Biografías por órden alfabético

Ramírez Ladewig, Carlos


Nació en Guadalajara, Jalisco, el 20 de septiembre de 1929. Fueron sus padres la señora Ana Ladewig de Ramírez y el revolucionario de filiación obregonista, gobernador del estado de Jalisco y del Territorio de Quintana Roo, Margarito Ramírez Miranda.

Estudió la primaria en la Escuela Práctica anexa a la Normal. Los estudios equivalentes a la secundaria y al bachillerato los cursó en Nueva York, en la Academia Militar de Peekskill, de 1942 a 1947, y en el Sampson College de Geneve de 1947 a 1948, y fue presidente del Club Panamericano.

En 1948 regresó a su ciudad natal e ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara. El 9 de junio de 1949 el Consejo General Universitario aprobó la revalidación de sus estudios realizados en la Academia Militar de Peekskill, de Nueva York.

En 1948 fue electo secretario general del comité directivo del feso de la Facultad de Derecho; de 1951 a 1953 fue presidente de la feg, representante ante el Consejo General Universitario y miembro de la Confederación de Jóvenes Mexicanos.

En su calidad de presidente de la feg promovió la abrogación de la Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara de 1947, auspiciada por el gobernador del estado de Jalisco Jesús González Gallo. En dicha Ley se facultaba al gobernador para nombrar a todos los profesores universitarios, y luego de una ardua negociación en la cual se discutió artículo por artículo, se llegó a la Ley Orgánica de 1952, cuyas características fundamentales fueron:

Primero –expresó el biografiado– la incorporación de la parte radical, revolucionaria, de la Constitución a la Ley Orgánica de la Universidad y, segundo, el establecimiento de una organización política de tipo democrático, transfiriéndole el poder a los consejos, donde estaría representado el estudiantado y los maestros.1

De 1951 a 1953 fue dirigente regional del pri en Jalisco.

Se graduó de abogado en 1953 y fue miembro de la generación Licenciado Fernando Nafarrete Mexía, a la cual pertenecieron Guillermo Cosío Vidaurri y Laura Rosales Arreola –entre otros–. Una de sus grandes preocupaciones intelectuales desde su época de estudiante fueron los temas jurídicos y la reforma judicial y penitenciaria, sobre los cuales escribió algunos artículos, reseñas y comentarios.

De 1955 a 1958 fue diputado federal a la xliii Legislatura, había sido electo por el vii distrito electoral de Jalisco con cabecera en Yahualica, e integró las Comisiones Revisora de Credenciales, de Administración y de Asuntos Ejidales.
Fue delegado general y subdelegado del pri en los estados de San Luis Potosí, Nuevo León, Baja California y Sinaloa, de 1958 a 1964.
Fue nuevamente diputado federal a la xlvi Legislatura, por el v distrito electoral de Jalisco con cabecera en Colotlán de 1964 a 1967.

El 2 de septiembre de 1964 fue nombrado miembro de la Comisión de Asuntos Indígenas, otras de las comisiones que integró fueron la de Reglamentos y la de Previsión Social.

El 29 de septiembre de 1964 expresó que él no firmó ningún documento de reconocimiento al presidente de la república Gustavo Díaz Ordaz, con motivo de la recuperación del territorio de El Chamizal, y que como miembro de la Comisión de Reglamentos se requería su firma.2

El 30 de diciembre de 1965 se discutió la Ley de Asociaciones Agrícolas, con un fuerte debate en torno de la propuesta a que los agricultores con veinticinco hectáreas de riego o más no podían formar parte de la directiva de administración. Los diputados del pan argumentaron que se violaba el artículo 27 constitucional, a lo que Ramírez Ladewig respondió:

[...] Se trata de proteger a los ejidatarios, a los pequeños propietarios, a los colonos, a los comuneros, en contra de estos grandes propietarios [...] yo le pido a la Asamblea que dé su voto aprobatorio a esta Ley, que es muy necesario para la defensa de los campesinos de México, de los agricultores de México, de aquellos que constituyen la mayoría aplastante de nuestra República Mexicana, y que precisamente, dé su voto aprobatorio con la confianza de que estas asociaciones, con millones de campesinos en ellas, no vendrían a ser utilizadas por minorías privilegiadas.3

Entre 1967 y 1970 desempeñó diversas comisiones de trabajo que le encomendó el gobernador del estado de Jalisco licenciado Francisco Medina Ascencio.

Sobre su posición ideológica, su hijo Carlos Ramírez Powell expresó:

Era social-demócrata. Junto con Carlos Madrazo y otros fue un típico producto de la época y de la educación. Él vivió intensamente la educación socialista de Cárdenas, aunque no en el tiempo exacto en que la implantó éste, porque mi padre tenía en 1934 alrededor de cinco años; pero él bebió de aquellas raíces [...] Él fue hombre del sistema. Militó en el Partido Revolucionario Institucional. En nuestras discusiones generalmente estaba presente el asunto de que desde 1924 se conformó un Estado como producto de la Revolución Mexicana. Y la pregunta obligada era y es si ese Estado estaba bien representado por el gobierno priista [...] A la hora de su muerte, todavía creía que era posible lograr las reivindicaciones sociales de la Revolución Mexicana a través del Revolucionario Institucional, pero puedo decir que ya tenía fuertes dudas. No me lo dijo abiertamente, pero lo llegué a entender. 4

Ramírez Ladewig fue el líder indiscutido del grupo conocido como uni-feg, y hacia 1967 –afirma el citado Ramírez Powell entregó la responsabilidad de conducir la Federación de Estudiantes de Guadalajara, y pasó a residir permanentemente a la Ciudad de México y se dedicó a atender su bufete jurídico. Pero miembros de la feg le insistieron para que regresara a retomar su antiguo liderazgo político en la Universidad, como en efecto sucedió a finales del citado 1967.

