Biografías por órden alfabético

González Luna Morfín, Efraín


Nació en Guadalajara, Jalisco, el 5 de junio de 1929. Fueron sus padres la señora Amparo Morfín y el abogado Efraín González Luna.

Sus primeras letras las aprendió en su casa familiar y con alguna maestra particular, pues eran los años de la educación socialista del régimen cardenista. Luego se matriculó en el Instituto de Ciencias de los jesuitas, para cursar la secundaria y el bachillerato.

El 15 de agosto de 1945 ingresó a la Compañía de Jesús en San Cayetano, Santiago Tianguistenco, donde cursó Letras Clásicas de septiembre de 1947 a junio de 1951. En Ysleta College en El Paso, Texas, estudió Ciencias –Física, Química y Biología–, de septiembre de 1951 a junio de 1952. En el mismo lugar cursó las cátedras de Filosofía, de septiembre de 1952 a junio de 1955. Se distinguió como latinista, y logró un gran dominio del griego clásico, además fue un buen actor en las escenificaciones de los actos académicos de la Compañía.1

A la par que realizaba sus estudios, ejerció la docencia: de septiembre de 1955 a junio de 1956 en la Preparatoria Carlos Pereyra de Torreón, Coahuila, de septiembre de 1956 a junio de 1957 en el Seminario jesuita de Puente Grande, Jalisco, donde impartió las cátedras de Griego, Español e Historia Universal. Y continuó sus labores docentes en el mismo año de 1957 y hasta junio de 1958, en el Seminario Mexicano Interdiocesano de Montezuma, Nuevo México, con las cátedras de Lógica, Crítica y Metafísica. En el mismo año de 1958 empezó su formación teológica en Innsbruck, Austria, pero hacia octubre, como expresa uno de sus hijos, “abandonó la vida de religioso, que no la vida religiosa”. 2

A su regreso a México ingresó a la Escuela Libre de Derecho, pero al tener que trabajar en el Departamento de Estudios Económicos del Banco de Londres y México para sostener a su familia, se vio en la necesidad de cambiarse a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero ahí el problema fueron las faltas constantes de los maestros.

Finalmente concluyó sus estudios profesionales en la Universidad Iberoamericana de México, donde con un examen profesional brillante se tituló de abogado, con la tesis “Analogía, Ser del Derecho y Ser de la Sociedad”.

En 1960 se afilió al Partido Acción Nacional (pan) que había fundado su padre Efraín González Luna, en unión a Manuel Gómez Morín. Fue electo diputado federal a la xlvii Legislatura del Congreso de la Unión, y fungió como legislador de 1967 a 1970. Su participación partidista le costó su despido en el Banco de Londres y México, donde continuaba su trabajo como analista financiero.

El 21 de junio de 1969 fue nombrado dirigente de su partido en el Distrito Federal, y el 9 de noviembre siguiente se le eligió candidato a la presidencia de la república por el pan. Como era de esperarse, contendió en muy desiguales condiciones con el candidato oficialista Luis Echeverría. Recorrió el país en su campaña presidencial, exponiendo su ideología humanista en varios discursos que fueron publicados en 1971 por Luis Calderón Vega, con el título de Efraín González: discursos de la campaña presidencial. Y finalmente se impuso el oficialismo, tan sólo se le reconoció 13.98 % de la votación nacional.3

De marzo a diciembre de 19754 fue jefe nacional de su partido; sin embargo, hacia finales del citado año renunció, al advertir que el partido se desviaba de sus ideales programáticos a los intereses pragmáticos, lo cual Carlos Castillo Peraza describió:

Por supuesto, el intelectual, el anticuado, el elitista era, para aquellos, el propio Efraín, a quien se llegó a acusar de marxista jesuítico, de excesivamente doctrinario y poco práctico. Sus detractores se presentaban a sí mismos como los innovadores, los prácticos, los apoyados por las bases y los que habrían de salvar al Partido […] Acción Nacional perdió mucho con la salida de Efraín González Morfín. 5

En 1978 integró un grupo de reflexión política que llevó por nombre “Solidarismo”.

