Biografías por órden alfabético

Moreno Castañeda, Gilberto


Nació en Tamazula de Gordiano, Jalisco, el 23 de febrero de 1910. Fueron sus padres el agricultor Mucio Moreno Martínez y la señora Felícitas Castañeda Espinoza.

Cursó la instrucción primaria en su pueblo natal, luego pasó a residir a Guadalajara, donde se matriculó en la Escuela Preparatoria de Jalisco, para estudiar la secundaria y el bachillerato.

En 1927 ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guadalajara para cursar la licenciatura en Derecho. En 1932 presentó su examen de tesis titulada “Un anacronismo de nuestra ley civil”, y el 10 de diciembre del citado año fue su examen profesional y recibió su título de abogado.

En septiembre de 1931 ingresó como catedrático de la Universidad de Guadalajara; el 10 de abril de 1940 tomó posesión de la cátedra de Derecho Mercantil tercer curso en la Facultad de Derecho y Economía, de dicha materia a partir de septiembre de 1947 fue titular; el 6 de enero de 1943 fue nombrado profesor titular de las cátedras de Economía y Política Comercial Nacional y Extranjera, y de Comercio Internacional en la Facultad de Economía; el 8 de febrero de 1966 fue nombrado profesor adjunto de Derecho Financiero; el 29 de julio de 1974 se le nombró maestro investigador de la Facultad de Derecho; el 1° de junio de 1977 el Consejo General Universitario le otorgó su jubilación. En 1990 aceptó participar como expositor en el segundo módulo del Diplomado en Derecho Corporativo.

Sobre su labor magisterial, en la revista Jure de la Facultad de Derecho se publicó la siguiente semblanza:

El maestro Moreno Castañeda logró construir un modelo propio de la docencia, preocupado por la buena preparación de los estudiantes y por conseguir un trato personal y fecundo con cada uno de ellos. La forma de elaborar los temarios y las pruebas, el ritmo y la armonía que imprimía a los ciclos escolares, nos muestran el apego y el amor por el oficio de ser profesor que durante más de cuarenta años llevó a cabo en nuestra Facultad. No acostumbraba dar mérito a quien no lo tenía y sus opiniones eran atendidas y respetadas en la escuela por las autoridades, por sus compañeros profesores y por los alumnos.1

Los títulos de los libros que escribió son: Un nuevo orden monetario de México. Un plan para contener la depreciación; La moneda y la banca en México en dos tomos (1955, con una segunda edición corregida en 1975); La galaxia no responde. Introducción a la exobiología (1973); El gran desafío. La causalidad en la historia de México (1984); y El poder mental del subconsciente (1987).

Colaboró con sus artículos y ensayos en el periódico El Informador y en la revista Jure, entre los que están: “El pacto y la deuda externa”, “Las vicisitudes económicas”, “La deuda interna: escollo inquietante”, “Del gozo al pozo”, “Impostura del Plan de Iguala”, “Las difíciles finanzas del Estado Federal”, “La deuda interna y el sexto informe”, “La salvación del lago”, “El agua: milagro de la creación”, “El ahorro interno”, “Génesis y ocaso de la crisis”, “El billón”, “Reflexiones en torno a la adversidad”, “La restitución de la banca”, “Las tribulaciones de una economía dirigida”, entre otros.

En la administración pública se desempeñó como juez de distrito en Quintana Roo, jefe del Departamento de Economía y Hacienda del gobierno del estado de Jalisco, procurador general de Justicia del estado de Jalisco y director de la Compañía Eléctrica de Chapala, y como experto en Derecho Fiscal instrumentalizó el impuesto estatal de plusvalía.

Ejerció su profesión de abogado principalmente en el área del Derecho Privado y de manera muy particular en el ámbito mercantil y, dentro de éste, en el Derecho Bancario. El 28 de septiembre de 1942 recibió el fiat de notario público, y llegó a ejercer como decano del Colegio de Notarios de Jalisco.

Los reconocimientos que recibió fueron: en 1953 el Premio Anual de Economía del Banco Nacional de México S. A.; en 1956 el Premio Jalisco por su obra La moneda y la banca en México, las preseas universitarias Mariano Otero, Ignacio L. Vallarta y Fray Antonio Alcalde; fue padrino de la generación de abogados 1953-1958, en 1958 el Ateneo Demóstenes lo integró como su miembro, el 10 de diciembre de 1965 ingresó como académico de la Academia Nacional de Historia y Geografía; en 1980 la Academia Nacional del Notariado Mexicano le otorgó un reconocimiento, en 1989 la generación de abogados 1973-1978 de la Universidad de Guadalajara le entregó un reconocimiento como maestro distinguido, y en 1990 recibió el homenaje de la Facultad de Derecho.

El 24 de julio de 1990 falleció en Guadalajara.

Juicios y testimonios

Adalberto Ortega Solís: “Jalisciense excepcional, universitario ejemplar, funcionario probo, abogado y notario brillante, forjador de abogados, quien nos lega su obra escrita, sus piezas oratorias, sus conferencias magistrales, así como su acendrado espíritu de servicio y amor por nuestra patria, nuestro estado, nuestra universidad y nuestra profesión”.


Revista Jure: “No adquiría el compromiso de hablar en público si no disponía de por lo menos un mes para pensar acerca de lo que diría. Una vez fijados los puntos de la disertación, acostumbraba pasar horas enteras en la terraza de su casa de la calle de Montenegro, rodeado de un jardín esmeradamente cuidado en el que hay un fresno, flores, plantas y una fuente de Mérida, para construir minuciosa y escrupulosamente la arquitectura del tema, casi pensando las palabras y dándoles el quilataje requerido y así memorizar el discurso sin anotar una sola línea hasta el día siguiente del evento, en que escribía con puntos y comas exactamente lo que había pronunciado en la ocasión”.


Referencias
  1. “Gilberto Moreno Castañeda. 1910-1990”, Jure, Guadalajara, Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, núm. 3, septiembre-diciembre de 1990, p. 61. ↩︎