Desarrollo histórico (1791-1821)

La Universidad entre las conspiraciones independentistas

Para 1808 Guadalajara tenía alrededor de treinta y cinco mil habitantes, y se vio inmersa en la gran crisis que provocó la invasión de las tropas francesas de Napoleón Bonaparte a la metrópoli.

En Aranjuez, el 19 de marzo de 1808, el rey Carlos IV
abdicó a favor de su hijo Fernando VII, quien fue a entrevistarse con Napoleón a Bayona, mientras el 2 de mayo el pueblo español se rebeló en Madrid contra los franceses. El 8 del citado mes de mayo, Fernando VII se vio obligado a abdicar a favor de su padre, quien a su vez le cedió la Corona a Napoleón, y éste proclamó rey de España a su hermano José.

En tanto, en la capital del Virreinato novohispano, el 31 de agosto se juró fidelidad a Fernando VII, y el 15 de septiembre se destituyó al virrey José de Iturrigaray, quien fue sustituido por el mariscal Pedro Garibay. En octubre inmediato fue disuelto el acantonamiento de Jalapa, al que pertenecía el capitán Ignacio Allende y Unzaga quien, de regreso a su natal San Miguel el Grande, trajo consigo la idea de la independencia, la cual propagó a lo largo de 1809, a través de las conspiraciones de San Miguel el Grande, Guanajuato, Querétaro y Valladolid:

En Guadalajara también las hubo, aún cuando no con la magnitud de aquellas. Hay en el Archivo del Tribunal procesos que tratan de ellas, principalmente el del doctor del Hospital Real de San Miguel de Belén, don Anacleto Herrera [...] Una exploración metódica en el Archivo del Tribunal podría brindar, como resultado, el esclarecimiento de la conexión que debieron tener las conspiraciones tapatías con las de los lugares mencionados arriba.1

Indudablemente, en las conspiraciones participaron varios universitarios; ya en 1793 el joven doctor Juan Antonio Montenegro promovió una de las primeras conspiraciones independentistas. Y en ese ambiente de recelo e incertidumbre, continuaba la Universidad sus actividades académicas habituales.


Referencias
  1. Luis Páez Brotchie, Jalisco. Historia Mínima. Guadalajara, Ayuntamiento de Guadalajara, 1985, p. 190. ↩︎