Biografías por órden alfabético

García Riera, Emilio


Nació en Ibiza, España, el 17 de noviembre de 1931. Fueron sus padres los señores Emilio García Rovira y Francisca Riera, ambos profesores de ideas republicanas, por lo que tuvieron que emigrar ante el estallido de la Guerra Civil española en 1936, primero hacia la República Dominicana donde tuvieron una breve estancia, para llegar finalmente en 1939 a la Ciudad de México.

Prácticamente dedicó todos sus esfuerzos profesionales al estudio del cine; sobre la inclinación hacia el séptimo arte declaró:

[En la República Dominicana] tuve algo que ahora no sé si fue una suerte o una desgracia. Unos amigos ricos de mi padre me dieron un pase gratis para el cine del que eran propietarios. Como en ese cine pasaban una película diferente cada día y como el beneficio del pase duró, calculo, uno dos años, debí ver fácilmente unas setecientas películas, hollywoodenses en su inmensa mayoría.1

Realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Economía de la unam, y militó en la organización de los socialistas españoles de México.

Fue profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam, del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y del Centro de Capacitación Cinematográfica.

Escribió los guiones de las películas En este pueblo no hay ladrones (1965) y Los días del amor (1971). Fue coguionista y ayudante de dirección de la película El balcón vacío (1962).

Desde 1957 colaboró como crítico de cine en México en la cultura, La cultura en México, Revista de la Universidad, Política, Excélsior, Proceso, Uno más uno y La Jornada. También fue comentarista de cine en algunos programas de televisión.

En 1962 fue subdirector de Snob; de 1962 a 1966 fue editor de La semana en el cine; de 1979 a 1980 dirigió las revistas Imágenes y Dicine; en 1974 con Fernando Macotela escribió La guía del cine mexicano.

Los títulos de sus libros son: El cine checoslovaco (1962); El cine mexicano (1963); La historia documental del cine mexicano (segunda versión,2 18 tomos, 1929-1978); El cine y su público (1973); Historia del cine mexicano (1986); México visto por el cine extranjero (1987); Filmografía mexicana (1987); Emilio Fernández (1987); Erich von Strohein (1987); Julio Bracho (1988); Polvo enamorado (1995); Mujeres, amigos y un tío (2000); Las películas de Tintan (2008); y sus memorias que tituló El cine es mejor que la vida.

Para elaborar su obra magna La historia documental del cine mexicano, vio, clasificó y elaboró las fichas de 3,500 películas mexicanas. Sobre la trascendencia de sus investigaciones José María Pérez Gay afirmó: “Emilio García Riera es para mí el fundador de la crítica del cine en México, y algo más importante: su primer historiador. Sus preocupaciones por la vida mexicana y su inquietud por la inteligencia del pasado inmediato o las pasiones del pasado anterior: oscuro en muchas zonas, lo llevaron a esta obra monumental”.3

El 2 de septiembre de 1986 fue nombrado director fundador del Centro de Investigación y Enseñanza Cinematográfica de la Universidad de Guadalajara, y fue coordinador de la Muestra de Cine Mexicano de la Universidad de Guadalajara.

En 1993 publicó algunos artículos en el periódico Siglo 21, y fue comentarista del Canal 7 en el programa Tarjeta roja con Trino Camacho; en 1995 participó como jurado del Festival de Cannes, Francia, y del Festival de Huesca, España.

Otros festivales cinematográficos en los cuales participó como miembro de jurados calificadores fueron el Festival de Cartagena en Colombia y los festivales españoles de San Sebastián, Sitges y Valladolid.

Los premios y distinciones que recibió fueron: la beca de la Fundación Guggenheim por su investigación en seis volúmenes de México visto por el cine extranjero, el Premio Xavier Villaurrutia por su autobiografía El cine es mejor que la vida; el 11 de marzo de 1995 fue nombrado maestro emérito de la Universidad de Guadalajara; en 1999 el rey Juan Carlos I le otorgó la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica de España; y en 2002 recibió el Ariel de Oro y el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.
Falleció en Guadalajara el 11 de octubre de 2002, sus restos mortales fueron llevados al Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, para ser inhumados después en el Parque Funeral Colonias.

En 2004 recibió el doctorado honoris causa post mortem de la Universidad de Guadalajara, se le adjudicó la presea Mayahuel de oro de la xviii Muestra de Cine Mexicano, y se le dio su nombre al Centro de Investigaciones y Estudios Cinematográficos.

Juicios y testimonios

Diana Bracho: “[Gracias a Emilio García Riera] El cine [mexicano] es el mejor documentado en el mundo”.


Luis González y González: “García Riera es muy consciente de las diversas estaciones por las que ha de pasar una historia verídica, académica, respetable de nuestro principal recreo en el siglo xx: el cine. Primero hay que entender lo que conviene y cabe seleccionar de la vida tumultuosa de los cineastas con frecuencia metidos en deportes y dramas de alcoba. García Riera sabe separar el grano del chisme. En segundo término, es necesario soplarse todas las películas de corto y largometraje que ha producido la industria cinematográfica de México en el periodo escogido por el historiador. García Riera tiene la visión casi cabal de las tres mil quinientas películas del periodo 29-76. Sólo le faltó ver y analizar directamente algunos filmes por la avaricia de sus dueños o por haberse perdido o chamuscado”.


Raúl Padilla López: “Es un maestro en el más pleno sentido de la palabra escrita y hablada. Fuera del aula o dentro de ella, su magisterio se caracteriza por la defensa tan intensa como aguda del pensamiento libre y de la imaginación creadora. Emilio ha sabido transmitir sin solemnidad estos valores”.


Carmen Villoro: “Era un tipo formidable, con gran sentido del humor y optimista. Combinaba la erudición con el gusto por las pequeñas cosas de la vida”.


Referencias
  1. Carlos Enrique Orozco, “Emilio García Riera”, Siglo 21, Guadalajara, 11 de marzo de 1993, p. 24. ↩︎

  2. La primera versión data de 1969 a 1978 y tiene 9 tomos. ↩︎

  3. Verónica Díaz Favela, “El crítico se convirtió en historiador”, Público, Guadalajara, 12 de octubre de 2002, p. 6. ↩︎