Calderón González, Ignacio Francisco
Nació en Guadalajara, Jalisco, el 13 de diciembre de 1942. Es hijo de la señora Celia Margarita González Ávila y del doctor y catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara Carlos Calderón Belloso.
Sus estudios profesionales los cursó en la Facultad de Odontología de la Universidad de Guadalajara, donde obtuvo su título de médico cirujano dentista y durante dos años estudió la especialidad en ortodoncia. Por más de ocho años ejerció su profesión universitaria.
En 1959 inició su carrera de futbolista profesional, sobre lo cual evoca:
Empecé a jugar fútbol muy chico con los cuates de la colonia Ladrón de Guevara, en los campos de tierra que había por la Santa Cruz […] Afortunadamente […] apareció el doctor García Silva, que en paz descanse, por entonces médico de la liga mayor y muy amigo de mi papá, quien nos invitó a mi hermano Carlos y a mí para entrar en la liga juvenil del Club Guadalajara. Por este medio llegamos, a los quince años, a la división juvenil de segunda […] A los ocho días de haber llegado a prueba con las chivas, mi hermano debutó como centro delantero y creo que hasta un gol metió en su primer partido; yo lo hice ocho días después y desde entonces en la posición de portero. 1
El 4 de abril de 1962 debutó en la primera división en un partido ante el Tampico, y desde entonces su carrera deportiva fue meteórica, jugó en los torneos del “Campeonísimo” del Guadalajara de 1963-1964, 1964-1965 y 1969-1970. Y desde la temporada 1963-1964 fue el arquero titular, posición que disputó a quien él consideró siempre su ídolo, Jaime Tubo Gómez, sobre lo cual expresó:
Mucho tiempo después me enteré que por ese entonces el mismo don Jaime, después de verme jugar varias veces y por los comentarios que le hacían, dijo: ese muchacho es el que me va a quitar el puesto. ¡Y mira, cuántos porteros pasaron durante el largo tiempo que el Tubo jugó con el Guadalajara! Este comentario lo he atesorado entre mis recuerdos hermosos, porque fue precisamente mi ídolo quien de alguna manera me nombró como su sucesor. 2
De 1964 a 1976 fue portero titular de la Selección Nacional de Fútbol, y como tal participó en los Juegos Olímpicos de Japón de 1964, en la eliminatoria al Mundial en 1965, en el Campeonato Mundial de Inglaterra de 1966 y en el de México en 1970.
Sobre el final de su posición como portero titular de la Selección Mexicana de Fútbol evoca:
En el 76, por un problema familiar, pedí autorización para no acudir al llamado de la Selección y entonces la Federación [Mexicana de Fútbol] me puso bola negra y jamás me volvieron a llamar, a pesar de que justamente ese año gané un [premio] Citlalli como el mejor portero de la temporada. 3
En 1969 durante la gira del equipo Guadalajara a Europa, se enfrentó a la Selección Nacional de España en el Estadio del Sevilla, el marcador fue empate a cero, y la prensa ibérica opinó que había que levantarle un monumento a Calderón, quien atajó todo el repertorio de sus seleccionados, e incluso el Atlético de Madrid y el Sevilla intentaron contratarlo.
Después de trece años de defender la portería del Guadalajara, en 1974 pasó a los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, donde jugó cinco años, el costo de su fichaje fue de dos millones de pesos, lo cual entonces constituyó todo un escándalo, por salir tan elevada suma del presupuesto estatal. Finalizó su carrera como futbolista en el Atlas, ahí su estancia fue de sólo tres meses.
Por algún tiempo entrenó a los guardametas del Club Guadalajara, lo cual también dejó para dedicarse de tiempo completo como empresario de la producción de cortinas y blancos para el ramo de la hotelería.
En el plano artístico fue uno de los primeros futbolistas en México –si no es que el primero– en participar como actor de cine, televisión y de fotonovelas. También filmó comerciales para la marca de pantalones Portefino, por lo que se le conoció como “el portero del vestir elegante”.
En la actualidad continúa ejerciendo como industrial y atendiendo a su familia.
Juicios y testimonios
Patricia del Castillo: “Célebre por sus elegantes atuendos y por sus lances suicidas como portero del Guadalajara y de la Selección Nacional de los sesenta […] Es una de las grandes leyendas deportivas”.
Raúl Torres: “Su incursión a la fama y a la posterioridad fue rodeada de diversos factores. El mejor portero de su época, su concurso efectivo en el “Campeonísimo” colaborando en tres títulos, dos Copas del Mundo, bastarían para respetar su sitio en la historia del fútbol mexicano”.