Murià i Rouret, José María
Nació en México, Distrito Federal, el 17 de agosto de 1942. Fueron sus padres los catalanes Anna Rouret y Josep M. Murià i Romaní, de quien escribió: “Cuya perseverante y dignísima lucha en aras de la libertad de su patria se me ofrece como uno de los mejores ejemplos de humanidad”.1
En su ciudad natal cursó la primaria en el Colegio Williams, luego ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria número 5 para cursar su instrucción media, la cual terminó en la Escuela Preparatoria de Jalisco al establecerse con su familia en Guadalajara.
Los estudios de licenciatura los hizo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara, donde obtuvo el grado de maestro en Historia en 1966 con la tesis “Enrique Díaz de León y la Universidad de Guadalajara”, la cual posteriormente fue publicada.
A la par de sus estudios profesionales, desde 1963 impartió la clase de Historia de México y de Jalisco en la Escuela Preparatoria de Jalisco y en el Instituto Cultural Alfonso Reyes, y a partir de su titulación como maestro, inició su magisterio a nivel de licenciatura.
En 1967 se trasladó a la Ciudad de México para inscribirse en el doctorado en Historia en El Colegio de México. Por entonces se vivía intensamente el movimiento estudiantil de 1968; evocando aquellos días y la forma en que influyeron en sus decisiones posteriores, escribió:
Para quienes habíamos ido a la Ciudad de México siguiendo la añeja tradición de buscar en ella nuevos y mejores horizontes, el semestre de cruenta represión del año 68, que culminó espectacularmente el dos de octubre, en Tlatelolco, y que a su vez nos puso en la primera página de todos los periódicos, fue como un enorme balde de agua helada para nuestras ilusiones de vivir en la capital […] Fue realmente difícil continuar con el trabajo cuando ya pasó todo y con la cabeza gacha volvimos a los libros […]2
También asistió a diversos cursos y seminarios de su especialidad, entre los que destacaron los organizados por el doctor Miguel León-Portilla, en la unam.
En 1969 obtuvo el grado de doctor en Historia de El Colegio de México, con la tesis “Sociedad prehispánica y pensamiento europeo” –la cual fue publicada en 1973–, en un examen
dolorosamente memorable, pues al concluir el mismo falleció allí el maestro [José] Gaos, mereció la más alta calificación. En ello estuvieron de acuerdo los tres sinodales, don Wigberto Jiménez Moreno, quien esto escribe [León Portilla] y el doctor Gaos que, después de haber firmado una de las actas de examen, fue víctima repentina y violenta de antiguo y grave padecimiento cardiaco.3
A pesar de la insistencia del maestro Antonio Pompa y Pompa, que incluso le consiguió trabajo para que permaneciera en la Ciudad de México, en septiembre de 1969 retornó a Guadalajara, un tanto desorientado sobre su futura ocupación.
Para su fortuna la doctora María del Carmen Velázquez le había regalado un libro titulado Pueblo en vilo, autoría de Luis González y González, cuya lectura fue para él determinante, porque “fue para mí el abrevadero donde encontré el cimiento de lo que deseaba ser”.4
Se integró al cuerpo docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara, y fue delineándose como investigador de la historia regional. Además participó como representante universitario en un gran número de conferencias, reuniones y congresos de su especialidad en Guanajuato, Monterrey, Oaxtepec, Colima, Jalapa, San Luis Potosí, en la Universidad de San Juan Puerto Rico, Santa Mónica de California y la Universidad Autónoma de Barcelona, entre otras.
Su magisterio lo ejerció, además de las instituciones ya mencionadas, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en 1969, en la Universidad de San Juan Puerto Rico de 1970 a 1971, en la Escuela Normal Superior de Jalisco de 1973 a 1981, en el Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora de 1983 a 1989 y también integró la Junta Directiva de dicho Instituto; y en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social en 1987.
