Urquidi Bingham, Víctor Luis
Nació el 3 de mayo de 1919, en Neuilly, Departamento del Sena, Francia, cuando su padre Juan Francisco Urquidi era el tercer secretario de la embajada de México en Francia, y su madre fue la señora María Bingham de Urquidi.
Vivió sus primeros años de estudiante asistiendo a escuelas y colegios de primaria, secundaria y preparatoria en los diversos países en los que su padre se desempeñó como miembro del Servicio Exterior Mexicano.
Ingresó a la Escuela de Economía y Ciencia Política de la Universidad de Londres en 1937, donde en julio de 1940 obtuvo su título de bachelor of Commerce. Posteriormente realizó estudios y trabajos de perfeccionamiento en El Colegio de México, y en la Oficina de Presupuesto de Estados Unidos.
Algunos de los cargos profesionales que desempeñó fueron: de 1940 a 1944, economista del Departamento de Estudios Económicos del Banco de México, en 1944 ascendió a subjefe del mismo Departamento y fungió como tal hasta 1947; en ese mismo año fue comisionado por el secretario de Hacienda y Crédito Público para estudiar el mercado de la plata en Europa, el cercano y lejano Oriente asiático; de 1947 a 1949 fue economista del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento en Washington; de 1949 a 1950 fue comisionado especial de la Dirección de Estudios Hacendarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; de 1950 a 1951 fue asesor de la Subdirección del Banco de México; en 1951 se le nombró miembro de la Comisión Mixta del Gobierno de México y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, para el estudio de la capacidad de absorción del capital exterior; de 1951 a 1952 fue jefe de Estudios de la Oficina en México de la Comisión Económica para América Latina (cepal) de las Naciones Unidas, la cual dirigió en forma interina de 1952 a 1953; de 1953 a 1958 fue director de la misma oficina, encargada de dirigir el Programa de Integración Económica Centroamericana; y desde 1958 se desempeñó como economista consultor de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Fue miembro de la delegación mexicana que asistió a la célebre Conferencia Monetaria y Financiera de Bretton Woods en 1944; en 1945 fungió como secretario de la comisión en la Conferencia de Chapultepec, convocada por el gobierno de Estados Unidos a través de la Unión Panamericana, que luego se convirtió en la Organización de Estados Americanos (oea); en 1958 en Ginebra y en 1959 en México, asistió a la conferencia del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas; en 1958 en Nueva York, a la xiii Asamblea General de las Naciones Unidas; y en 1959 en Panamá a la Comisión Económica para América Latina.
Otra de las conferencias internacionales en las cuales participó fueron: de la cepal en México en 1951, en Petrópolis en 1953, en Bogotá en 1955 y en la Paz en 1957; la Reunión de Ministros de Hacienda por el Consejo Interamericano Económico y Social, en Petrópolis en 1953; la Primera Reunión de Cancilleres de la oea en Antigua, Guatemala, en 1955; y las reuniones del Comité de Cooperación Económica del Istmo Centroamericano y sus organismos subsidiarios, de 1952 a 1958.
En la Escuela de Economía de la unam fue: de 1941 a 1942 profesor de Comercio Internacional, en 1942 impartió Teoría Económica, de 1945 a 1946 nuevamente profesor de Comercio Internacional, y en 1959 fue nombrado asesor técnico.
Su labor en El Colegio de México fue: de 1943 a 1944 profesor de Economía del Centro de Estudios Sociales; de 1965 a 1966 fue director del Centro de Estudios Económicos y Demográficos; de 1966 a 1985 presidente, y desde 1985 fue profesor e investigador; finalmente en 1989 obtuvo la categoría de profesor investigador emérito.
Fue asesor técnico en la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León desde 1959. En la Universidad de Guadalajara contribuyó a la modernización del programa de estudios de la Facultad de Economía, y a la formación de los profesores en las áreas de economía, demografía y desarrollo urbano, a la vez que apoyó la formación del Centro de Investigaciones Sociales y Económicas.
En el fce de 1943 a 1947 y de 1953 a 1957 fue codirector de la revista El Trimestre Económico, de 1940 a 1956 se desempeñó como traductor y colaborador técnico, y de 1949 a 1952 la dirigió.
