Biografías por órden alfabético

Banda Iturrios, Fernado


Nació en Colima, Colima, el 19 de septiembre de 1876. Fueron sus padres la señora Francisca Iturrios y el ingeniero Rosalío Banda.

En el puerto de Mazatlán, Sinaloa –lugar donde residía su familia– cursó la primaria. En 1888 se trasladó a Guadalajara, bajo la tutela de su tío Longinos Banda, y se matriculó en el Liceo de Varones del Estado, donde hizo sus estudios preparatorios, al término de los cuales ingresó a la Escuela de Medicina de Guadalajara. Durante su carrera profesional fue discípulo de los doctores Fortunato G. Arce y Salvador Garciadiego. El 25 de mayo de 1900 recibió su título de médico y cirujano.

Desde 1906 fue catedrático de la Escuela de Medicina, impartió: Anatomía Topográfica, Técnica Operativa en Cadáver, Patología Externa y Clínica Quirúrgica.

De 1913 a 1918 fungió como director de la Escuela de Medicina de Guadalajara y del Hospital Civil. El 24 de septiembre de 1918, un grupo de estudiantes de Medicina pidió su renuncia a la dirección de la Escuela, y ante la falta de apoyo del gobernador del estado Manuel Bouquet, optó por renunciar.

Senador de la república por Jalisco de 1918 a 1922; también viajó a Estados Unidos y a Europa para ampliar sus conocimientos en la medicina. En su tiempo fue el único médico mexicano que figuraba en la Enciclopedia Británica. Al reinstaurarse la Universidad de Guadalajara en 1925, era catedrático de la Facultad de Medicina.

El 4 de febrero de 1926 fue designado rector de la Universidad de Guadalajara. Su gestión fue muy difícil, era una época de gran agitación política. El 3 de marzo de 1927 se vio obligado a renunciar por “razones de salud”, y el 26 del mismo mes y año entregó la rectoría al doctor Jesús Delgadillo. Continuó de catedrático en la Facultad de Medicina y siguió en el ejercicio libre de su profesión.

En 1933 se opuso a la reforma universitaria, propuesta por el rector Enrique Díaz de León, se pronunció entonces por la libertad de cátedra y la autonomía universitaria, por lo que “un tanto amargado y decepcionado, prestigió al grupo separatista, siendo el segundo rector de la Universidad Autónoma de Guadalajara.1

Así, fue miembro cofundador de la Universidad Autónoma de Guadalajara, como catedrático de la Facultad de Medicina, y rector de la novel Universidad desde 1936 hasta su fallecimiento.

En las labores asistenciales de Guadalajara se distinguió por las fundaciones de la Cruz Roja y de la Cruz Blanca. Con la madre María Guadalupe García Zavala colaboró en la organización del Hospital Santa Margarita, y con sor María Vicenta Chávez Orozco trabajó en el establecimiento del Hospital de la Santísima Trinidad. Ambos nosocomios tenían como misión primordial la atención a los pobres.

Fue miembro de la Sociedad de Geografía y Estadística de Jalisco. Realizó algunas pinturas para sus familiares y amigos, también fue un crítico de arte.

Sobre sus últimos años, Luis Martínez escribe:

Este gran maestro, en sus últimos años, vegetó, casi ciego, en la colonia Seattle, en la cercana Villa de Zapopan, por temor al fracaso operatorio, tan remoto, sumiéndose mansamente en el mundo de penumbras de lo informe, de un monocromo desesperante, sin los dos escapes que fueron su pasión: la música y la pintura.2

Falleció en Guadalajara el 5 de julio de 1959. La biblioteca central de la Universidad Autónoma de Guadalajara lleva su nombre.

Juicios y testimonios

Ixca Farías: “Aún cuando no fue para él una profesión la pintura, hago mención porque es un aficionado de muchas aptitudes, inteligente y de un gran sentimiento artístico. Lo poco que ha pintado lo conservan sus familiares y es también un gran crítico en el arte”.


Luis Martínez: “El maestro de maestros […] fue un gran elemento de nuestra Facultad”.


María Guadalupe García Zavala: “Mucha gratitud les debemos a tantos doctores que, desde los comienzos de la obra, han respaldado nuestro hospital con generosa dedicación; con su capacidad profesional, ellos han sido nuestro brazo fuerte en la atención a los enfermos y en el mejoramiento constante de nuestras instalaciones… Menciono por ejemplo, al doctor Ayala, al doctor Fernando Banda, al doctor Carlos Sutter, que tanto prestigio le dio al Hospital de Santa Margarita…”.


Referencias
  1. Martínez, op. cit., p. 84. ↩︎

  2. Ibid., p. 85 ↩︎