De 1973 a 1981 fue investigador de tiempo completo en el Centro Regional de Occidente, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, donde preparó y publicó los siguientes títulos: El Federalismo en Jalisco (1823) (1973), Historia de las divisiones territoriales de Jalisco, los cuatro tomos de Lecturas históricas de Jalisco –de antes y después de la independencia–, y la Brevísima historia de Guadalajara.
Se unió a la reorganización de las salas dedicadas a la historia de Jalisco del Museo Regional del Estado de Jalisco, el cual en 1976 tras su remodelación se reinauguró.
De 1978 a 1982 en convenio del gobierno del estado de Jalisco con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, dirigió la investigación y la publicación de la Historia de Jalisco en cuatro tomos, lo cual fue todo un acontecimiento y un gran éxito editorial.
En 1978, en colaboración con Alma Dorantes y Jaime Olveda, publicó el Inventario e índice de las misceláneas de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco en tres tomos, que contienen 9,577 fichas descriptivas.
De 1981 a 1988 fue director general del Archivo, Biblioteca y Publicaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, donde reanudó las publicaciones con la serie titulada Archivo Histórico Diplomático Mexicano. Y en 1984 fue nombrado secretario técnico de la Comisión Nacional Conmemorativa del v Centenario del Encuentro de Dos Mundos.
En 1986 coordinó la investigación y la edición de las obras Jalisco una historia compartida en dos tomos y Jalisco en la conciencia nacional, coeditados por el gobierno del estado de Jalisco y el Instituto de Investigaciones Doctor José María Luis Mora.
Para 1989 ya estaba nuevamente en Guadalajara, y en la Universidad de Guadalajara se le estableció un programa para preparar las celebraciones del 450 aniversario de la fundación de Guadalajara y del bicentenario de la fundación de la Universidad de Guadalajara, entre otras efemérides.
En 1989 asumió la Dirección General del Programa de Estudios Jaliscienses, copatrocinado por el gobierno del estado de Jalisco, la Universidad de Guadalajara y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El 11 de septiembre de 1991 fue nombrado presidente de El Colegio de Jalisco, al cual dada su situación financiera precaria le correspondió incorporarle el Programa de Estudios Jaliscienses, dotarlo de una nueva sede en la cabecera municipal de Zapopan, gestionar la donación e instalación de la biblioteca de Miguel Mathes con 45,000 ejemplares, la publicación de la revista trimestral Estudios Jaliscienses y de más de doscientos treinta títulos especializados, el establecimiento de la maestría en Estudios Sobre la Región y más tarde un doctorado. Además de la impartición en un gran número de diplomados especializados en historia y en geografía regionales, la celebración de convenios con la Generalitat de Cataluña para fundar el Programa de Estudios de los Catalanes en México y sobre todo las permanentes gestiones para obtener los recursos necesarios para la institución.
En 1997 concluyó su periodo al frente de El Colegio de Jalisco, pero como él mismo escribió: “Adelanté las elecciones y tomé por sorpresa a los que no me quieren ahí, de manera que por unanimidad, aunque a regañadientes de alguno, fui elegido a mediados de 1997 para el periodo que va de 1998 a 2004”.5
El 31 de agosto de 1996 participó en la celebración del tricentenario de la fundación del Seminario Conciliar de Guadalajara, en el acto académico en el cual colaboraron conjuntamente el Seminario y El Colegio de Jalisco; en 1992 intervino en la celebración del bicentenario del fallecimiento de Fray Antonio Alcalde con la ponencia “Nueva Galicia en el siglo xviii. Crisis social”; y en julio de 2001 fue elegido presidente interino de Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco.
A finales de 2003 dejó la presidencia de El Colegio de Jalisco para integrar la planilla de regidores por el Partido Revolucionario Institucional al municipio de Zapopan, Jalisco, cargo del cual tomó posesión el 1° de enero de 2004, y fue presidente de la Comisión Municipal de Cultura.
