Biografías por órden alfabético

Uribe Mondragón, Rebeca


Nació en Guadalajara, Jalisco, el 8 de mayo de 1912. Fueron sus padres los señores Eloísa Mondragón Valencia y Raúl Uribe. Siendo muy pequeña, su padre abandonó la familia, entonces la señora Eloísa sacó adelante a su hija laborando incluso como trabajadora doméstica.

Cursó la primaria en la Escuela Modelo, para luego ingresar a la Facultad de Comercio de la Universidad de Guadalajara, que entonces ofrecía carreras cortas para quienes tenían la urgente necesidad de iniciar a trabajar –como era su caso–, y egresó en mayo de 1928 como taquígrafa.

Su primer empleo formal fue en la farmacia del alemán Beick Félix quien, al perder su propiedad con el inicio de la segunda guerra mundial en 1939, la despidió.

Ejerció de profesora a partir del 6 de mayo de 1929 e impartió Taquigrafía en el Centro Nocturno número 6. El 20 de septiembre del mismo año fue nombrada profesora especial en el mismo centro educativo el 7 de marzo de 1930 se le nombró para atender la clase de Mecanografía en el Centro Nocturno número 6 y concluyó sus labores docentes el 26 de marzo de 1931.

Desde muy pequeña inició su producción literaria, sus primeros poemas los publicó en la revista Aurora. A partir de 1933 empezó a colaborar en los periódicos El Informador, Nueva Galicia y Las Noticias, publicaciones de su ciudad natal, y en Plus Ultra de Ciudad Guzmán.

De 1933 a 1936 colaboró en Arte, Voz nueva, Cúspide y en Vía de Guadalajara, y en 1936 incursionó en la Ciudad de México en la Revista de Revistas.

En 1933 publicó su primer libro de poemas el cual tituló Esfinge, cuya edición se agotó, y de alguna forma empezaba a ganarse la vida con su producción literaria.

Para 1937 ella y su señora madre habían dejado Guadalajara para instalarse en la Ciudad de México, donde publicó los siguientes libros: Versos (1937); Llovizna (1940); la primera edición de Poema en 5 tiempos (1941); Poema a modo de una suite (1942); Emoción furtiva1 y la segunda edición del Poema en 5 tiempos (1945).

Sobre la calidad de su producción poética, Wolfgang Vogt escribe:

[…] Logra superar el modernismo,2 del cual sólo quedan algunas huellas en sus versos. Sus poemas amorosos impresionan por la perfección formal y expresan los sentimientos auténticos de la mujer enamorada; en algunos versos descubrimos cierto toque erótico; podemos afirmar que la poetisa que se establece en México donde toma contacto con nuevas corrientes literarias […] expresa de una manera mucho más espontánea y natural sus sentimientos amorosos que los autores modernistas. Es una representante mexicana de los nuevos sentimientos que surgen antes en la poesía femenina de América del Sur.3

A la par de su producción literaria, a partir del 16 de febrero de 1940 ingresó como taquígrafa del archivo de la Cámara Federal de Diputados. Luego fue contratada como secretaria particular de la actriz María Félix, cargo que ejerció durante más de cinco años.

Así se relacionó con en el trajín capitalino del ambiente artístico-bohemio de la década de los años cuarenta, que sin duda iba más acorde con su sensibilidad artística que con los rutinarios trabajos burocráticos.

Empezaba a incursionar como actriz, junto con Elena Mondragón y en las obras del dramaturgo Luis G. Basurto.

En febrero de 1942 con motivo del iv centenario de la fundación de su ciudad natal se le rindió un solemne homenaje en el Teatro Cine Colón de Guadalajara, durante el cual fue presentada por Luis G. Basurto, y contó con la asistencia del poeta Enrique González Martínez, entre otras personalidades.

Dos meses antes de su fallecimiento publicó su libro Poesía, el cual incluyó algunos poemas ya publicados y sus nuevas producciones. La edición llevaba en su portada un retrato de la autora elaborado a lápiz,
nada menos que por el gran muralista José Clemente Orozco.

En el último poema de este libro incluyó la emotiva visión de su ciudad natal, titulado “Canto a Guadalajara”, y en el cual describía los barrios tapatíos:

Devota y pintoresca, repartes el color

de tu paisaje en barrios: las calles del Santuario
por la Guadalupana en festonan su albor
y enciende sus faroles al toque del rosario.
[…]

Sobre San Juan de Dios, convulsa de estupor,
involucras tus fiestas, ásperas de tequila,
y en infantil pendencia tu proverbial valor
desgarrado el embozo, sus navajas afila.4

El 14 de agosto de 1949 falleció en forma trágica en la Ciudad de México. Sus restos mortales reposan en el Panteón Español y su epitafio resume su vida: “Rebeca Uribe, 14 de agosto de 1949, talentosa poetisa, ejemplar amiga, amorosa hija, descansa en paz”.5

En 1986 se le dio su nombre a una calle de su ciudad natal; en 1997 se le dedicó la xxix Feria Municipal del Libro y de la Cultura, y se editó como homenaje el libro Máscara sin fortuna. Rebeca Uribe, con el estudio y compilación de Silvia Quezada.

Juicios y testimonios

María Luisa Hidalgo: “Fue una mujer con una vida muy triste, muy desgraciada […] En 1942 Rebeca me escribió una carta desde México, solicitándome material mío para un trabajo de compilación que ella quería hacer sobre las mujeres que hacemos poesía en Jalisco. Nos vimos algunas veces, en recitales… creo que hasta conservo un pañuelo con un verso de ella, como era la moda en aquellos años. El escándalo de su muerte fue muy grande, era una buena poetisa”.


Wolfgang Vogt: “Su obra no es muy amplia y por eso no ocupa un lugar importante en la historia de la literatura mexicana, pero hay que reconocerle a esta autora, tal vez más conocida como secretaria de María Félix que como literata, que supera las formas caducas y vacías de la poesía de Chayo Uriarte y utiliza un nuevo estilo para expresar en sus versos una sensibilidad femenina más moderna y profunda”.


Referencias
  1. Texto que su biógrafa Silvia Quezada no pudo localizar. ↩︎

  2. Modernismo: “Corriente literaria que se distingue, en líneas generales, por la búsqueda de una belleza absoluta como medio de huir de la realidad cotidiana. Hace culto a la belleza formal, alude a la música y a los colores, y se acerca a lo irreal y exótico”. “Glosario estilístico”, Silvia Quezada (estudio y compilación), Máscara sin fortuna. Rebeca Uribe, Guadalajara, Ayuntamiento de Guadalajara 1995-1997, 1997, apéndice, p. 126. ↩︎

  3. Wolfgang Vogt y Celia del Palacio, Jalisco desde la revolución. Literatura y prensa 1910-1940, Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco, Universidad de Guadalajara, tomo viii, 1987, p. 239. ↩︎

  4. Quezada, Máscara sin fortuna…, pp. 123-124. ↩︎

  5. Ibid., p. 15. ↩︎