Biografías por órden alfabético

Rizo Urzúa, José Miguel


Nació en la ciudad de Colima, Colima, el 10 de mayo de 1921. Fueron sus padres los señores Aurora Urzúa Ramírez y Cornelio Rizo Santos.

En 1923 se instaló con su familia Guadalajara, donde cursó su primaria en el Instituto Franco-Inglés, la secundaria en el Instituto de Ciencias de los jesuitas, el bachillerato en la Escuela Preparatoria de Jalisco, sección nocturna, y de 1937 a 1940 estudió medicina homeopática en el Instituto Homeopático de Jalisco.

En 1942 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara. Durante sus años de estudiante trabajó en el laboratorio del doctor Salvador Urzúa y se tituló en 1948 de médico, cirujano y partero, como miembro de la generación Padre Juan Bernal, la cual se caracterizó por su gran unidad.

De 1944 a 1948 fue preparador de la cátedra de Química Fisiológica de la Facultad de Medicina, y a partir de 1948 ocupó la titularidad de dicha cátedra También impartió Fisiología, tanto en la Facultad de Medicina como en la Facultad de Ciencias Químicas y Biológicas, y en la Escuela de Enfermería fue profesor de Microbiología.

De 1951 a 1954 estudió su especialidad en Patología y Hematología, tras haber ganado la beca Squibb, en el John Hopkins Hospital de Baltimore, y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, bajo la conducción del doctor Louis K. Diamond.

En 1955 fundó la cátedra de Hematología Clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, y el Servicio de Hematología en el Hospital Civil, también fundó el laboratorio del Hospital Santa María Chapalita.

Fue socio fundador de la Sociedad de Patología Clínica y Laboratorio de Guadalajara, que posteriormente se transformaría en el Colegio de Médicos Patólogos Clínicos de Jalisco, A. C., del cual fue el primer presidente; además del femascopac, también integró el Centro Cultural Jacobo Gálvez, y fue socio distinguido del Centro de Estudios de Bioética A. C., donde presentó sus trabajos sobre eugenesia y eutanasia, reproducción asistida y otros temas afines.

Otras de su actividades profesionales fueron: médico consultor en hematología, en la División de Pediatría del Hospital Guadalajara del Ferrocarril del Pacífico, y atendió gratuitamente el Hospital Infantil de la Luz. Al respecto Ramón Sanz Muñoz escribió:

Él llevaba su propio equipo para efectuar los estudios de médula ósea en los niños leucémicos. Recuerdo que en uno de los primeros enfermos de este tipo que atendíamos en el hospital, un lactante mayor con una leucemia linfocítica aguda, después de realizados todos los estudios el doctor Rizo nos dejó un pronóstico nada favorable. El niño se puso en tratamiento con cortico esteroides que entonces era el arma principal para el tratamiento. La criatura tuvo una remisión sorprendente y en nuestro anhelo de regocijo le pedíamos al doctor Rizo que modificara su pronóstico fatal. Sus conocimientos y experiencia moderaron nuestra demanda, señalándonos que el seguimiento de estos enfermos era lo único que podíamos y deberíamos de hacer. Posteriormente nos fue mostrando el resultado de los estudios de seguimiento, con los estudios de médula ósea, indicándonos que la recaída se esperaba y así sucedió desafortunadamente.1

De 1967 a 1968 fue presidente del Club Rotario de Guadalajara, de 1972 a 1973 fue gobernador del Distrito Rotario número 417, además contribuyó en 1991 a la fundación de la Asociación de Médicos Egresados del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, para promover la amistad, la gratitud y la lealtad entre los galenos jaliscienses.

En 1986 escribió y publicó el artículo “El Hospital Civil de Guadalajara”, el cual se integró en el libro Hospital Civil de Guadalajara: historia y mística; y con motivo del bicentenario del fallecimiento del fundador del Hospital Civil en agosto de 1992, impartió la conferencia “La misión de fray Antonio Alcalde, xxii obispo de Guadalajara”.

El 29 de mayo de 1995 falleció en Guadalajara y fue inhumado en el Parque Funeral Colonias en Zapopan, Jalisco.

El Colegio de Médicos Patólogos de Jalisco, A. C. le rindió homenaje póstumo.

Juicios y testimonios

Horacio Padilla Muñoz et al.: “El doctor Miguel Rizo Urzúa, siguiendo el ejemplo se sus grandes maestros, especialmente de su admirado fray Antonio Alcalde, sólo tuvo en mente el servicio generoso, ajeno totalmente a todo propósito de lucro o forma ególatra de lucimiento. Lo motivó siempre, simple y llanamente, el sentimiento amistosos de solidaridad con el que sufre, el amor al prójimo, que demostró en el Hospital Civil de Guadalajara […]”.


Ramón Sanz Muñoz: “Supo ser bueno: buen hijo, esposo y padre amoroso, profesional distinguido y un buen católico que siempre puso por encima de todo, su fe y valores morales. Refractario al elogio, siempre en la búsqueda de las verdaderas riquezas, las del amor, la amistad, el conocimiento y la sabiduría y la de plena entrega a los que sufren del cuerpo y del alma”.


Referencias
  1. Ramón Sanz Muñoz, “Personalidades ejemplares. Doctor José Miguel Rizo Urzúa”, El Informador, Guadalajara, 13 de agosto de 1995, Suplemento Cultural, p. 15. ↩︎