Junta Directiva de Estudios del Estado de Jalisco (1868-1893)

Resurgimiento de la educación católica y la decadencia de la instrucción pública

El 3 de noviembre, la Escuela de Jurisprudencia de la Sociedad Católica celebró la apertura de su décimo año escolar, con el acto académico que presidió el arzobispo de Guadalajara, Pedro Loza y Pardavé. Era director de la Escuela el licenciado Manuel Mancilla, e impartían las cátedras los licenciados Jesús López Portillo, Hilarión Romero Gil, Francisco J. Zavala y David Gutiérrez Allende, entre otros. A sus aulas asistían cincuenta y tres estudiantes,1 y a pesar de no contar con ningún subsidio oficial, se impartía la instrucción gratuitamente, gracias a la benevolencia de los catedráticos.

El 7 de diciembre de 1879 se inauguró el Liceo Católico en el local del antiguo Real Consulado de Guadalajara y se nombró superintendente del establecimiento al licenciado Ventura Reyes. El acto académico de inauguración también fue presidido por el arzobispo Pedro Loza, y el discurso lo pronunció el licenciado Jesús López Portillo, en su calidad de presidente de la Junta de Profesores de la Sociedad Católica. Al año siguiente de su fundación ya contaba con 259 estudiantes.

El plan de estudios del Liceo Católico tenía las siguientes asignaturas: Latín, Griego, Gramática General y Literatura Española, Historia, Filosofía, Matemáticas, Francés, Inglés, Dibujo, Teneduría de Libros, Química aplicada a las artes y Derecho Mercantil, Religión e Historia Sagrada.2

Entre sus catedráticos estaban los licenciados José López Portillo y Rojas, Diego Baz y Ventura Reyes; Longinos Banda, Nicolás Puga y Celedonio Padilla.3

La decadencia de la instrucción pública para estas fechas era muy notoria, lo que repercutió en la proliferación y la consolidación de los establecimientos de educación católica, que además impartían la enseñanza en forma gratuita. Así describía la situación de la instrucción pública el editorial de un periódico de aquellos días:

[El Gobierno] pretendió acabar con [los] planteles de educación que existen en esta ciudad, oponiendo obstáculos y dificultades a los jóvenes estudiantes[...] Las casas de educación al cuidado del Gobierno se hallan en situación deplorable; los fondos destinados a fomentarlas se invierten en elecciones y gendarmes; se malbaratan los bienes raíces con que contaba la instrucción; se descuida la retribución de los profesores; en una palabra, se hace todo lo que tiende a acabar con esos planteles.4

Por si fuera poco, ante la resistencia de los profesores de la Escuela de Medicina para aplicar exámenes, durante el periodo de vacaciones de agosto y septiembre, el presidente de la Junta Directiva de Estudios solicitó ayuda al gobierno, por lo que el 20 de septiembre de 1880 el Congreso del Estado decretó “que los catedráticos del Instituto están en la obligación de proceder a los exámenes profesionales que en tiempo de vacaciones, como en cualquier otra época, se soliciten y se concedan”.5

El 5 de octubre se establecieron en el Liceo de Niñas las cátedras de Dibujo de ornato con aplicación al bordado y otros usos y la de Litografía, Caligrafía ornamentada y Dibujo linea


Referencias
  1. BPEJ , “Discurso pronunciado por el Sr. Lic. D. David Gutiérrez Allende, en la apertura del décimo año escolar de la Escuela de Jurisprudencia de la Sociedad Católica de esta ciudad, y calificaciones obtenidas por los alumnos de la misma”, Miscelánea, núm. 436-10, 1879. ↩︎

  2. BPEJ , “Discurso pronunciado por el Lic. D. Jesús López Portillo en la solemne apertura del Liceo Católico”, Miscelánea, núm. 421-11, 1879. ↩︎

  3. Fernando Martínez Réding,Enciclopedia temática de Jalisco. Tomo V: Educación, Guadalajara, Unidad Editorial del Gobierno del Estado de Jalisco, 1993, p. 65. ↩︎

  4. BPEJ , periódico Juan Panadero. ↩︎

  5. Congreso del Estado de Jalisco, “Colección de los decretos…”, tomo VI, pp. 528-529. ↩︎