Martínez Rodríguez, José Luis
Nació en Atoyac, Jalisco, el 19 de enero de 1918. Fueron sus padres el médico Juan Martínez Reynaga y la señora Julia Rodríguez Rodríguez.
En 1924 se estableció con su familia en Zapotlán el Grande, Jalisco, donde vivió hasta 1930, y cursó su primaria en el Colegio Renacimiento.
En 1932 se trasladó a Guadalajara donde ingresó a la Escuela Preparatoria de Jalisco de la Universidad de Guadalajara, para cursar la secundaria y el bachillerato, los cuales concluyó en 1937. Sobre la trascendencia de la formación que recibió en las aulas universitarias evocó:
Cuando preguntaba a un escritor y querido amigo por su origen, solía decirme que uno es de donde hace la secundaria. Y yo la hice en esta ciudad y en esta Universidad de Guadalajara, en años que recuerdo felices, y cuando descubrí la vida, encontré amigos permanentes y fui entreviendo mi vocación. Esa formación profunda del gusto y de la sensibilidad, que se marca por una vez y que no nos abandona, se dio para mí en esta ciudad y en la entonces Escuela Preparatoria [...] Y de las aulas de esta Universidad recuerdo con reconocimiento las enseñanzas de Agustín Basave, de Enrique Díaz de León, de Raúl Quintero, de José Cornejo Franco y de Bartolomé Gutiérrez.1
En 1937, ante los fuertes embates de los disturbios estudiantiles que afectaron a la comunidad universitaria de Guadalajara, se vio obligado a emigrar a la Ciudad de México, donde se matriculó en la Facultad de Medicina de la unam, y más tarde decidió cambiarse a la licenciatura de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras, de la misma Universidad.
De 1940 a 1942 junto con Leopoldo Zea, Jorge González Durán y Alí Chumacero –con estos dos últimos había emigrado de Guadalajara– publicó la revista literaria Tierra Nueva, y por esos años empezó a trabajar con Alfonso Reyes y Enrique Díez-Canedo; en 1943 recibió su título profesional de licenciado en Letras Hispánicas.
De 1940 a 1965 fue catedrático de Literatura Española, Literatura Mexicana, Español Superior y Crítica Literaria en la Escuela Nacional Preparatoria, en la Escuela de Verano y en la Facultad de Filosofía y Letras, dependencias de la unam. En 1950 fue nombrado director del Seminario para la Investigación del Periodismo Literario del siglo xix en El Colegio de México, de 1950 a 1953 fungió como presidente del Colegio de Profesores de Literatura de la Facultad de Filosofía y Letras de la unam, y de 1967 a 1971 fue miembro de la Junta de Gobierno de El Colegio de México.
Los cargos públicos que desempeñó fueron: de 1958 a 1961 diputado federal por el estado de Jalisco y coordinador de la diputación jalisciense del pri; en 1960 presidente de la Cámara de Diputados, de 1961 a 1962 embajador de México ante la República de Chile, de 1963 a 1964 embajador de México ante la unesco con sede en París, Francia; de 1965 a 1970 director del Instituto Nacional de Bellas Artes; de 1971 a 1974 embajador de México ante Grecia; en 1975 gerente general de los Talleres Gráficos de la Nación; de 1976 a 1982 director general del fce, de 1982 a 1985 nuevamente fue electo diputado federal por el estado de Jalisco, e integró las Comisiones de Corrección de Estilo y de Educación Pública; también fue miembro consultivo del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del pri, cronista de la Ciudad de México hasta 1985, vocal de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito y miembro del Consejo de Administración del fce.
Los títulos de sus libros de ensayos historiográficos y literarios son: Literatura mexicana, siglo xx (1949-1950), dos volúmenes; Problemas literarios (1955); La expresión nacional, letras mexicanas del siglo xix (1955); El ensayo mexicano moderno (1958-1971), dos volúmenes; La luna (1969); Unidad y diversidad de la literatura latinoamericana (1980); Nezahualcóyotl, vida y obra (1980); Sahagún, el México antiguo (1981), publicado en Venezuela; El Códice Florentino y la Historia General de Sahagún (1982); Pasajeros de indias, viajes trasatlánticos en el siglo xvi (1983), publicado en España; y Hernán Cortés (1990), monumental biografía que va acompañada de cuatro tomos de documentos del conquistador novohispano.
Los títulos de sus libros de poesía son: Elegía de Melibea y otros poemas (1940); Rosa efímera, sonetos a la rosa (1941); y una antología titulada Poetisas mexicanas modernas (1942).
Fue autor de un gran número de artículos, ensayos y prólogos. Entre las revistas literarias en las cuales colaboró están: El Hijo Pródigo, la Nueva Revista de Literatura, Estaciones, Vuelta, Revista de la Universidad Nacional Autónoma de México, entre otras. Y escribió los prólogos a las Obras Completas de Justo Sierra, a las Obras Completas de Ramón López Velarde y a Literatura Nacional de Ignacio Manuel Altamirano.
