Rivera Sahagún, Rubén Darío
Nació en Villa Corona, Jalisco, el 20 de junio de 1934. Fueron sus padres los señores Julia Sahagún Flores y Darío Rivera Ramírez.
En la Escuela Foránea de su pueblo natal cursó su instrucción primaria, luego se trasladó a la Ciudad de México, donde estudió un año de secundaria en la Escuela Pre-Vocacional número 3, del Instituto Politécnico Nacional, y finalmente concluyó su secundaria en Guadalajara en la Escuela Secundaria número 1 para Varones.
En 1951 ingresó a la Escuela Preparatoria de Jalisco, ahí estudió el bachillerato en dos años como entonces se estilaba.
Durante sus estudios fue miembro y presidente de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) de la Parroquia de San Antonio; practicó el fútbol, fue manager de la liga universitaria de béisbol y concejal de su grupo de la preparatoria.
De 1953 a 1959 cursó sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, y se tituló de abogado en la generación Gilberto Moreno Castañeda con la tesis “El problema agrario en México”.
En tanto estudiaba su licenciatura se inició en la práctica del Derecho, laborando en los departamentos jurídicos de la Embotelladora de Occidente y de las tiendas departamentales Hemuda.
El maestro Adalberto Ortega Solís recuerda que ya como abogado ganó su primer litigio, lo cual comunicó a su señor padre, y entonces le expresó que seguiría su vocación sacerdotal.1
Su formación eclesiástica la inició en el Convento de San Francisco en Zapopan, pero en 1962 se cambió al Seminario Conciliar de San José, donde recibió su formación en Humanidades –Latín, Griego y Religión– en el Instituto de Vocaciones Adultas, para continuar en el Seminario Mayor en las Facultades de Filosofía y Teología.
En el Seminario Diocesano se responsabilizó de la compra de una imprenta importada de Alemania para la adecuada publicación de la revista Apóstol, de la cual llegó a ser director; también fue coordinador de la catequesis e iniciador del Club Serra en Guadalajara para la promoción vocacional.
El 11 de abril de 1971 el arzobispo de Guadalajara José Salazar López le confirió la ordenación sacerdotal en la Catedral tapatía.
Por muy breve tiempo ejerció su ministerio sacerdotal en la Parroquia de San Francisco de Asís de Zacoalco de Torres, Jalisco. Luego lo continuó en la Parroquia de Atemajac del Valle, ya en Guadalajara, y por once años ejerció como vicario parroquial de Nuestra Señora de la Luz, ubicada muy cerca del actual Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, y que por aquel entonces se organizaba en las tradicionales facultades de ingenierías y la Escuela Politécnica, pero también se habían inaugurado en 1972 los Centros Vocacionales de Humanidades, Administración e Industrial, para los estudiantes citadinos de bachillerato.
Y así inició su carrera magisterial en la Universidad de Guadalajara, la cual alternaba con su ministerio sacerdotal, como recuerda: “Me la pasaba entre las clases y las misas”.2
En 1974 ingresó como catedrático de la Universidad de Guadalajara, impartió los cursos de Dinámica de Grupos, Relaciones Humanas, Conocimiento del Adolescente e Historia de las Ideas Políticas en el Centro Vocacional de Actividades Humanísticas y Pedagógicas; por un año impartió Historia Universal en la Escuela Preparatoria número 2, y continuó sus clases en el Centro Vocacional hasta que se suprimió con la reforma al bachillerato en 1992.
En la Facultad de Derecho impartió hasta su jubilación en 2005 la cátedra de Derecho Romano; fundó como materia opcional la cátedra de Derecho Canónico, y escribió los libros de texto Notas de Derecho Romano tomos i
y ii, y Aforismo latinos.
Aun jubilado estaba dispuesto a impartir sus cátedras universitarias: “Por su inmenso amor a la Universidad… Yo no me voy de ella, si acaso me echan”.3
En 2004, al cumplir 30 años de magisterio, recibió el título de maestro emérito de la Universidad de Guadalajara. Así describió su magisterio universitario:
Desde luego que trabajar en la Universidad es gratificante, con sueldo y sin sueldo. Saber que puedo servir y orientar a los jóvenes con una visión cristiana, que sean agentes de cambio y luchen, me parece gratificante.
La Universidad siempre me ha dado libertad de cátedra. Eso es notable. Nunca ha habido ninguna censura, ni ningún tipo de línea. Jamás he sentido eso. Y claro, junto a otros criterios, frente a puntos discutibles, yo tengo que estar en los míos, por supuesto, pero nunca he sido violentado. He trabajado con mucho respeto y cordialidad.4
Desde 1985 el cardenal José Salazar le encomendó la Pastoral Universitaria, la cual
no se limita a la organización de retiros, sino hay que servirlos [a los universitarios] en algunas otras cuestiones; crear profesionistas que sirvan a las comunidades más necesitadas. Hemos llegado a impulsar, por ejemplo, campañas de higiene dental, o planear, con futuros ingenieros, la asesoría para que las personas hicieran viviendas más dignas.5
El 28 de febrero de 1984 fue nombrado capellán de Nuestra Señora del Sagrario de Guadalajara, luego fue su primer párroco a partir del 10 de noviembre de 1986. Posteriormente se le designó capellán del Santuario de San José de Gracia y director de las Congregaciones Marianas, además fue fundador y asistente eclesiástico del Movimiento CRIJUNUPA, el cual se expandió por varios estados de la república. Finalmente, el 10 de mayo de 2016 se le adscribió a la Parroquia de San Juan Bautista de Mexicaltzingo.
Con grandes esfuerzos y con la colaboración de los feligreses y de sus antiguos compañeros profesionistas, construyó la casa de pastoral de Nuestra Señora del Sagrario, para la atención de adolescentes, jóvenes, matrimonios y divorciados, y ya como capellán del Santuario de San José de Gracia adquirió y remodeló una finca para que sirviera de casa social de la comunidad.
Otras de las responsabilidades que ejerció fueron: integrante del Consejo de Familia del Estado de Jalisco y miembro del Consejo de Economía de la Arquidiócesis de Guadalajara.
Además de sus textos jurídicos antes enumerados, escribió las obras de teatro El mundo en que vivimos, Entre el cielo y la tierra, El sufrimiento de Job y De frente a la vida, y los ejercicios espirituales “A tu casa llega Dios”.
El 13 de abril de 2006 se dio a conocer que el papa Benedicto XVI le concedió el título de monseñor, cuya investidura le dio el cardenal arzobispo de Guadalajara Juan Sandoval, el 24 de mayo del citado 2006 en la Catedral Metropolitana. Este acontecimiento dio lugar a que se le rindiera un homenaje en solemne acto académico en su antigua Facultad de Derecho.
Referencias
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Plática informal con el licenciado Adalberto Ortega Solís, director de la División de Estudios Jurídicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, de la Universidad de Guadalajara, 3 de junio de 2004. ↩︎
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Juan Real, entrevista al padre Rubén Darío Rivera Sahagún, 28 de junio de 2007. ↩︎
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Idem. ↩︎
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Juan Carrillo Armenta, Maestros eméritos. Rubén Darío Rivera Sahagún en Gaceta Universitaria, 29 de mayo de 2006, p. 16. ↩︎
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Jesús Carlos Chavira, Un sacerdote para los universitarios en Semanario de la Arquidiócesis de Guadalajara, 26 de marzo de 2006, p. 18. ↩︎