El Consejo Superior de Instrucción Pública y la Dirección de Instrucción Pública del Estado de Jalisco (1903-1920)
Severas críticas a la política gubernamental en materia de educación (1904)
El 26 de mayo de 1904 se publicó en el periódico La Libertad 1 un editorial en el cual se hacía una severa crítica a la política gubernamental observada en materia educativa en las últimas décadas. Se señalaba, entre otras cuestiones, que la instrucción pública anteriormente se sostenía por sus propias rentas, producto de los bienes de la Iglesia ahora desamortizados; de julio de 1873 al mismo mes de 1874, dichos bienes redituaban treinta y nueve mil pesos, y en la actualidad el presupuesto era menor a mil y tantos pesos.
El entonces gobernador Francisco Tolentino se dedicó a rematar las fincas de la instrucción pública; en cuatro meses se remataron setenta fincas urbanas y otras rústicas, el dinero obtenido se destinó “según dicen” al pago de los sueldos atrasados de los profesores, pero la verdad fue que el dinero fue malversado, acabándose el patrimonio de la instrucción pública.
Para ese momento –continuaba La Libertad– el gobernador Ahumada consideraba a la educación profesional como una carga, ya que requiere se le destine una cantidad de los impuestos, olvidando que anteriormente se mantenía del rendimiento de sus propias fincas, de las cuales sólo quedaban “El Molino” de Piedras Negras y la Hacienda de Santa Inés, que aportan la mitad del gasto educativo. El editorial concluía señalando que sin el apoyo gubernamental las escuelas superiores se clausurarían, propiciando la política de centralización de la educación en la capital del país, en perjuicio del estado de Jalisco.