De Alba Martí, Salvador
Nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el 16 de enero de 1926. Fue hijo de los señores María de Jesús Martín Campos y Nicandro de Alba Hernández.
Cursó la primaria en el Liceo del padre Miguel Leandro Guerra de su ciudad natal.
Se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la Escuela Nacional de Arquitectura de la unam, donde el 26 de febrero de 1962 presentó su examen profesional y el 9 de mayo de 1963 recibió su título de arquitecto.
En 1951 fue maestro en la Escuela Nacional de Arquitectura, y de 1953 a 1955 impartió cátedra en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara, de la cual fue director del 1° de mayo de 1962 a abril de 1963.
Al frente de la Dirección de la Escuela de Arquitectura estructuró un sistema de prácticas profesionales de los estudiantes en colaboración con organismos federales, tales como el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (capfce), pero al aceptar los trabajos de renovación urbana en Lagos de Moreno, se vio obligado a dejar su cargo directivo en la Universidad de Guadalajara.
También impartió cátedras en la Escuela de Arquitectura del iteso, donde bajo su asesoría un grupo de estudiantes ganó el Premio de la Unión Internacional de Arquitectura, con el proyecto que se tituló “Arquitectura sin destrucción”.
Sus actividades profesionales las centró básicamente en la arquitectura de atención social, diseño urbano y planeación de edificios públicos y particulares. Así asumió la responsabilidad de las siguientes obras: el diseño del aula-casa prefabricada del capfce, del plan de mejoramiento de vivienda del infonavit, del diseño urbano del conjunto de viviendas de la colonia Miravalle sección iv de Guadalajara en colaboración con el arquitecto Alejandro Zhon, de la construcción de los departamentos Mina en la avenida Niños Héroes, del conjunto universitario de Ciencias Sociales de la Universidad de Guadalajara –el cual data de 1963– y de la intervención del centro histórico de Guadalajara en 1974, entre otras.
En Lagos de Moreno se hizo cargo de las históricas obras de remodelación urbana de 1962 a 1963, realizadas con motivo de la celebración de iv centenario de la fundación de la ciudad, las cuales incluyeron la reconstrucción del conjunto conventual de las monjas capuchinas que data del siglo xviii y que fue destinado a la Casa de la Cultura. Además de la Biblioteca Pública Regional María Soiné de Helguera, de las rinconadas de Capuchinas y de La Merced, del Jardín de los Constituyentes, de la Plaza iv Centenario, del Teatro Rosas Moreno, de los edificios Federal y de la sede del pri, entre otras.
Además, para su ciudad natal proyectó en 1990 el Núcleo de Feria y Exposiciones, que incluyó el Lienzo Charro Santa María, el auditorio de usos múltiples y las áreas de exposiciones ganadera y comercial.
En su obra en Lagos de Moreno:
Estableció un leguaje funcionalista con el rompimiento de esquemas arquitectónicos tradicionales, pero dotándolos de poderosa identidad, gracias al conocimiento que tenía de la historia y del estudio del contexto. Incluso, dentro de un mismo proyecto, exaltó las particularidades que vive un usuario de acuerdo con su posición y recorrido.1
Otras de las actividades que desempeñó fueron: la presidencia de arquitac en 1955, la gerencia regional del capfce en 1965, la presidencia del Colegio de Arquitectos de Jalisco de 1970 a 1974, el secretariado técnico de la Comisión de Conurbación de Manzanillo-Barra de Navidad de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas en 1973, entre otras.
Los reconocimientos y distinciones que recibió fueron: el Premio Internacional de la Trienal de Milán, Italia, de 1960, por el diseño del aula-casa prefabricada; el Premio de la vi Bienal de Sao Paulo, Brasil en 1961 por el diseño de la Escuela Normal Regional de Ciudad Guzmán, Jalisco, y en forma post mortem en 2002 el homenaje del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos de Jalisco.
Falleció el 5 de mayo de 1999 en Guadalajara.
Juicios y testimonios
Fernando González Gortázar: “Su obra responde preguntas tan fundamentales como la forma en que se eslabonan la tradición con la modernidad, lo regional con lo universal, el cerebro con el corazón. Pienso que gente como Salvador de Alba nace cada cien años y que Jalisco y México no lo aprovechamos cabalmente”.
Álvaro Morales: “Lo primero que yo pensaría es que me da muchísimo coraje que Guadalajara desperdició a uno de los mejores arquitectos que ha tenido. Era honesto profesionalmente, y también en su manera de trabajar materiales y estructuras. En una época como ahora que la arquitectura está tan mentirosa, la obra de don Salvador que era pura honestidad, es de un valor gigantesco”.
Alejandro Zohn: “Decía que lo más importante para que la gente apreciara la arquitectura es educarla desde pequeña, tanto para apreciarla como para conservarla. Además amó a Lagos, trabajó muchísimo ahí y su obra demuestra gran transparencia, una manera muy honesta de hacer las cosas”.
Referencias
-
Dante Alejandro Velázquez, “Salvador de Alba y la arquitectura moderna en Lagos de Moreno”, Tlacuilo. Órgano informativo del Colegio Municipal de Cronistas de Lagos de Moreno, A. C., núm. 1, marzo de 2016, p. 77. ↩︎