Los universitarios sin universidad
Urzúa Arias, Rafael
Nació en Concepción de Buenos Aires o Pueblo Nuevo, Jalisco, el 18 de septiembre de 1905. Fueron sus padres los señores José Inés Urzúa Morales y Josefina Arias Sánchez.
Cursó la instrucción primaria hasta el tercer año en su pueblo natal, para luego trasladarse con su familia a Guadalajara, donde la concluyó en la Escuela Primaria Anexa a la Normal y en el Colegio Luis Silva. La secundaria y el bachillerato los estudió en la Escuela Preparatoria de Jalisco.
En 1924 ingresó a la Escuela Libre de Ingenieros de Guadalajara, donde estudió las carreras de Ingeniería Civil y Arquitectura. El 17 de septiembre de 1928 se tituló de ingeniero civil con la tesis “Cálculo de una viga armada para un puente de ferrocarril”, y de arquitecto con el “Estudio de cálculo de un salón para cine de concreto armado”.
Sus primeras experiencias profesionales las realizó en el despacho del arquitecto Luis Barragán, quien al viajar a Europa le encomendó la dirección y la administración de varias obras. De Barragán recibió la influencia determinante para constituirse en uno de los miembros más connotados de la llamada Escuela Tapatía de Arquitectura.
Entre 1928 y 1944 diseñó y construyó varias casas particulares, parques e hizo varias remodelaciones de fincas. Entre ellas la primera casa de José Clemente Orozco ubicada en las calles de López Cotilla y Camarena; la casa de la familia Farah, en Vallarta y Simón Bolívar, considerada su obra maestra; el conjunto que formaban los arcos de ingreso al Parque Agua Azul, y la fuente que actualmente se encuentra en la glorieta de la Avenida Plan de San Luis; y el proyecto y la construcción del Parque Morelos. En 1934 diseñó y construyó “una segunda cúpula independiente de la primera y sobre ésta José Clemente Orozco pintó los murales del Paraninfo [de la Universidad de Guadalajara]”.1
Entre los diseños que proyectó, pero que no se realizaron, están el de un museo de arte virreinal, el del Parque de la Revolución, el de la remodelación de la Escuela de Artes Plásticas, y el de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara.
El arquitecto Juan Lanzagorta afirma que es coautor de la casa de la familia González-Luna –hoy Casa iteso-Clavigero–, en la cual “su trabajo sobrepasa en mucho el pensamiento de Luis [Barragán], pero nos empeñamos en negar que la arquitectura es una obra colectiva que no le pertenece a un individuo, sino a varios que intercambian ideas, como ellos […] Creo que el mejor homenaje in memoriam sería reconocerlo como coautor de la casa González Luna”. 2
Desafortunadamente para el patrimonio arquitectónico de Guadalajara, la mayoría de sus obras fueron demolidas, y las pocas que quedan –salvo honrosas excepciones– han sido remodeladas de tal forma que es difícil apreciar su estilo original
Cuando parecía que se acercaba a la plenitud de su éxito citadino, en 1944 decidió volver a su pueblo natal, lo cual en opinión de sus biógrafos sigue constituyendo un misterio. En 1986 le reveló a Alberto Gómez Barbosa que regresó porque estaba “cansado de lidiar con nuevos ricos y políticos”.3
En Concepción de Buenos Aires fue presidente municipal de 1968 a 1970, y continuó su labor de arquitecto.
Para Concepción de Buenos Aires proyectó y construyó doce casas-habitación –entre ellas la de su familia–, el hotel que acondicionó en la que fuera la casa de su abuelo Hilario Urzúa, ocho edificios públicos –algunos son escuelas–, la remodelación del panteón municipal en 1942 con el diseño de unas quince tumbas para sus familiares y algunos vecinos, la cruz de cantera construida para conmemorar los 25 años de la Parroquia en 1943, la ermita en 1947, el monumento a Cristo Rey en 1957, la placa conmemorativa de la inauguración de la carretera, y la capilla de Nuestra Señora del Sagrado Corazón en 1984.
También son de su autoría la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de La Manzanilla de la Paz y la iglesia de la Mater Admirabilis en El Salto, ambas poblaciones del estado de Jalisco.
El arquitecto Rafael Urzúa trabajó en la innovación y en la conservación a la vez de la arquitectura serrana, a la que tanto amaba, cuyas características Juan Palomar Verea enuncia:
[…] Calles empedradas, aceras de cemento con figuras geométricas coloreadas, casas de adobe, con chapeo de ladrillo, es decir, recubiertas con ladrillo aparente, techos de teja grande con dibujos pintados en los aleros, puertas y ventanas de madera pintadas de verde con detalles geométricos en los vértices, herrería de buena factura, pisos interiores donde se combinan diversos materiales, artefactos de piedra mala, madera, cuernos que recuerdan los tiempos de esplendor de la sociedad ranchera...4
En junio de 1988 recibió el Premio Utopía de Arquitectura de la Fundación Utopía A. C., y en julio de ese mismo año se le otorgó el Premio Jalisco de Arquitectura del gobierno del estado de Jalisco.
Falleció en Guadalajara el 18 de octubre de 1991; sus funerales se oficiaron en el Templo de Santa Cruz y fue inhumado en el Parque Funeral Colonias.
Una calle de su pueblo natal lleva su nombre.
Juicios y testimonios
Juan José Doñán: “Aparte de ser uno de los mayores talentos naturales que ha conocido la arquitectura de esta parte del mundo, Rafael Urzúa es también un misterio. Sin un motivo aparente que lo llevara a quemar las naves, justo cuando se hallaba en plenitud de facultades creativas, cuando parecía abrirse ante él un panorama más que promisorio para jugar con éxito en las ligas mayores de la arquitectura mexicana, inusitadamente renunció a tan grande oportunidad para, literalmente, ir a encerrarse en su rincón (Concepción de Buenos Aires, su pueblo natal […])”.
Juan Lanzagorta: “Una de las casas más conocidas que es la Casa Farah, construida para Luis Farah en 1936, reúne toda la personalidad de Urzúa. Una anécdota que contaba la señora Farah, era que un día pasó Pedro Castellanos y se bajó a preguntarle cuándo Luis [Barragán] le había hecho esa casa... Por supuesto se sorprendió cuando le informó que era de Rafael [Urzúa]”.
Referencias
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Carlos Correa y Sofía Anaya, Paraninfo de la Universidad de Guadalajara. Tiempo, arte y espacio, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2013, p. 68. ↩︎
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Maricarmen Rello, “Juan Lanzagorta: ‘Rafael Urzúa es el más creativo’”, Público, Guadalajara, 19 de octubre de 2000, sección Arte & Gente, p. 3 ↩︎
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Juan José Doñán, “El arquitecto de la sierra”, Público, Guadalajara, 14 de agosto del 2000, columna “Juego simple”, sección Arte & Gente, p. 6. ↩︎
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José J. Fajardo Villalvazo, “Si quieres casa bonita…”, El Informador, Guadalajara, 21 de julio del 2002, Tapatío Cultural, Segunda parte, p. 8. ↩︎