Al concluir la campaña presidencial, se integró como catedrático de la Universidad Iberoamericana de México, ejerció como tal de 1971 a 1984 y recibió el título de maestro numerario. Ahí cultivó su pensamiento jurídico junto con los grandes maestros Miguel Villoro Toranzo, Héctor González Uribe, Manuel Borja Martínez, Fernando Vázquez Pando y José de Jesús Ledesma.

En febrero de 1984 se trasladó con su familia a Guadalajara, donde trabajó como asesor jurídico de la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara.

En 1986 fue maestro fundador de la Escuela de Derecho del iteso, donde impartió las cátedras: Introducción a la Filosofía, Teoría del Derecho, Derecho Romano, Derecho Constitucional cursos i y ii y Filosofía del Derecho.

Sobre su estilo magisterial Guillermo Alejandro Gatt Corona escribe:

Lo conocí en 1989 en el iteso, impartiendo la clase de Introducción a la Filosofía y después en Derecho Romano, trataba de hacer entender a un grupo de estudiantes de Derecho entre los que me encontraba, la importancia de hacer coincidir nuestra pericia en la práctica jurídica con una vida de virtudes, y que para ello, era necesario –y contestarse con coherencia– preguntas fundamentales.6

De 1990 a 1992 fue catedrático de la Facultad de Derecho y maestro investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Guadalajara, varios de sus ensayos fueron publicados en la revista Jurídica Jalisciense.

Las cátedras que impartió fueron: Introducción al Estudio del Derecho y Filosofía del Derecho, en la licenciatura, y Filosofía del Derecho en el curso propedéutico de la maestría en Derecho.

Sobre su estancia en la Universidad de Guadalajara expresó: “Estuve contento y trabajé bien con los muchachos y los profesores”,7 lo cual se llegó a manifestar al aparecer sus colaboraciones en modestas publicaciones estudiantiles, como fue el caso de su artículo “Servicio público”.8

En 1994 se integró como catedrático de la Escuela de Derecho de la Universidad Panamericana campus Guadalajara, donde impartió las cátedras de Filosofía del Derecho y de Derecho Natural, el Seminario de Bioética en colaboración con otros maestros y la de Catecismo de la Iglesia católica a los estudiantes que la deseaban llevar en forma extracurricular; también fue secretario académico de dicha Escuela.

De 1995 a 1998 fue secretario de Educación del gobierno del estado de Jalisco, en el primer gobierno panista de la entidad, sin duda fue considerada por la sociedad jalisciense como la mejor designación del gabinete de Alberto Cárdenas Jiménez. Así, en su comparecencia ante el Congreso del Estado, Ignacio Pérez Vega escribió:

En un hecho insólito, el secretario de Educación, Efraín González Morfín, recibió ayer una ovación de pie por parte de cinco diputados del pri, mientras que la fracción panista fue la que hizo más cuestionamientos a su labor […] Afirmó que durante su gestión ha dado continuidad a los programas comprendidos en la administración anterior, incluso conservó en sus puestos a la mayoría de los directores de departamentos. [Expresó] Yo creo que en México urge que el cambio de partidos y de gobierno no implique la salida de los funcionarios que trabajan bien en el gobierno. [Continuó tras la ovación] Creo que por el simple cambio de titulares del poder, se quita el trabajo a funcionarios que cumplen bien y que han ido adquiriendo preparación y con ello se daña a Jalisco y a México.9

Durante su gestión logró integrar los servicios educativos del estado de Jalisco en un sistema único que reunió lo antes federal y estatal.10 En múltiples discursos y mensajes dio a conocer su ideario educativo. Así, al comentar sus razones para aceptar la Secretaría de Educación, expresó: “Creo que es una posibilidad de prestar un servicio a mi Estado y a mi Patria de acuerdo con criterios y valores que he tratado de defender en mi vida. Y cuando algunas personas simplemente señalan ese tipo de defensa y se la aplican a usted mismo, no le queda más que tratar de ser congruente”.11

El 16 de diciembre de 1998, tras un periodo de debilitamiento de su salud física, renunció a la Secretaría de Educación, y se dedicó nuevamente de tiempo completo a sus labores académicas, aunque nunca había dejado de dar su cátedra en la Universidad Panamericana.

