Los universitarios entre el Instituto y la Universidad

Vargas y Gutiérrez, Francisco Melitón

Nació en Ahualulco, Jalisco, el 9 de mayo de 1823. Fueron sus padres el insurgente Antonio Vargas e Ignacia Gutiérrez. Su padre fue pensionado por su participación en la guerra de independencia, pero la pensión era muy exigua y Francisco Melitón trabajaba para ayudar en los gastos familiares.

En noviembre de 1840 se fue a radicar a Guadalajara e ingresó al Seminario Conciliar de San José con beca de merced. Luego ganó por oposición una beca de honor en Teología y en octubre de 1849 fue nombrado catedrático de Mínimos. En diciembre de 1850, el obispo Diego Aranda le confirió la ordenación sacerdotal y continuó como profesor del Seminario.

El 16 de marzo de 1854 la Universidad Nacional de Guadalajara le confirió el grado de licenciado en Teología. A pesar de las sugerencias del Claustro de Doctores para que solicitase la borla doctoral, la rechazó por modestia.

En 1854 fue nombrado cura fundador de la parroquia de Santa Ana Acatlán, Jalisco, a donde el 19 de marzo de 1858 llegó huyendo de Guadalajara el presidente de la república Benito Juárez y su gabinete asediados por el ejército conservador, entonces: “[...] Se alojó –escribe Brígida del Carmen Botello Aceves– en el mesón de Miguel Gómez. En su corta permanencia estuvo [a punto de] perder la vida a manos de los conservadores, salvándolo de morir el párroco del lugar, Melitón Vargas”. 1

A pesar de su acción humanitaria para con los connotados liberales, en 1860 se negó a celebrar las nupcias del alférez José Ulloa –ya que era casado–, quien lo acusó de enemigo de las fuerzas liberales y partidario de los conservadores, por lo que se le aprehendió y fue conducido a Guadalajara. Tras ser procesado, se le declaró inocente y regresó a su parroquia.

Del 8 de abril al 31 de diciembre de 1860 fue cura interino de Zapopan, de 1860 a 1864 fue cura de Colotlán, donde sufrió un atentado, y en 1864 fue nombrado párroco de la Asunción de Aguascalientes.

El 22 de marzo de 1869 ingresó al Cabildo Eclesiástico como medio racionero de la Catedral de Guadalajara y el 29 de mayo inmediato ganó por oposición la canonjía lectoral.

También fue gobernador de la Mitra de Guadalajara, y de 1870 a 1879 fue rector del Seminario Conciliar de San José. Durante su periodo rectoral reformó los planes de estudio y los métodos de enseñanza, el Seminario ocupó las nuevas instalaciones en el antiguo Convento de Santa Mónica, adquirido por el licenciado Dionisio Rodríguez, y se aumentó el número de estudiantes, especialmente los externos. Y fue tal el prestigio académico de la institución que se le conoció como la “Edad de Oro del Seminario”. 2

Al quebrantarse su salud dejó la rectoría del Seminario y luego el arzobispo Pedro Loza lo nombró vicario para la atención de Baja California, que la Santa Sede le había encomendado.

El 15 de marzo de 1883 el papa León XIII lo preconizó primer obispo de Colima, el 27 de mayo inmediato recibió la ordenación episcopal, y el 24 de junio tomó posesión del Obispado.

Mientras se encontraba dedicado a la organización del Obispado se desató una epidemia de fiebre amarilla que causó grandes estragos entre la población colimense. Él auxilió personalmente a varias de las víctimas y cuando se le agotaron los recursos monetarios empeñó sus joyas episcopales para continuar sus labores asistenciales.

El 1° de junio de 1888 fue trasladado al Obispado de Puebla de los Ángeles, donde fue recibido el 2 de septiembre inmediato.

En 1892 inauguró el Colegio de San Bernardo, que él había fundado; en 1894 viajó a Colima para consagrar la Catedral; en 1895 inauguró la Casa de la Salud de San Vicente de Paul y asistió a la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe en México. En 1896, ya muy enfermo, participó en el Quinto Concilio Mexicano.

Sus obras bibliográficas fueron: Breves Nociones de Retórica y Elocuencia, para los alumnos del Seminario que en el año de 1851 cursaron la cátedra de Mayores (1851); Nociones de Psicología; sacadas de varios autores. Por un sacerdote del Seminario Conciliar de Guadalajara, para instrucción de sus discípulos (1852); Relación de méritos para la oposición de canonjías vacantes de la Catedral de Guadalajara (1868); Informes del rector del Seminario de Guadalajara 1871, 1872, 1873, 1874, 1875, 1876, 1877 1878 y 1879; seis cartas pastorales a los diocesanos del Obispado de Colima; Sermón predicado el 17 de agosto de 1888, en Santa María de Gracia, en el Tercer Centenario de la fundación de ese Monasterio de Guadalajara, en la Nueva Galicia (1888); Sermón predicado en la solemne función que se hizo en el Templo de la Congregación de Guadalupe en Querétaro el 3 de diciembre de 1888 con motivo de la consagración y estreno de dicho templo –ambos sermones fueron incluidos por Narciso Bassols en el Sermonario Mexicano–; y trece cartas pastorales a los diocesanos del Obispado de Puebla.

Falleció en Puebla de los Ángeles el 14 de septiembre de 1896. Fue sepultado en la Colegiata de Nuestra Señora de Ocotlán, en la ciudad de Tlaxcala, para luego ser trasladado a la cripta de la Catedral angelopolitana. El 22 del citado septiembre de 1896 fue su solemne funeral en la Catedral de Colima.

Juicios y testimonios

Antenógenes Silva y Álvarez Tostado: “Virtuosísimo y caritativo primer Prelado de esta Diócesis [de Colima] Es acreedor al respeto y constante cariño, así como a la gran gratitud de esta Diócesis, pues fue insigne benefactor de toda ella”.


Referencias
  1. Brígida del Carmen Botello Aceves et al., “Memorias del Municipio de Jalisco, citado en Francisco Javier Uribe Topete, “Temas de Colima. Don Francisco Melitón Vargas y Gutiérrez. Primer obispo de la Diócesis”, El Informador Guadalajara, 22 de abril de 1990, suplemento cultural, p. 4. ↩︎

  2. Daniel R. Loweree, Noticia histórica del Seminario de Guadalajara. Guadalajara, Seminario de Guadalajara, 1964, p. 37. ↩︎