Las siete partidas dio una de las definiciones más célebres y precisas de lo que es una universidad, escribió: “[Es el] Ayuntamiento de maestros y de escolares, que es hecho en algún lugar con voluntad y entendimiento de aprender [todos] los saberes”.6

En la actualidad se puede entender por universidad “el establecimiento de enseñanza superior, formado por facultades, colegios o institutos, en donde se enseñan carreras profesionales, se investigan materias como la Física, la Filosofía, la Ingeniería, etc. y se otorgan los grados académicos correspondientes”. 7


Referencias
  1. Parvus dúplex, Diccionario latino-castellano y castellano latino, Buenos Aires, Editorial Sopena, 1945, p. 501. ↩︎

  2. Primer diccionario etimológico de la lengua española, Madrid, Establecimiento Tipográfico Álvarez Hermanos, 1883, tomo v. ↩︎

  3. Pablo de Ballester, El fantástico Mundo Griego, México, Publicaciones Cruz O., 1991, p. 187. ↩︎

  4. Guido Gómez de Silva, Breve diccionario etimológico de la lengua española, México, fce, 1991, p. 703. ↩︎

  5. Rolando Tamayo y Salmorán, La universidad epopeya medieval, México, unam, 1987, p. 17. ↩︎

  6. Alfonso X el Sabio, Las siete partidas, Antología, México, Porrúa, 1973, pp. 229-230. ↩︎

  7. Luis Fernando Lara (dir.), Diccionario básico del español de México, México, El Colegio de México, 1986, p. 537. ↩︎