Los universitarios sin universidad

Zaragoza Solís, José Antonio

Nació en Guadalajara, Jalisco, el 28 de febrero de 1855. Fueron sus padres los señores Francisca Solís y Atanasio Zaragoza.

En el Liceo de Varones del Estado de Jalisco cursó su enseñanza media. En 1873 ingresó a la Escuela de Jurisprudencia de Guadalajara donde hizo sus estudios profesionales, y se tituló de abogado en 1877.

A sus quince años empezó a escribir sus primeras composiciones literarias. En 1876, junto con varios estudiantes del Liceo, del Seminario Conciliar y de algunas otras escuelas de enseñanza superior, participó en las tertulias y en la fundación de la revista La Aurora Literaria. También colaboró en La República Literaria, que inició su publicación en 1886.

Sus artículos y poemas fueron publicados en los periódicos El Judío Errante, La Unión Jalisciense, El Eco Social y Juan Panadero, entre otros. De 1876 a 1877 fue director del periódico oficial del estado de Jalisco. Sobre su estilo periodístico, versificó Alberto Santoscoy:

Hoy, siendo periodista refunfuña.
Y mojada su péñola en ponzoña,
Artículos políticos apiña.1

En 1890 fue nombrado secretario de Jefatura Política del Territorio de Nayarit, por lo que paso a residir en Tepic. Este cargo lo ocupó practicamente hasta sus ultimos días, y en algunas ocaciones fue gobernador interno de Nayarit.

En Tepic Fundó y dirigió por varios años el periódico intitulado Lucifer, que logró muy buena aceptación.

En 1882 publicó en Tepic sus libros de poemas Armonias y Recuerdos. Y en 1890 en Guadalajara fue editado su tercer poemario que se tituló Versos, sobre la cual opina Luis Pérez Verdía.

No [está] exenta de reminiscencias románticas en la cual aunque se muestra imitador de Musset y de Heine, tiene sin embargo originalidad indiscutible; sus composiciones son perfectas y de notable igualdad de factura; por su delicadeza, dulzura y resignación puede muy bien rivalizar con Gutiérrez Nájera. Al juzgar La Esperanza con una melancolía sublime nos dice:

Morir sin ser feliz, cuando á millares
Placeres la esperanza nos ofrece,
Es morir cual marino que perece,
De sed sobre las ondas de los mares.2

La mayor parte de su obra no se ha compilado de las revistas en que fue publicada, o bien permanece inédita. Es considerado por el mencionado Manuel Gutiérrez Nájera como uno de los grandes poetas tapatíos que precedieron al modernismo.

Sobre su forma de escribir, Juan Bautista Iguíniz asevera que “escribía correctamente, era temible en la polémica, y en sus poesías se admira la sublimidad de sus ideas y su elevada inspiración, que lo han colocado en el rango de nuestros más altos poetas”. 3

Falleció en Tepic, Nayarit, el 1° de octubre de 1910.

Juicios y testimonios

Luis Pérez Verdía: “Exclusivamente poeta lírico, alcanzó envidiable puesto en las letras nacionales”.


Referencias
  1. Bautista Iguíniz, El periodismo en Guadalajara…, p. 237. ↩︎

  2. Pérez Verdía, Historia particular…, pp. 551-552. ↩︎

  3. Bautista Iguíniz, El periodismo en Guadalajara…, tomo II p. 237. ↩︎