Biografías por órden alfabético

Alatorre Inguanzo, Manuel Román


Nació en Jerez, Zacatecas, el 15 de agosto de 1895. Fueron sus padres el profesor Manuel Román Alatorre Contreras y la señora Josefina Inguanzo de Alatorre.

Su padre fue nombrado director de la segunda Escuela Oficial Elemental para Niños en Guadalajara, por lo cual se trasladó con su familia a esa ciudad en 1897.

Debió cursar sus estudios elementales en los establecimientos escolares oficiales y la preparatoria en el Liceo de Varones del Estado, considerando que su padre siempre estuvo muy ligado a las tareas educativas estatales.

Realizó sus estudios profesionales en la Escuela de Medicina de Guadalajara, y el 28 de julio de 1916 obtuvo su título de médico, cirujano y partero, con la tesis “La docimasia hepática”.

Hizo estudios de especialización en el Instituto Pasteur de París, Francia. A su regreso a Guadalajara ingresó como catedrático de la Escuela de Medicina e impartió Anatomía Patológica y Bacteriología, y en 1925 empezó a atender la cátedra de Clínica Propedéutica Médica, en la ya Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara.

Uno de sus primeros discípulos, así lo evoca: “Estrenamos a don Manuel R. Alatorre en Propedéutica [...] Habló brillantemente de arritmias; saltaban las palabras en francés, comprensibles por nuestro entrenamiento en los libros [...]”.1

En cuanto a su personalidad, continúa su discípulo:

A consecuencia de tricofitones le acarrearon alopecia, lo llamábamos el “Pelón”. Siempre llevaba sobre su cabeza la parte superior de una media negra, y sobre ella el sombrero o el “carrete” si era tiempo de calores. Elegante en el vestir y en el hablar; de magnífica dicción, rotundo y absorbente, de gran cultura médica, dominaba con soltura el francés y el inglés.2

En 1934 fue nombrado director de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara.

Del 1° de marzo al 13 de octubre de 1934 fue rector de la Universidad de Guadalajara. Su gestión se desarrolló en un ambiente de gran agitación tras el conflicto estudiantil de 1933, y se vio obligado a renunciar, a consecuencia de las protestas de los representantes estudiantiles en el Consejo Universitario.

De 1935 a 1937, impartió la cátedra de Clínica Propedéutica Quirúrgica en el Instituto de Ciencias Médicas y Biológicas de la Dirección General de Estudios Superiores de Jalisco.

Fue médico del Hospital del Sud-Pacífico y ejerció su profesión en forma privada, como socio del doctor Ignacio Chávez Medina, a quienes evoca Luis Martínez: “Siempre trabajaban juntos. Hablo, en su práctica privada. Sincronización, entendimiento recíproco, sin palabras, era un espectáculo verlos trabajar [...] Se me ha dicho, que en cirugía de cuello, eran los número uno de la república.3

Brillante cirujano que dejó escuela destacó, como ya se dijo, en las operaciones de cuello, además en las del aparato digestivo y de las vías biliares; junto con el doctor Ignacio Chávez Medina realizó la primera colecistectomía en el Hospital Civil, y la primera gastrectomía en Guadalajara.

El gobierno de la república de Francia le otorgó las Palmas Académicas.

Falleció el 20 de septiembre de 1941 en Guadalajara.

Juicios y testimonios

Enrique García Ruiz: “El doctor Alatorre, antitético del anterior [refiriéndose al doctor Juan Campos Kunhardt] sólo en cuanto al humilde origen, bebió también en los fecundos manantiales de la antigua Lutecia y después en las pragmáticas corrientes norteamericanas y aunque lo primero, más de acuerdo con su genial claridad intelectual y con su espíritu un tanto bohemio, predominó en su conformación profesional y espiritual, lo segundo no dejó de influenciarlo en cuanto al rigorismo de la investigación científica y clínica. De una extraordinaria delicadeza emotiva, de un ingenio implacable, socrático, para borrar con la ironía los absurdos y dejar llanos y claros los caminos del entendimiento y de la razón, de un ímpetu siempre fogoso y juvenil [...]”.


José Guadalupe Zuno: “Grande sabio, también habilísimo cirujano cuya fama llegó a ser mundial, y quien sirvió con singular cariño la rectoría de ésta querida Universidad”.


Referencias
  1. Martínez, op. cit., p. 80. ↩︎

  2. Idem, loc. cit↩︎

  3. Ibid., p. 81. ↩︎