Medina Beruben, Isaac

Nació en Tepic, Nayarit, el 25 de abril de 1922. Fueron sus padres los señores Carlota Beruben Carrillo e Isaac Medina Hernández, de oficio tenedor de libros contables y quien fuera presidente municipal interino de Tepic.

En el Instituto Amado Nervo cursó la primaria, y en el Instituto del Estado de Nayarit la secundaria, ambos en su ciudad natal.

Luego se trasladó a Guadalajara para de 1938 a 1939 cursar el bachillerato en Ciencias Médicas y Biológicas en la Escuela Preparatoria de Jalisco. En 1940 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, donde realizó sus estudios profesionales, y por ser uno de los mejores promedios de calificaciones de su generación fue elegido como practicante para el área de cardiología, y a partir del cuarto año de su carrera, fue adscrito.

El 28 de mayo de 1947 recibió su título profesional de médico, cirujano y partero, y luego residió en la Ciudad de México, donde cursó su especialidad en el Instituto Nacional de Cardiología, bajo la dirección del eminente cardiólogo Ignacio Chávez. En años posteriores completó su formación con diecisiete cursos más en dicho Instituto, y con otros seis de la Sociedad Mexicana de Cardiología.

A su regreso a Guadalajara, de 1947 a 1957 fue el primer director del Hospital Civil de Zapopan; de 1952 a 1966 se desempeñó como médico adjunto del Servicio de Cardiología del Hospital Civil de Guadalajara; y de 1966 a 1998 fue jefe del mismo Servicio.

En 1947 inició su magisterio en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, impartió la clase de Propedéutica de la Clínica y Clínica de Cardiología en el Hospital Civil, lo cual hizo durante cincuenta años. Sobre sus vivencias magisteriales expresó:

Mi mayor satisfacción fue haber cumplido, dentro de mis posibilidades mentales y de conocimiento, como médico y docente. Reprobé a muchos, porque siempre fui muy exigente. Sin embargo, creo que nadie me guarda rencor, porque incluso me han agradecido que tuviera esa actitud.¹

Fue autor de Propedéutica de la clínica y diagnóstico físico, el cual se convirtió en el clásico libro de texto para los futuros médicos, dicha obra vio su segunda edición en 2005, y sus investigaciones y aportaciones sobre clínica, propedéutica y cardiología fueron publicadas en diversas revistas especializadas.

De 1953 a 1954 fue secretario de la Sociedad Médica de Guadalajara; durante su gestión se organizó la Asociación Médica de Occidente –luego de Jalisco–; de 1955 a 1954 fungió como presidente de la citada Sociedad Médica de Guadalajara y también fue miembro de la Asociación Cultural del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde.

Los reconocimientos que recibió fueron: su nombre fue dado a la generación de médicos 1956-1962; las preseas universitarias Jesús Delgadillo Araujo, Pablo Gutiérrez, 12 de Octubre y Fray Antonio Alcalde; y el reconocimiento del Hospital Civil por sus 49 años de ameritado trabajo.

El 29 de julio de 2007 falleció en Guadalajara y sus funerales se oficiaron en la parroquia de San Juan Macías, en Zapopan, Jalisco.

Juicios y testimonios

Horacio Muñoz Padilla et al.: “[…] Un hombre íntegro con grandes valores, principios e ideales, destacado en el área de la cardiología; un ser extraordinario, un hombre único”.