De Aguinaga Zuno, Luis Vicente

En Tepic, Nayarit, nació el 6 de octubre de 1971. Fueron sus padres los señores Laura Patricia Zuno Sider, empleada de la Universidad de Guadalajara, y Víctor Manuel de Aguinaga Cortés, de profesión comerciante.

Cursó la primaria en el Colegio Británico, A. C. de Guadalajara, de 1977 a 1983; y de 1983 a 1986 la secundaria en la Escuela Secundaria Técnica número 14, de la misma ciudad.

De 1986 a 1990 hizo sus estudios de bachillerato en la Escuela Preparatoria número 5 de la Universidad de Guadalajara. Con tan sólo quince años inició su producción poética, y así en julio de 1989 publicó su primer poemario titulado Noctambulario, en el taller del bachillerato de humanidades del Centro Vocacional de Actividades Administrativas, Humanísticas y Pedagógicas.

Cursó la licenciatura en Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara de 1990 a 1994, y se tituló en 1996 con la tesis “Uso y función del adjetivo literario en textos de ocho autores hispanoamericanos”, la cual elaboró con Teresa González Arce.

En la Universidad de Montpellier III, Francia, realizó un equivalente a maestría, obteniendo un diploma de estudios avanzados, que en 1997 revalidó como grado de maestría en la Universidad de Guadalajara.

De 1997 a 2001 estudió el doctorado en Letras Románicas en la Universidad Paul Valéry de Montpellier, Francia.

Fue becario del Consejo Estatal de la Cultura y de las Artes del gobierno del estado de Jalisco en 1992, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de 1996 a 2001, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en el Programa de Jóvenes Creadores de 1995 a 1996, y del mismo Fondo de 2002 a 2003, del Programa de Traducción Literaria de 2005 a 2006, y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 2004.

Desde abril de 2002 es profesor investigador titular en el Departamento de Estudios Literarios, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, donde imparte los cursos de Literatura Española y Mexicana en los niveles de licenciatura y maestría. Además es catedrático en el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, y ha dirigido numerosas tesis de licenciatura y maestría.

Es autor de los libros de poemas: el citado Noctambulario (1989), Nombre (1990), Piedras hundidas en la piedra (1992), El agua circular, el fuego (1995), La cercanía (2000) –traducido al francés–, Cien tus ojos (2003), Por una vez contra el otoño (2004), Reducido a polvo (2004) –con traducción al inglés en 2015–, Trece (2007), Fractura expuesta (2008), Adolescencia y otras cuentas pendientes (2011), y Séptico (2012).

Los títulos de sus libros de investigación literaria, crítica y ensayo son: Rumor de la ciudad al hundirse (2003), La migración interior (2005), Juan Goytisolo: identidad y sabor poético (2014) –estos tres sobre la obra de Juan Goytisolo–. La poesía, principalmente la española, es el tema de sus libros: Lámpara de mano (2004), El pez no teme ahogarse (2014) y Sabemos del agua por la sed (2014); además es autor de Otro cantar. Invitación a la crítica literaria (2006), y de compendios de crónicas y ensayos diversos Signos vitales (2005); Todo un pasado por vivir. Asuntos varios 2001-2012 (2013); y De la intimidad. Emociones privadas y experiencias públicas en la poesía mexicana (2016).

Escribió el prólogo y preparó la antología Eduardo Lizalde de bolsillo (1992); seleccionó e hizo la traducción de los poemas del autor canadiense Héctor Saint-Denys Garneau, que integran los volúmenes titulados Pequeño fin del mundo (2003) y Todos y cada uno: poemas (2007); Sobre poemas y poetas (2004), Abecedario de Juan Goytisolo (2005), entre otros.

En colaboración con Ángel Ortuño preparó dos ediciones de otros tantos aspectos de la obra de Enrique González Martínez: la antología poética Señas a la distancia (2014), y el compendio de traducciones Jardines de Francia (2014).

En la promoción de las letras, fundó y editó en colaboración con Teresa González Arce la hoja de poemas Nudo (1989-1991), y también con González Arce y con Martín Mora publicó el folleto literario La Migala (1995).

Fue colaborador del suplemento “Ea!” (1989-1991); de la revista El Zahir (1991-2000); del suplemento “Nostromo. Nave Cultural de Siglo 21”, periódico de Guadalajara (1993-1994); del periódico Mural de Guadalajara (2001-2009), de la revista Conspiratio (2009), de la revista Tierra Adentro (2013-2014), y es miembro del Consejo Editorial de la revista Luvina.

Sus poemas, traducciones, entrevistas, reseñas de libros, artículos y ensayos han sido publicados en revistas y periódicos de Argentina, Brasil, España, Francia, México y Suiza. Y sus poemas figuran en diferentes antologías editadas en español, portugués, inglés, árabe y polaco.

En 2003 recibió el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, por su obra Por una vez contra el Otoño; el 19 de febrero de 2004 se dio a conocer que ganó por su obra Reducido a polvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2004, convocado por el Instituto de Cultura del Estado de Aguascalientes y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y considerado como el premio de poesía más importante del país, el cual han obtenido José Emilio Pacheco, Juan Bañuelos, Ernesto Lumbreras y Efraín Huerta, entre otros; además hay que considerar que Luis Vicente fue el ganador más joven en recibirlo.

En el dictamen de adjudicación del Premio Nacional de Poesía 2004 se señalaba que Reducido a polvo era “un libro culto, pero no culterano, que se asienta en la tradición de la poesía universal moderna y contemporánea”,¹ lo cual de alguna forma le dio la oportunidad de explicar algo de su obra:

Sin tratar de desmentir a nadie, creo que puede haber poesía bien hecha que no sea culta, en un sentido noble de la palabra. Toda buena poesía sabe reconocer sus nexos con ciertas tradiciones, con ciertos idiomas, de manera que el tejido que llamamos cultura está en todo poema bien escrito. Creo que el dictamen se refiere al hecho de que, sin ser un libro hermético ni de imposible o inaccesible lectura –cosa que me horrorizaría–, está muy trabajado y sopesado. Se buscó una coherencia por encima de la mera acumulación de poemas.²

En 2005 recibió el Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos por su trabajo La migración interior. Abecedario de Juan Goytisolo, y en noviembre de 2007 la red edusat le dedicó un programa televisión.