El 1° de agosto de 1960 ingresó como miembro titular de El Colegio Nacional, como discurso presentó su trabajo “La responsabilidad de la economía y del economista”, el cual fue contestado por Daniel Cosío Villegas.
Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel iii, de la Academia Mexicana de Investigación Científica del Consejo Consultivo de Ciencias, de la Sección Mexicana del Club de Roma, del Consejo Consultivo del Agua, de la Fundación Javier Barros Sierra, del Consejo del Instituto Internacional del Planificación de la Educación de la unesco, el cual presidió de 1992 a 1994; del Consejo Académico del Sistema de las Naciones Unidas, de la Asociación Internacional de Economía, la cual presidió de 1980 a 1983; y miembro honorario de la Escuela de Economía y Ciencia Política de la Universidad de Londres.
A partir de 1941 publicó más de quinientos artículos, ensayos y libros, sobre teoría y pensamiento económico, economía mexicana, desarrollo de América Latina, integración económica latinoamericana, población y recursos humanos, ciencia y tecnología, educación y relaciones económicas internacionales, medio ambiente y desarrollo sustentable y globalización.
Algunos de los títulos de sus libros son: Ensayo sobre el comercio exterior de México (1941); Los proyectos monetarios de la posguerra (1943); Elasticidad y rigidez de Bretton Woods (1944); Tres lustros de experiencia monetaria en México (1946); Revolución industrial en México (1950); Obstáculos al desarrollo económico (1951); El papel de la política fiscal y monetaria en el desarrollo económico (1952); El desarrollo económico de México y su capacidad para absorber capital del exterior (1953); El impuesto sobre la renta en el desarrollo económico de México (1956); La situación económica internacional y sus perspectivas (1958); El economista ante los problemas del desarrollo económico (1959); La distribución de los ingresos y el desarrollo económico (1960); Trayectoria del mercado común latinoamericano (1960); Viabilidad económica de América Latina (1962); entre otros.
Entre sus últimos trabajos están los títulos: “El desarrollo sustentable y el tercer sector: algunas sugerencias” (1998); “Incidentes de integración en Centroamérica y Panamá, 1952-1958” (1998); “Economía ambiental: una aproximación” (1998); “Desarrollo sustentable. ¿Quimera o proceso alcanzable?” (1998); “Dimensiones del desarrollo sustentable: el caso México” (1999); “Población, globalización económica y social” (1999); “Condiciones del desarrollo sustentable” (1999); “Instrumentos económicos para la política ambiental: estructura industrial y comportamiento empresarial en los países en vías de desarrollo, con referencia a México” (1999); “Nuevas reflexiones sobre población y ecología” (1999); “El gran desafío del siglo xx: el desarrollo sustentable. Alcances y riesgos para México” (1999); “Globalización, medio ambiente y desarrollo sustentable” (1999); “Las políticas económicas de ajuste en México” (2000); “La globalización de la economía: oportunidades e inconvenientes” (2000); “El desarrollo urbano en México y el medio ambiente” (2000); “El desarrollo sustentable: un concepto multidisciplinario en un mundo complejo y cambiante” (2000); “El agua como factor económico en la política ambiental” (2000); “El desarrollo sustentable. Avances, retrocesos y esperanzas” (2001); “Educación y globalización: algunas reflexiones” (2001); “La política ambiental y la cohesión social” (2001); “El problema de los derechos industriales en México” (2002); “Las políticas de desarrollo en la región latinoamericana 2000-2002” (2002); “Limitantes y progresos en el comportamiento ambiental de las empresas” (2002); “Johannesburgo: muchos árboles, poco bosque” (2002); “Los desafíos del desarrollo sustentable en la región latinoamericana” (2002); y “Perspectivas de las cumbres de Río y Johannesburgo. ¿Se harán realidad las estrategias de desarrollo sustentable y equitativo?”.
Fueron múltiples sus conferencias y ponencias, algunos de los temas que abordó fueron: “Economía ambiental: un enfoque a varios niveles”, 1998; “Dimensiones del desarrollo sustentable y el caso de México”, 1998; “Perspectivas del desarrollo sustentable en México y sus principales regiones”, 1999; “mercosur, nafta and European Union relationships”, 2001; “La necesidad urgente de mejorar la estadística ambiental en México”, 2001; “Visión del ambiente, la población y la maquila en la frontera norte: ¿hacia el desarrollo sustentable?”, 2002; “El desarrollo sustentable: de la Cumbre de Río de Janeiro a la Cumbre de Johannesburgo, y más allá”, 2002; “La educación superior y el desarrollo sustentable en México”.
