Augustin Grellmann, Rudolf Karl
Nació en Dresden, Estado de Sajonia, Alemania, el 27 de enero de 1908. Fueron sus padres los señores Paul Augustin Boehmer y María Gertrudis Grellmann Ervert.
Su primaria la cursó en Buergerschule en Dresden, la secundaria en Oberrealschule en la misma ciudad de Dresden, el Realgymnasiuw en Freiberg y el bachillerato en Realgymnasiuw, Freiberg, y obtuvo su certificado en 1925.
De 1925 a 1930 cursó la licenciatura en Ingeniería en Construcción de Máquinas de Teclivishe Tochschule, Dresden, y en octubre de 1930 recibió su título profesional.
De 1930 a 1933 hizo su especialización en Ingeniería en Celulosa y Papel, en la Escuela Superior de Ingeniería de Altermburg. De 1939 a 1944 prestó sus servicios en la aviación militar de su país y en 1945 en la navegación aérea.
Realizó trabajos de Ingeniería en diseño e investigación, construcción, calefacción y ventilación en su país natal. Del 1° de enero de 1937 al 31 de marzo de 1952 en la Papier Frabrik gmbh Vorum Brueder Kaemmerer en Osnabruck; del 1° de abril al 31 de octubre de 1952 diseñó el equipo térmico y de ventilación para la Industria Papelera Secordo; y del 1° de noviembre de 1952 al 31 de julio de 1954 fue ingeniero de la División de Máquinas de Papel y en Ventas de Escher Wyss gmbh en Ravensgurg.
Una vez radicado en México desempeñó las siguientes responsabilidades profesionales: de 1954 a 1956 fue ingeniero y técnico en papel en la fábrica La Aura S.A. de C. V., en 1956 fue consultor de la fábrica de cartón Estrellas S. A., del 28 de marzo al 30 de junio de 1957 fue ingeniero de la empresa Fabricantes de conos, tubos, carretes y especialidades en cartón; de 1957 a 1958 en Tuxtepec, Oaxaca, fue ingeniero constructor en la fábrica de papel periódico; el 20 de abril de 1959 fue nombrado consultor externo de los Laboratorios de Fomento Industrial, y de 1964 a 1966 fue jefe del Departamento de Papel y Celulosa del Consorcio Industrial S. A. Storkwerkspoor-National.
En julio de 1969 formó su propia compañía para el diseño de maquinaria para la industria del papel y celulosa, aparatos de diseño de control de producción, válvulas especiales y bombas de su diseño y medidores de gases y líquidos, la empresa se llamó Karl S.A.
Otros de sus trabajos fueron la construcción de la primera máquina de papel para el estudio e investigación de las propiedades eléctricas de un papel aislante, el desarrollo de intercambiadores de calor para el aprovechamiento de calor perdido, el diseño de la planta de papel Kimberly Clark, la instalación de una máquina de cartón de proceso continuo y la modernización de la producción de fieltro de techo con base en el equipo que él diseñó. En San Sebastianito, Jalisco, planificó el mayor programa de instalación de plantas de papel y celulosa del país hasta 1966, el cual producía cien toneladas de papel diarias, realizado hasta 60% con material nacional.
Fundó el Instituto de Madera, Celulosa y Papel en la Universidad de Guadalajara, cuyo dictamen fue aprobado por el Consejo Universitario en la sesión del 24 de septiembre de 1970.
A partir del citado 1970, desempeñó las siguientes responsabilidades en la Universidad de Guadalajara: el 16 de octubre de 1970 coordinador de la Especialidad de la Celulosa y Papel; el 1° de noviembre de 1971 coordinador del Curso Tecnológico Industrial de Obtención de Celulosa; el 16 de febrero de 1972 coordinador del Curso de Fotografía Científica correspondiente a la Especialidad de Celulosa y Papel y coordinador del Curso de Botánica; el 1° de diciembre de 1972 profesor extraordinario de la Especialización curso I en Ingeniería Química; el 1° de mayo de 1974 profesor extraordinario de Especialización curso II en la citada Ingeniería Química; el 16 de junio de 1975 coordinador del Instituto de Madera, Celulosa y Papel; del 25 al 30 de septiembre de 1978 profesor huésped en Madera, Celulosa y Papel en el curso de Recirculación del Papel Desperdicio; del 16 de noviembre al 1° de septiembre de 1981 profesor interino de Ecología General y Forestal en la Orientación de Bosques de la Escuela de Agricultura; el 4 de septiembre de 1984 investigador titular; del 16 de febrero de 1985 al 29 de febrero de 1988 investigador extraordinario; y el 18 de noviembre de 1985 investigador titular A.
La gran obsesión de su vida fue la salvación y la preservación de los bosques, profundamente impactado por lo que ocurría en Alemania y en los demás países industrializados, donde los bosques agonizaban por las lluvias ácidas que caían por los gases tóxicos que arrojaban las fábricas. Con México tenía la misma preocupación; expresaba: “Aún estamos a tiempo [de] evitarlo. Hay que aprovechar las investigaciones que se realizan en aquellos países, para evitar que en México la contaminación destruya los árboles”.1
Entre sus aportaciones a favor de la preservación de los bosques –en especial el de La Primavera–, estableció el bosque-escuela para formar especialistas en selvicultura, y promover entre las nuevas generaciones la conciencia de la vital importancia de los bosques. Para ello había conseguido del gobierno del estado de Jalisco mil hectáreas del bosque de La Primavera, gestionó becas para que varios universitarios fueran a Alemania a conocer lo que se hace para preservar los bosques, y asesoró a 62 jóvenes en la elaboración de sus tesis profesionales en la especialidad de celulosa y papel y los bosques.
Los reconocimientos que recibió tanto de su natal Alemania como de México fueron: la Cruz de hierro del Gobierno de la República Federal de Alemania, los títulos de investigador emérito del Instituto de Madera, Celulosa y Papel de la Universidad de Guadalajara, en los años de 1984, 1987 y 1988, y el Premio Nacional Forestal recibido el 5 de agosto de 1988.
Falleció en Guadalajara el 6 de agosto de 1988.
El 31 de agosto de 1990 el Consejo General Universitario, por aclamación, le dio su nombre al Instituto de Madera, Celulosa y Papel, y el 10 de noviembre de 1990 se develó un busto con su imagen en las instalaciones del citado Instituto.
Juicios y testimonios
Francisco Castro Rojas: “El no sobresalió por participar en política de partido; tampoco se volvió rico comerciante como ocurre con casi todos los extranjeros que llegan a México. Él se distinguió porque tuvo un gran amor: el bosque. Y a todas las personas que conoció trató de inculcarles ese sentimiento [...] Alemán por nacimiento, jalisciense por adopción y uno de los hombres más positivos que han vivido en esta tierra”.
Alex Soler: “Hombre bondadoso y desinteresado de las riquezas materiales, impulsó a numerosos jóvenes a la continuación de sus estudios en el extranjero […] Quienes recibieron sus enseñanzas, continúan con la misma filosofía que les heredó, como en la formación de investigadores y el empleo de métodos de reforestación y estrategias para el manejo y aprovechamiento de los bosques sin alterar el ecosistema”.
Referencias
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Francisco Castro Rojas, “Augustin Grellmann vivió para el bosque”, Por Escrito, Guadalajara, 12 de agosto de 1988, núm. 16, p. 2. ↩︎