Biografías por órden alfabético

Andrés, Terán y Aguilar


Nació en Cocula, Jalisco, el 10 de noviembre de 1825.

Debió cursar su instrucción elemental en su tierra natal. Posteriormente se trasladó a Guadalajara para matricularse en el Seminario Conciliar, donde en 1844 concluyó el Curso de Artes que dirigió el doctor José María Cayetano Orozco, y recibió la distinción de regente.

El 22 de julio de 1844 obtuvo el grado de bachiller en Artes en la Universidad Nacional de Guadalajara, en la cual –de acuerdo con los registros disponibles– el 24 de octubre de 1845 probó haber ganado el primer curso de Leyes; el 5 de octubre ganó el segundo curso; el 2 de agosto de 1857 el tercero; el 19 de noviembre de 1847 sustentó un acto público de Jurisprudencia; el 23 de noviembre del citado año probó haber sufrido el examen prevenido por el plan de estudios vigente, y fue aprobado nemine discrepante con calificación de sobresaliente, en virtud de lo cual se le dispensó el cuarto curso de Leyes; el 22 de noviembre de 1848 probó haber ganado el primer curso de Jurisprudencia Práctica y el 24 de octubre de 1849 el segundo curso práctico; finalmente, el 1° de febrero de 1851 probó tener ganado el tercer curso de la referida Jurisprudencia Práctica y tras el examen de rigor recibió su título de abogado el 27 de febrero de 1851.

Al concluir la Guerra de Reforma, fue electo magistrado del Supremo Tribunal del Estado de Jalisco el 11 de agosto de 1861; además impartió la cátedra de Derecho Civil en el Instituto de Ciencias. En enero de 1863 fue nombrado rector del Liceo de Varones y ante la invasión francesa abandonó sus cargos.

El 18 de enero de 1868 fue nombrado presidente de la Junta Directiva de Estudios del Estado de Jalisco, cargo que ejerció hasta el 29 de junio de 1870, cuando fue destituido acusado del delito de rebelión por el gobernador del estado Antonio Gómez Cuervo. El 9 de marzo de 1871 fue restituido en la presidencia de la Junta Directiva de Estudios, y la desempeñó hasta el 16 de abril de 1875.

Continuó como catedrático de Derecho Civil y fue también miembro del Consejo de Gobierno, cargo que era concurrente con la Dirección de Estudios.
Sobre su actividad magisterial, su discípulo Cenobio I. Enciso escribió:

Como jefe de la Instrucción, dirigía no sólo la enseñanza profesional, sino aún los liceos; y se comprenderá que el trabajo era ímprobo, y que tenía que dedicar todo su tiempo al servicio del público en los altos empleos que desempeñaba. Y sin embargo [...] aún le quedaba tiempo para entrar por los floridos y feraces campos de ciencias como la medicina y la lingüística; la jurisprudencia, a la que rindió un culto especial, llegó a dominarla enteramente. Proverbial y de todos conocida era su prodigiosa memoria, su vastísima erudición, su recto criterio en la ciencia de Justiniano y de Alfonso el Sabio. Más aún no se crea que era un sabio egoísta: su casa, sus libros, su inteligencia, su influencia personal, todo cuanto valía, estaba y estuvo siempre al servicio de la juventud estudiosa; puede decirse que durante los últimos cuarenta años, jamás faltaron alumnos en su casa, que iban allí a aprovechar los vivificantes y copiosos raudales de erudición y de la ciencia que brotaba de la boca del maestro [...].1

En el Poder Judicial, fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco; y el 21 de septiembre de 1875 renunció como magistrado-presidente.

De 1891 a 1893 de nuevo fue presidente –y por última vez– de la Junta Directiva de Estudios del Estado de Jalisco.

Fue autor de Prolegómenos de Derecho (1857); Transacción celebrada por los señores licenciados D. Andrés Terán y D. Antonio García, representantes de D. Jesús Peredo, y D... apoderado de los Sres. D. Luis, D. José María y D. Ignacio, a fin de terminar el juicio que el primero seguía ante el juez letrado de Atotonilco contra los segundos, demandándoles en favor de D. Jesús la mitad de los bienes que dejó D. Juan Nepomuceno Peredo (1865); Discurso que pronunció el C. Licenciado Andrés Terán, como presidente de la Junta Directiva de Estudios y director del Liceo de Niñas del Estado, en la solemne distribución de premios el 24 de enero de 1869; y Discurso pronunciado en el solemne acto de distribución de premios, en el Liceo de Varones, por el presidente de la Junta Directiva de Estudios, por el C. Licenciado Andrés Terán, el día 29 de agosto de 1869.

Murió en Guadalajara el 31 de mayo de 1894 y fue inhumado en el Panteón de Belén; “[…] distanciado del Gobierno no hubo cortejo oficial y fue acompañado a su última morada por sus compañeros y amigos sinceros y discípulos agradecidos”.2

Más tarde fue declarado benemérito de Jalisco por el Congreso del Estado. Una calle del popular barrio de Santa Teresita en Guadalajara lleva su nombre.


Referencias
  1. Cenobio I. Enciso, “El Sr. Lic. Andrés Terán”, El Litigante, tomo 7, núm. 57, 9 de junio de 1894. ↩︎

  2. Ramiro Villaseñor y Villaseñor, Epigrafía del Panteón de Belén, Guadalajara, Unidad Editorial del Gobierno del Estado de Jalisco, 1985, p. 349. ↩︎