A los títulos de sus libros ya mencionados, hay que agregar: Sociedad mexicana y México prehispánico (1973); Bartolomé de las Casas ante la historiografía mexicana (1974); Zapotlán el Grande del siglo xvi al xix (1977); Historiografía colonial. Motivación de sus autores (1981); Conquista y colonización de México (1982); Brevísima Historia de Guadalajara –en inglés– (1983); Luis Pérez Verdía (1984); Lázaro Cárdenas y la inmigración española (1985); La independencia de la Nueva Galicia (1986); El tequila. Boceto histórico de una industria (1990); Breve historia de Jalisco (1988); El territorio de Jalisco (1991); Ser y presencia de Jalisco (1996); El Colegio de Jalisco (2001); El Palacio de Gobierno (2002); Tequila (2004); Sucesos históricos de Guadalajara (2004); Orígenes de la charrería y su nombre (2010); Mexicanos contra franquistas (2013); entre otros. Y en colaboración con Manuel Gutiérrez de Velasco preparó la edición de las Charlas sobre historia 1977-1979, de Alberto Ladrón de Guevara.
Sus artículos periodísticos se publican en El Informador y Mural de Guadalajara; Uno más Uno y Reforma de la Ciudad de México; El Norte de Monterrey, Nuevo León; Vallarta opina de Puerto Vallarta; en la revista Siempre!, entre otros; también realizó el programa Páginas de Murià en la televisión comercial.
Es miembro de la Academia Nacional de la Historia, a la cual ingresó en 1993; de la Asociación de Historiadores de Latinoamérica y del Caribe, de la Sociedad Mexicana de Antropología, de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y de la Red Nacional de historiadores de universidades estatales.
Los reconocimientos que ha recibido son: el galardón del Comité Mexicano de Ciencias Históricas, por el mejor artículo de tema histórico publicado en 1977; el nombramiento de investigador nacional en atención a su obra total, en 1987; el 23 de agosto de 2003 se unieron las Universidades de Guadalajara y la Autónoma de Baja California para homenajearlo con la publicación del libro Porfía y autenticidad; el reconocimiento del Club de Periodistas de México, A. C., en 2004; el nombramiento de maestro emérito de El Colegio de Jalisco, el 15 de noviembre de 2007; el Premio Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña, el 21 de abril de 2009; el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma de Baja California, el 12 de abril de 2011; y el Premio Jalisco en el área de humanidades de 2013.
Juicios y testimonios
Miguel León-Portilla: “Profesional de la historia, activo siempre, transmisor generoso de su saber, varón de arraigada conciencia mexicanista y de los vínculos que nos unen con los pueblos de América Latina y la Península Ibérica, José María Murià i Rouret es, a la par, amigo de sus amigos y persona en la que es posible confiar”.
Fernando del Paso: “La erudición, como se sabe, no basta para escribir historia. Se necesita también la pasión, que en este caso se da en el amor acendrado que José María Murià tiene por el estado de Jalisco, por sus bellezas y carencias, por su riqueza cultural, sus aspiraciones y temores, su historia y su presente”.
Elías Pino Iturrieta: “Como se sabe, José María Murià es un tapatío de origen catalán. Tal vez de allí le venga el aliento cosmopolita que hace que sus estudios sean rancheros, pero también universales”.
Público, “En privado”: “Murià es un tipo con la misma cantidad de simpatías y antipatías. Es bastante iracundo. Los alumnos lo recuerdan por su rudeza. Sus amigos, por su amistad y plática”.
Referencias
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José María Murià, Breve historia de Jalisco, Guadalajara, sep, Universidad de Guadalajara, 1988, p. 7. ↩︎
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José María Murià, “Pueblo en vilo y la historia provincial”, Pueblo en vilo, la fuerza de la costumbre. Homenaje a Luis González y González, México, El Colegio de Jalisco, El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, 1994, p. 49. ↩︎
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Murià, Breve historia de Jalisco…, p. 16. ↩︎
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Murià, “Pueblo en vilo la historia provincial”, p. 51. ↩︎
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José María Murià, El Colegio de Jalisco. Semblanza, Zapopan, El Colegio de Jalisco, 2001, p. 79. ↩︎