La Dirección de Estudios Superiores del Estado de Jalisco (1934-1937)

Petición estudiantil de la reapertura de la Universidad al presidente Lázaro Cárdenas (1934)

El 1° de diciembre de 1934 protestó como presidente de la república el general Lázaro Cárdenas, quien había invitado a la ceremonia inaugural de su gestión gubernamental a los estudiantes socialistas de Jalisco, los cuales asistieron en gran número, y luego se entrevistaron con el mandatario para exponerle la problemática que presentaba la educación superior en Guadalajara; le pidieron la inmediata reanudación de las labores escolares, ya que a quienes se estaba dañando era a los estudiantes pobres que no podían acudir a otras instituciones educativas por falta de recursos económicos. El presidente hizo suya la demanda, y sugirió que se quedara en la Ciudad de México una comisión para tratar el asunto.

La comisión fue integrada por Natalio Vázquez Pallares, José Carlos Osorio, Julio Novoa Niz, Pedro Vallín Esparza, Eduardo González Murguía y Enrique Solórzano. El resto de la delegación regresó a Guadalajara bajo la responsabilidad de José Parres Arias y José Santos Medina.

En las posteriores entrevistas que sostuvieron el presidente de la república y los miembros de la comisión, se acordó la restitución de la Universidad de Guadalajara bajo la orientación socialista; el ofrecimiento presidencial de nombrar un representante personal que acelerara y vigilara los trabajos para la restitución de los estudios superiores, y la entrega de un subsidio mensual para la organización estudiantil socialista.1

Sin duda, el presidente de la república preveía las fuertes reacciones que se vendrían en Jalisco –un estado particularmente levantisco en las cuestiones educativas–, ante la promulgación el 13 de diciembre de la reforma al artículo 3º constitucional, por lo que era necesario un grupo estudiantil organizado y combativo afín a la ideología socialista.
El artículo 3º quedó redactado en los siguientes términos:

La educación que imparta el estado será socialista, y, además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.2


Referencias
  1. Mendoza Cornejo, Organizaciones y movimientos estudiantiles…, pp. 14-15. ↩︎

  2. Francisco Larroyo, Historia comparada de la educación en México, México, Porrúa, 1973, p. 492. ↩︎