Biografías por órden alfabético

Juan Ignacio, Matute y Cañedo


abcNació en Guadalajara, Jalisco, el 24 de julio de 1829. Fueron sus padres el capitán de fragata de la Marina Imperial de Guerra del emperador Agustín I, Juan Bautista de Matute y Correa, y Juana Evangelista Estéfana de Cañedo y Arroniz, de la opulenta familia de los mayorazgos del Cabezón en Ameca.

Sus primeras letras las aprendió en la escuela parroquial del templo de la Virgen del Pilar. “Educado –escribe Gabriel Camarena– en un ambiente de tradición científica, por la carrera de marinos, cartógrafos, geógrafos y astrónomos, que llevaron los viejos Matute, el muchacho mostró su inclinación a las carreras afines de las ciencias exactas y físicas”.1

Residente en la Ciudad de México, se matriculó en el Colegio de Minería para ingresar a la carrera de Minería, Topografía y Geografía. En 1851 recibió el grado de ingeniero de minas e inició la especialidad de agrimensor, y casi simultáneamente en la Academia de San Carlos completó sus estudios, para recibir el título de la recientemente inaugurada carrera de Ingeniería Civil, el cual le fue otorgado por el arquitecto italiano Xavier Cavallari.

Al concluir sus estudios profesionales regresó a Guadalajara, donde su tío, el canónigo Juan José Caserta y Cañedo, les impartió la bendición nupcial a él y a su esposa, Margarita de Cañedo y Keyser, el 24 de diciembre de 1856.

En el citado año de 1856 se le nombró profesor de Física y de Matemáticas del Liceo de Varones, y más tarde impartió las clases de Matemáticas I, Astronomía Teórica y Ordenanzas de tierras y aguas en el Instituto de Ciencias del Estado. Cumplió sus labores docentes con varias interrupciones provocadas por la difícil situación del país de 1857 a 1867, además de sus labores profesionales que lo obligaban constantemente a salir de la ciudad.

Al inicio de 1858 se le encomendó la vigilancia y la supervisión de la construcción de la carretera de Guadalajara a Manzanillo, por lo que partió de inmediato a cumplir con la inspección. En Manzanillo prestó su ayuda al presidente de la república Benito Juárez, que venía huyendo rumbo a Acapulco ante el avance de las tropas conservadoras, para luego continuar hacia Nueva Orleans.

Con la Guerra de Reforma se suspendieron las obras de dicha carretera y regresó a Guadalajara, donde atendió sus cátedras en la medida que lo permitían las circunstancias.

En 1846 la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística lo recibió como socio corresponsal y colaborador de la Junta Auxiliar de la Sección de Jalisco.

Al restaurarse la república, en 1867, fue electo regidor del Ayuntamiento de Guadalajara y fungió como ingeniero ensayador de la Casa de Moneda, cargo que desempeñó hasta 1872.

Por estos años se trasladó a la ciudad de Colima, donde participó en la Junta de Mejoramiento de Vecinos, arregló un sistema de alcantarillado, instaló el alumbrado de petróleo y arco voltaico, y proyectó el transporte colectivo, con base en tranvías tirados por mulas.

Durante 1871 y 1872, junto con su primo Juan Bautista Matute y Abarca, trabajó en el proyecto de una carretera que uniera a Guadalajara con Zacatecas; dicho proyecto le fue encomendado por el gobernador Ignacio Luis Vallarta y se le conoció con el nombre de “El camino de Colotlán”. Desafortunadamente, a pesar de las gestiones que realizó en Zacatecas, el proyecto no pudo realizarse.

A su regreso a Guadalajara dirigió la Junta de Mineralogía, Geología y Pozos Artesianos. De febrero de 1876 a enero de 1877 fue rector interino del Liceo de Varones.

En 1881 publicó la Noticia Geográfica-Estadística del Partido de Sánchez Román, Estado de Zacatecas, al distinguido C. general don Trinidad García de la Cadena, como una muestra de gratitud y aprecio de su amigo y servidor el ingeniero Juan Ignacio Matute; y en 1883 dio a conocer su obra Tablas que expresan la relación entre las medidas usadas en la República Mejicana hasta el presente año y las que deberán usarse desde el 1º de mayo de 1884.

Del 24 de febrero de 1883 al 28 de octubre de 1884 fue presidente de la Junta Directiva de Estudios del Estado de Jalisco.

Durante el gobierno estatal del general Ramón Corona participó como socio residente en la Sociedad Lancasteriana de Jalisco.

En diciembre de 1895 publicó en El Diario de Jalisco su estudio “Los ríos de Jalisco. Investigación acerca de la Hidrografía Jalisciense”, que contenía el “fruto de sus excursiones e incursiones –escribe Gabriel Camarena– en la parte selvática y no frecuentada de nuestro país, es esta obra, que llega a ser básica para el correcto conocimiento de la geografía jalisciense. Posteriormente, debía ser editada por el Secretario de Comunicaciones y Obras Públicas”.2

En 1899 el presidente de la república Porfirio Díaz le encomendó la construcción del camino Guadalajara-San Blas, y más tarde lo nombró inspector de la sección occidental del ferrocarril, además colaboró en los cálculos y en la supervisión de las vías del ferrocarril Guadalajara-Manzanillo.

En sus últimos años de vida fue gran colaborador del boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.

Falleció en Guadalajara la noche del 29 al 30 de enero de 1907, y fue inhumado en el Panteón de Mezquitán.


Referencias
  1. Juan I. Matute y Cañedo, Ríos de Jalisco, incluye nota biográfica de Gabriel Camarena Gutiérrez de Láriz, Guadalajara, Ed. del Gobierno del Estado de Jalisco, 1989, p. 21. ↩︎

  2. Ibid., p. 72. ↩︎