Entre las instituciones y asociaciones con las que colaboró, se encuentran: la Arquidiócesis de Guadalajara para la organización y realización del ii Sínodo Diocesano (1989-1995), 12 el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana y la Asociación Nacional de Empresarios Mexicanos. También fue traductor y revisor de las publicaciones de la Colección de Desarrollo Económico, promovida por birf-cemla (Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos).

Los títulos de sus libros publicados son: Temas de Filosofía del Derecho (1999); La educación: visión y mensaje (2000); y Formar personas. Sugerencias y caminos de un pensador (2002). Sus folletos publicados son: “Introducción a la doctrina social cristiana”, “El cambio social”, “La trascendencia de Populorum Progressio: sus retos y desafíos” y “Derechos Humanos: fundamentos y práctica”. Sus traducciones del francés de las obras El Partido Comunista Ruso en el poder (1917-1960) de Rutych, y del alemán Bolchevismo de Waldemar Gurian, [Socialismo y Liberalismo] de Oswald von Nell-Breuning. También grabó los casetes sobre “La Doctrina Social de la Iglesia” y dos discos compactos con sus conferencias “En conciencia”.

Además escribió Tesis y actitudes políticas, El puño y la mano tendida, Reforma social, Persona, sociedad y política, Algunos temas de discusión para una Teoría del Derecho, Cuestiones económicas fundamentales, Convicciones fundamentales y libertad, Criterios sobre el espíritu del federalismo mexicano, Objeto de estudio de la carrera de Derecho.

Hay que agregar a su magisterio escrito, sobre todo su magisterio verbal en sus múltiples conferencias, seminarios, discursos, cursos y coloquios o simplemente la conversación informal con sus compañeros universitarios, con sus antiguos correligionarios políticos, con los jóvenes, con los grupos católicos, en fin, con todos aquellos que estaban dispuestos a explorar las posibilidades de un mundo mejor.

El 15 de mayo de 1991, al cumplirse el primer centenario de la encíclica de León XIII Rerum Novarum, el papa Juan Pablo II le otorgó la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice; al aceptar la condecoración expresó:

La Doctrina Social de la Iglesia es parte esencial de la concepción católica de la vida; no es una excrecencia o apéndice accesorio y optativo de la misión de la Iglesia, aunque así lo conciban quienes consideran sin importancia sustituir la Doctrina Social de la Iglesia por individualismo liberal o por marxismo. En México y en América Latina tiene especial importancia […] para promover de manera constante la eficacia social de la fe y para vencer el riesgo de utilización demagógica de la religión católica.13

El 13 de noviembre de 1996 la comunidad de abogados –asociaciones, barras y colegios– de Jalisco, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, le entregó el reconocimiento al mejor abogado de Jalisco, en su calidad de funcionario público, aunque él aseguró que seguía prefiriendo la cátedra.

A finales de 1998 el gobierno de la República de Francia lo condecoró con la Cruz de Honor en grado de caballero.

El 28 de enero de 2002 en la Ciudad de México recibió el doctorado honoris causa del Sistema Universidades Iberoamericanas-iteso. En su discurso de colación del grado, conceptualizó sobre la posición ideológica que ha de observarse fielmente en las universidades jesuitas:

En esta reflexión sobre aspectos esenciales de la educación en el Sistema Universidad Iberoamericana-iteso, debe mencionarse el carácter católico o de inspiración cristiana de la formación universitaria. Se trata de exponer, proponer y reafirmar con el ejemplo las verdades y valores de la fe católica, con pleno respeto a la libertad religiosa. Por tanto, la opción católica universitaria respeta a los discrepantes y les pide respeto para la posición tomada por el Sistema Universitario, en un ambiente de libertad o inmunidad de coacción en las convicciones y prácticas educativas, dentro del orden y el bien común de la institución educativa.14

El 16 de diciembre de 2009 se le confirió el Premio Jalisco 2008.