Como delegado de México participó en las siguientes reuniones: iv Congreso Internacional de Catedráticos de Literatura Iberoamericana celebrado en La Habana, Cuba en 1949; viii Congreso Panamericano de Ferrocarriles en Washington, Estados Unidos en 1953; Conferencia Interparlamentaria Americana en Lima, Perú, en 1959; vi y vii Reuniones de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebradas en San José, Costa Rica, en 1960; xii y xiii Conferencias Generales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en París, en 1962 y 1964; como presidente de las delegaciones mexicanas ante la xv Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura celebrada en París, y la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales en Venecia, Italia, en 1970.
Fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua correspondiente a la Española, a la cual ingresó el 22 de abril de 1960 con el discurso “De la naturaleza y carácter de la literatura mexicana”. En 1980 fue electo director de la Academia Mexicana de la Lengua, y más tarde se le dio el título de director vitalicio. En 1982 fue electo miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua, y en 1993 ingresó a la Academia Mexicana de la Historia.
De 1975 a 1998 fue consejero de la Fundación Cultura Televisa, de 1993 a 1994 fue asesor de la Secretaría de Educación Pública, y en 1994 recibió el nombramiento de creador emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Entre los honores y distinciones que recibió están: el nombramiento de maestro huésped de la Facultad de Humanidades de la República de El Salvador en 1951; la insignia José María Vigil como jalisciense distinguido en 1956; la Gran Cruz de la Orden del Sol de Perú en 1963; la condecoración de comendador de la Orden de Leopoldo II del Reino de Bélgica en 1965; la condecoración de comendador de la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania en 1966; la condecoración de comendador de la Orden al Mérito de Italia en 1967; la Cruz de Oficial de la Legión de Honor, Francia, 1969; el Premio de Letras del Fondo de Fomento Educativo Elías Sourasky en 1978; el Premio Nacional de Literatura y Lingüística en 1980; el Premio Internacional Alfonso Reyes de 1982; el Primer Premio de Cultura Hispánica, Madrid, de 1982; la Gran Cruz del Mérito Civil, España, 1982; la medalla de Honor de la Universidad Menéndez Pelayo por su trabajo sobre Hernán Cortés, 1993; y la Orden Isabel la Católica del Reino de España, 1998.
La unam lo incluyó en su serie discográfica Voz viva de México; y en 1999 la librería del fce de Guadalajara recibió su nombre.
Con motivo del septuagésimo aniversario de su nacimiento, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la unam le rindieron un homenaje en el Palacio de Minería en la capital del país, en el cual participaron Alí Chumacero, Salvador Elizondo, Adolfo Castañón y Juan José Arreola –entre otros–.
El 11 y 12 de marzo de 1988 la Universidad de Guadalajara se unió al homenaje nacional con los siguientes festejos: dos mesas redondas de análisis que se titularon “Las aportaciones literarias de José Luis Martínez a la cultura jalisciense y mexicana”, y “La obra literaria e historiográfica de José Luis Martínez”, el solemne acto académico en el Paraninfo Enrique Díaz de León y la develación de la placa conmemorativa en su pueblo natal.
Falleció el 20 de marzo de 2007 en la Ciudad de México.
Juicios y testimonios
Fernando Benítez: “No era poeta ni novelista ni cuentista, sino un ensayista y un erudito que haciendo su obra se ocupó de las obras de los demás con una asombrosa capacidad”.
Alí Chumacero: “José Luis Martínez, conocido como uno de los mejores antologistas de México”.
Christopher Domínguez Michael: “La vocación de Martínez ha sido la historia literaria y la literatura histórica. En esta casa la palabra vocación es clave. Se trata no sólo de un hombre de letras que decidió poner a disposición de la cultura mexicana una de las mejores bibliotecas del país, que tiene en él a un sabio guardián, sino de un investigador cuya modestia sólo es igual a la universalidad de su saber y la curiosidad de sus empeños. Martínez es una figura que puede reconocerse en una tradición que no es propia y que arranca, para no ir más lejos con Eguiara y Eguren, Clavijero y García Icazbalceta [...]”.
José Emilio Pacheco: “Tenemos una deuda de gratitud interminable con José Luis Martínez: él ha contribuido como pocos a establecer una tradición literaria nacional, a organizar la multitud de autores y de libros en un corpus reconocible como literatura mexicana. Lo ha hecho mediante una labor que ya dura medio siglo y equivale al esfuerzo conjunto de varias generaciones y muchos institutos de investigación”.
Referencias
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José Luis Martínez, “Para agradecer un homenaje”, El Occidental, Guadalajara, 20 de marzo de 1988, Suplemento La Cultura en Occidente, p. 2. ↩︎