Junta Directiva de Estudios del Estado de Jalisco (1868-1893)
Nuevo impuesto pro educación
Con el fin de preservar la gratuidad de la instrucción pública, el régimen del general Corona decretó el 10 de octubre que todos los que ejercieran profesiones lucrativas en el estado deberían aportar mensualmente derechos para destinarlos al fomento de la educación. Así, los abogados, notarios o escribanos, ingenieros, mecánicos, topógrafos y agrimensores, arquitectos, dentistas, y médicos, pagarían entre 1 y 10 pesos; los maestros de obras, parteras y veterinarios, entre 50 centavos y 5 pesos; y los sacerdotes, entre 50 centavos y 20 pesos. Ante las protestas de los afectados, el 25 de mayo de 1889 se redujo la cuota, para quedar entre 1 y 5 pesos mensuales. 1
Referencias
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Angélica Peregrina, Ramón Corona y la educación pública. Guadalajara, Secretaría de Educación y Cultura del Gobierno del Estado de Jalisco, 1990, p. 12. ↩︎