Falleció en su ciudad natal el 21 de octubre de 2012. Sus funerales se oficiaron en el Templo de San Javier de las Colinas y sus restos fueron cremados.

Juicios y testimonios

Carlos Castillo Peraza: “A él, felizmente, le ganó una causa superior a la política partidista. Al servicio de ella, su inteligencia y modestia excepcionales dan –como él lo dijo– testimonio ‘Del sistema métrico de Dios, que salva por medio de su Hijo y de sus hijos bajo forma de esclavos y no necesita liderazgos de vanidad individual o colectiva’”.


Sergio René de Dios Corona: “El secretario de Educación Pública habla ocho idiomas. El currículum vite oficial que envió en febrero de 1995 al gobierno estatal es un versión pírrica de lo que en realidad es el funcionario”.


Santiago González Luna Marseille: “Él me enseñó que si de veras quieren darle una probadita a lo que alguien es, vean como se relaciona con Dios, con los hombres y con las cosas. Esas tres dimensiones dicen mucho más de alguien, que su simple currículo. Y en esto, sobre todo en esto, es donde don Efraín no tiene par. Lo que describe a mi padre, lo que lo hace que lo admire y lo respete tanto, es muy corto de decir; pero sin duda lo semblantea mejor que todos los párrafos anteriores. Él siempre ha vivido como hijo de Dios, como hermano de los hombres y como señor de las cosas”.


Miguel Agustín Limón: “Hombre sencillo, de clara inteligencia, con una gran calidad moral y sobre todo humanista […] Hombre de mente lúcida y luchador incansable a favor de la educación integral, supo ganarse la admiración y el respeto hasta de sus detractores, a través de sus conceptos claros y definitivos, que dieron certeza y certidumbre a la labor educativa de nuestro estado”.


Referencias
  1. Datos y testimonios proporcionados por J. Jesús Gómez Fregoso, S. J. ↩︎

  2. Santiago González Luna Marseille, “Don Efra, un padre”, El magisterio de Efraín González Luna Morfín, Guadalajara, Amate Editorial, 2005, p. 33. ↩︎

  3. Estadísticas históricas de México, México, inegi, tomo i, 1985, p. 291. ↩︎

  4. José Rogelio Álvarez et al., Enciclopedia de México, México, Secretaría de Educación Pública, tomo xi , 1988, p. 6232. ↩︎

  5. Carlos Castillo Peraza, “Justo reconocimiento”, La Jornada, México, 20 de mayo de 1991, p. 5. ↩︎

  6. Guillermo Alejando Gatt Corona et al. (comps.), El magisterio de Efraín González Luna Morfín, Guadalajara, Amate, 2005, p. 8. ↩︎

  7. Juan Real, entrevista al maestro Efraín González-Luna Morfín, 24 de febrero de 2005, campus de la Universidad Panamericana. ↩︎

  8. Efraín González-Luna Morfín, “Servicio público”, El Siglo xxi. Órgano estudiantil independiente de la Facultad de Derecho, núm. 3, mayo de 1991, p. 8. ↩︎

  9. Ignacio Pérez Vega, “González Morfín fue ovacionado por los priístas”, Siglo 21, Guadalajara, 9 de febrero de 1996, p. 7. ↩︎

  10. Testimonio de Miguel Agustín Limón Macías. ↩︎

  11. Eduardo Mar de la Paz, “Efraín González Morfín. Del solidarismo en el pan al solidarismo en Educación, Siglo 21, 26 de marzo de 1995, p. 4. ↩︎

  12. Arquidiócesis de Guadalajara, ii Sínodo Diocesano. Para la Nueva Evangelización. Documento final, Guadalajara, Arquidiócesis de Guadalajara, 1995, p. 309. ↩︎

  13. Castillo Peraza, op. cit., loc. cit↩︎

  14. Efraín González-Luna Morfin, “Discurso del Doctor Honoris Causa…”, p. 115. ↩︎