Como intelectual supo asesorar a los gobernantes en los temas de su especialización, e incluso en otros tópicos, así cuando fue presidente de El Colegio de México sugirió al presidente de la república Luis Echeverría sobre
la conveniencia de visitar al papa Paulo VI y convencerlo de que apoyara la Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados. Pero sobre todo para darle un giro a las relaciones del Estado mexicano con la Iglesia Católica, acabando con mucho de la simulación existente, que no tenía que ver con la permanencia de un verdadero Estado laico y un claro régimen de separación.1
Como en efecto sucedió, en febrero de 1974 el presidente de México se entrevistó con el pontífice romano en el Vaticano.
Los reconocimientos que recibió fueron: las Palmas Académicas en grado de comendador de Francia, 1975; el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Ciencias Sociales, México, 1977; el Premio Interamericano de Cooperación de la Organización Universitaria Interamericana, Québec; la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio, España, 1979; la Legión de Honor en grado de comendador, Francia, 1980; la Orden al Mayor Mérito, Argentina, 1984; el Premio Interamericano de Economía Raúl Prebish del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Madrid, 1990; el Premio Kalman Silvert de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, Estados Unidos, 1991; la Orden of the British Empire, Honorary Commander, Reino Unido, 1993; el Premio Canadá de las Américas de la Fundación Canadiense para las Américas, Ottawa; el doctorado honoris causa en Economía, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, 1995; la Orden del Tesoro Sagrado, Estrella de Oro y Plata, del Imperio de Japón, 1997; y la Presea Río Blanco en grado de gran oficial, de Brasil, 1998.
El 30 de octubre de 2003 el Consejo General de la Universidad de Guadalajara le confirió el grado de doctor honoris causa, lamentablemente falleció en la Ciudad de México el 23 de agosto de 2004. Por lo que se le entregó el doctorado post mortem en septiembre de 2005. Para esta ocasión había escrito una carta en la cual expresaba:
Me es en especial grato expresar a la Universidad de Guadalajara mi profundo agradecimiento por el honor que hoy recibo de esta augusta Casa de Estudio. Mis vínculos con la Universidad son de hace algunos decenios, y he podido mantenerlos gracias al espíritu que priva en esta institución, aunque no tan frecuentes como hubiera querido. Mi reconocimiento actual a la Universidad de Guadalajara será perenne.2
La biblioteca del Colegio de Tlaxcala, Asociación Civil, lleva su nombre.
Juicios y testimonios
Roberto Blancarte: “La disciplina de trabajo y la enorme curiosidad intelectual de Víctor Urquidi lo convertían entonces en una pieza rara del sistema académico. Acostumbrados a la sobre especialización y al trabajo en compartimentos de cada subdisciplina, pocos intelectuales como él podían hablar sobre economía, demografía, desarrollo urbano, religión, política, medio ambiente, recursos naturales, energía alternativa, educación, seguridad y muchos otros temas, con holgada suficiencia. No eran desplantes intelectuales; eran genuinos deseos de saber y de expandir el conocimiento, fomentando la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad”.
Daniel Cosío Villegas: “Don Víctor L. Urquidi es uno de ellos, y, para mí, sus cualidades son sobresalientes, o dicho negativamente, nada comunes. En primer lugar, es un hombre auténticamente inteligente y no tan sólo un ‘vivillo’, profesionista éste que desde hace unos diez o doce años da un tono desafortunado a la conducta del ‘técnico’ y a la calidad de su trabajo […] El señor Urquidi, a la inversa [de los vivillos], en circunstancias colectivas e individuales adversas, se ha abierto paso por razón de su inteligencia, de su rectitud, de un interés casi maníaco en su profesión. Son estas virtudes morales y profesionales las que lo han traído hasta aquí, a este Colegio Nacional”.
José Trinidad Padilla López: “Fue uno de los grandes iniciadores de la investigación en economía, demografía y desarrollo sustentable. Sentó las bases para el arranque y la evolución de estas disciplinas no sólo a partir de sus trabajos de investigación, en la academia o en sus publicaciones, sino lo más importante: desde la administración pública”.