Biografías por órden alfabético

Nieto del Portillo, José María


Nació en el Mineral de Sierra de Pinos, de la Intendencia de Zacatecas, en octubre de 1791. Fueron sus padres los señores José Ángel Nieto y Juana del Portillo.

Se trasladó a Guadalajara para matricularse en el Colegio de San Juan Bautista, donde en 1810 concluyó sus estudios de Filosofía. Luego ingresó al Seminario Conciliar para cursar Teología.

El 8 de noviembre de 1806 ya había obtenido el grado menor de bachiller en Artes en la Real Universidad de Guadalajara, el cual le fue otorgado por el doctor Agustín Iriarte.

El 24 de agosto de 1815 recibió la ordenación sacerdotal de manos del obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas. En el Seminario Conciliar impartió varias cátedras: en 1818 la de Sagrada Escritura, en 1820 la de Lógica, en 1821 dirigió el Curso de Artes y durante 1820 y de 1823 a 1826 fue
vicerrector.

Fungió como secretario de Cámara y Gobierno del Obispado de Guadalajara, administró varios curatos en el norte de Jalisco y se le designó gobernador de la Mitra.

El 25 de junio de 1832 ingresó al Cabildo Eclesiástico como medio racionero, el 16 de abril de 1837 se le nombró canónigo de gracia, ascendió a las dignidades de maestrescuelas el 18 de enero de 1849 y a chantre el 24 de mayo del citado año de 1849.

El 23 de enero del mismo 1849 recibió a título de suficiencia el grado de licenciado en Teología en la Universidad Nacional de Guadalajara. Sin duda promovió su grado al rango doctoral para ejercer el oficio de cancelario universitario, que era concurrente con la canonjía de maestrescuelas.

El 10 de noviembre de 1851 fue electo rector de la Universidad Nacional de Guadalajara, cargo que ejerció hasta el 15 de septiembre de 1855, fecha en que fue suprimida por el gobernador del Departamento de Jalisco, Santos Degollado. El licenciado Nieto debió concluir su periodo rectoral al restaurarse la Universidad en 1859, pero no se presentó a las sesiones del Claustro de Doctores.

Fue un decidido adversario del liberalismo, el 24 de marzo de 1858 integró la Junta de Notables, y en abril el gobernador del Departamento de Jalisco lo nombró consejero de Gobierno.

Al triunfo de los ejércitos liberales se le desterró del estado de Jalisco. Tras la invasión francesa integró la Asamblea de Notables el 29 de junio de 1863, en la Ciudad de México.

Al regresar a Guadalajara, el 17 de enero de 1865, ascendió a deán del Cabildo Catedralicio. Fue condecorado con la orden de Guadalupe, por el emperador Maximiliano I.

Durante el dominio imperial promovió que el Templo de la Universidad perdiera su distribución de recinto legislativo para retornar al estilo eclesiástico, a esto atribuye Juan Bautista Iguíniz, que al restaurarse la república “volviese a ser perseguido y se viese obligado a refugiarse en México”.1

En la Ciudad de México continuó su residencia, hasta su fallecimiento, el 12 de abril de 1871. Fue sepultado en el Cementerio del Tepeyac de la Villa de Guadalupe.


Referencias
  1. Iguíniz, Catálogo biobibliográfico…, p. 219. ↩︎