El 18 de marzo de 1971 fue nombrado delegado regional del imss. Durante su gestión se construyeron las clínicas de Arandas, Ahualulco de Mercado, Atotonilco el Alto, La Garita, Bellavista, Estipac y La Sauceda; se amplió la clínica de Ocotlán, inició la construcción del Centro Médico de Occidente, se mejoraron el Hospital General y el Hospital de Ginecobstetricia, se realizaron las clínicas 18 de Marzo y La Paz, tres guarderías y una tienda de autoservicio, se preocupó por la superación del personal médico y administrativo, para lo cual organizó cursos especiales, inició el Programa de Solidaridad Social en coordinación con la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) y se duplicó el número de derechohabientes, afiliándose entre ellos a los trabajadores de la Universidad de Guadalajara.

Fue padrino de la generación de abogados 1968-1973 de la Universidad de Guadalajara, en cuyo acto de entrega de cartas de pasantes pronunció un discurso que versó en torno de las críticas más frecuentes que se hacen a la profesión de la abogacía; señaló que el abogado era un apoyo indispensable para el orden social establecido, e invitó a los nuevos profesionistas a luchar políticamente para hacer realidad una sociedad justa.

En octubre de 1973 participó en la Primera Jornada de Ideología Universitaria; durante su intervención conceptuó su posición ideológica universitaria:

Sentimos, creemos, que con cada generación se afirma la orientación revolucionaria, popular y socialista de la Universidad de Guadalajara. Esta palabra, socialista, en nuestras aulas se analiza, no todos le damos la misma interpretación, pero el puro hecho que se repita constantemente, que se enarbole como bandera, es ocasión para estarlo analizando, para estar polemizando, para estar dialogando en torno a los principios que significa el socialismo, y esto ya es una gran ventaja. 5

Sus principales obras escritas fueron sus artículos de temática jurídica aún inéditos, su intervención en la Primera Jornada de Ideología Universitaria editada en 1977 y en 1985, su discurso a la generación de abogados que lleva su nombre en 1977 y el artículo que publicó la revista Proceso con el título “Indignidad de los diputados”, también de 1977.

El 12 de septiembre de 1975 murió asesinado en Guadalajara; recibió el homenaje de la comunidad universitaria en el Paraninfo Enrique Díaz de León y se decretaron tres días de duelo; fue inhumado en el Cementerio de Mezquitán.

El 7 de septiembre de 1979 el Consejo General de la Universidad de Guadalajara le otorgó el doctorado honoris causa postmortem, luego de retirarle dicha distinción al expresidente Luis Echeverría, a quien el grupo político universitario consideró como el autor intelectual del crimen.

Varios auditorios y bibliotecas universitarias y una preparatoria llevan su nombre.

Juicios y testimonios

Emmanuel Carballo: “No fue un buen estudiante de acuerdo con los cánones establecidos. Desde el primer año se propuso ser un político, un político poderoso […] Contaba con las cualidades necesarias para ser líder (personalidad, eclecticismo, aptitud para el olvido) y de hecho, entre nosotros, lo consiguió con holgura”.


José Trinidad Padilla López: “Revolucionario de origen, de la estirpe de don Margarito Ramírez, concebía la revolución mexicana como un proceso aún sin concluir; como un proceso abierto a horizontes históricos cuya definición última correspondería consolidar las fuerzas más avanzadas y progresistas de la Nación”.


Raúl Padilla López: “Lo traté cercanamente por esa amistad que había entre mi padre y él. Lo que más me viene a la mente son sus tesis respecto a la política. Su identificación con las concepciones políticas de la social democracia. Admiraba a los dirigentes de la talla de Willy Brandt, Mitterrand, Olof Palme y por otro lado admiraba a Salvador Allende. Identificaba todo este pensamiento con ciertas expresiones y concepciones políticas de los sectores progresistas de la revolución mexicana, ligadas al cardenismo”.


Carlos Ramírez Powell: “Lo recuerdo tal y como se ve en las fotos; era de facciones duras, muy serio, pero en contraste muy abierto a la discusión. Nosotros, él y yo, siempre estábamos discutiendo. Y discutíamos de todo [...] de política, de la situación del país, de religión incluso... mi padre era un agnóstico. Respetaba la libertad de unos y otros de creer o no creer. Yo le decía que no podía funcionar la vida detrás de la vida y él me contestaba que precisamente la vida del hombre era una aventura porque sólo viviendo uno se daría cuenta qué había detrás de la muerte [...] Teníamos diferencias marcadas y siempre él se mostraba respetuoso...”.


Referencias
  1. Primera Jornada de Ideología Universitaria. Memoria de los trabajos presentados en las mesas de estudio los días 9, 10 y 11 de octubre de 1973, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1977, p. 113. ↩︎

  2. Diario de debates de la Cámara de Diputados. Periodo ordinario y extraordinario de la Comisión Permanente de la xlvi Legislatura. Tomos i, ii y iii↩︎

  3. Ibid., loc. cit. ↩︎

  4. Hermenegildo Olguín Reza, Las horas del diluvio. A la sombra del árbol y lejos. Habla Carlos Ramírez Powell, “Ramírez Ladewig antes de morir empezó a dudar del pri, Guadalajara, Ed. del autor, 1995, p. 13. ↩︎

  5. Primera Jornada de Ideología Universitaria…, p. 123. ↩︎