Los primeros universitarios

Mancilla y Bermúdez, José María

El historiador José Cornejo Franco lo describió como “apasionado matemático, entrometido hasta la cuadratura del círculo”,1 y de hecho fue el primer universitario novogalaico que se dedicó prácticamente de tiempo completo a cultivar el mundo de los números, por lo que se le puede considerar como el primer matemático universitario.

Nació en Zapotlán el Grande, población del Reino de la Nueva Galicia, el 19 de septiembre de 1772. Fueron sus padres los señores Juana Juliana Bermúdez de Ojeda y Antonio Mancilla.

El 30 de noviembre de 1778 ingresó como colegial de merced al Seminario Conciliar de Guadalajara, donde estudió Latín y el Curso de Artes; ganó beca de oposición y sustituyó en varias cátedras.

El 6 de mayo de 1786 fue aceptado para recibir la primera tonsura y las órdenes menores, y el 11 de agosto de 1787 se le aceptó para ascender al diaconado y al presbiterado, los cuales le confirió el obispo de Guadalajara fray Antonio Alcalde.

En la Real Universidad de Guadalajara recibió el grado de bachiller de Teología, y solicitó los grados mayores; el 2 de diciembre de 1793 el Marqués de Pánuco y rector del seminario, certificó que tenía tres años de pasante en Teología; el 4 de diciembre inmediato los presbíteros Francisco Gutiérrez y Pedro Ubiarco, junto con el bachiller José Antonio Aguirre, testificaron que le conocían desde hace varios años, que es español limpio de toda mala raza, que no lo han oído a él o a sus ascendientes decir infamias, que no ha sido penitenciado del Santo Oficio, y que posee libros propios de Teología. El 9 inmediato, en el aula mayor universitaria, sustentó el acto de repetición; pronunció una oración latina por más de una hora y, concluida ésta, contestó los argumentos de los bachilleres José María Cos, Miguel Cerviño y Felipe Murguía, y el 29 sustentó el acto quodlibetos.

El 2 de enero de 1794, celebrada la misa del Espíritu Santo, se le asignaron los puntos de examen; el 3 disertó durante hora y cuarto sobre las conclusiones que le tocaron en suerte y contestó los argumentos de los doctores José Ángel de la Sierra, Juan María Velázquez, fray Nicolás Muñoz y Francisco Esteban, fue aprobado nemine discrepante. Al día siguiente recibió el grado mayor de licenciado en Teología, y el 2 de febrero recibió las insignias doctorales y el grado de doctor en Teología, tras haber disputado la cuestión doctoral.

Aunque su formación era eminentemente teológica, el 13 de julio de 1811 propuso al Claustro de Doctores de la Universidad sustentar un acto para demostrar la cuadratura del círculo, a lo que los doctores se limitaron a darle las gracias. También hizo oposición a las cátedras de Prima y de Vísperas de Teología, y fue propuesto en tercer lugar para la primera y en segundo para la cátedra de Vísperas de Teología.

El 21 de mayo de 1795 pronunció la oración latina en los funerales del obispo de Guadalajara Esteban Lorenzo de Tristán y Esmenota.

En el Seminario Conciliar de Guadalajara: para julio de 1792 impartía el primer curso de Filosofía, en octubre de 1792 entró en propiedad de las cátedras de Filosofía Moral y Catecismo del Concilio de Trento; también impartió Historia Eclesiástica, Oratoria Sagrada y el Curso de Artes que concluyó en 1796, en el cual fue su discípulo Pedro Moreno, futuro héroe de la independencia.

Por dos años suspendió sus labores docentes para atender interinamente el Curato de Xala.

Se desempeñó además como juez examinador en cuatro concursos a la cátedra de Filosofía, en el Seminario de San José y en el Colegio de San Juan Bautista. Luego recibió la Sacristía Mayor de Ayo el Chico, la que atendió por medio de un sustituto, y así pudo continuar con sus cátedras en el Seminario.

Del 1° de marzo de 1803 al 18 de junio de 1816 fue cura de San Juan de los Lagos, y en esta última fecha pasó al curato de Santa María de los Lagos como párroco titular.

Al parecer fue en esta época cuando se dedicó apasionadamente al cultivo de las matemáticas, Agustín Rivera escribe:

No confesaba, no predicaba, no entendía de bautismos, matrimonios, ni entierros (ocupaciones que dejaba a sus ministros), ni aun decía misa; sino que todo el día y parte de la noche estaba ocupado en la resolución de problemas matemáticos. Estando el señor obispo Cabañas haciendo visita de esta parroquia [de Lagos], dijo al señor Mancilla: “Señor doctor: no quiero curas matemáticos; quiero curas que confiesen, curas que prediquen, y que se dediquen a su ministerio”. Durante la misma visita, estando otra vez el señor Cabañas sentado a la mesa acompañado por el doctor Mancilla y otros sacerdotes y seglares principales, como solían el señor obispo y el cura se cambiaban chanzas muy pesadas. El doctor Mancilla era de color muy encendido y de cabello rubio. El señor obispo le dijo: “Señor doctor: de ese pelo era Judas”; a lo que le contestó: “Ilustrísimo señor: eso no consta en el evangelio; lo que consta es que era obispo”.2

Los títulos publicados de sus trabajos sobre temas de matemáticas y de geometría fueron: “Primera carta del Doctor Mancilla sobre la cuadratura del círculo”; “Segunda carta del Doctor Mancilla sobre la cuadratura del círculo”, ambas publicadas en El Mentor de la Nueva Galicia en 1813; “La cuadratura del círculo”, “Definición del diámetro”, “Continuación de la definición del diámetro i”, “Continuación de la definición del diámetro ii”, “Rectificación de la curva circular por un cálculo numérico”; “Observaciones a la rectificación de la curva circular por un cálculo numérico”; “Rectificación de la curva circular”; “Contestación a las reflexiones del Presbítero Don Mariano Esparza sobre la definición del diámetro”; “Contestación a las objeciones del Presbítero Don Mariano Esparza sobre la cuadratura del círculo”; “Contestación a las objeciones del Presbítero Don Mariano Esparza sobre la definición del diámetro ii ”; y “Demostraciones sobre la línea diagonal hechas a las objeciones del Presbítero Don Mariano Esparza”. Estos artículos fueron publicados en El Noticioso General de la Ciudad de México, y las fechas van de 1818 a 1820.

Falleció en Lagos en 1829.


Referencias
  1. José Cornejo Franco, Relación de méritos y servicios en Anuario de la Comisión Diocesana de Historia del Arzobispado de Guadalajara, Guadalajara, Jus, 1968, p. 229. ↩︎

  2. Idem↩︎