Vallín Esparza, Pedro
Nació en Teocaltiche, Jalisco, el 13 de mayo de 1913. Fueron sus padres los señores Cruz Vallín Martínez y María Isabel Esparza Alarcón.
De 1923 a 1929 cursó la primaria en la escuela de gobierno de su pueblo natal.
En 1930 se trasladó a Guadalajara e ingresó a la Escuela Preparatoria de Jalisco para cursar sus estudios de secundaria y de bachillerato. De 1932 a 1934 militó en los grupos estudiantiles que pugnaban por la aplicación de la reforma universitaria de ideología socialista, que impulsaba el rector Enrique Díaz de León.
Ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara en 1935. El 7 de noviembre de 1940 presentó su examen de tesis que versó sobre los “Problemas de la delincuencia juvenil”, y el 7 de enero de 1941 presentó su examen profesional y recibió su título de abogado.
Al lado de Natalio Vázquez Pallares y de otros universitarios, el 14 de enero de 1935 participó en la fundación del feso, en el cual militó permanentemente. El 20 de noviembre de 1937 publicó en la revista Puño el artículo “La importancia de la reforma”.
Impartió las clases de Redacción y Gramática en las academias municipales organizadas durante la gestión del presidente municipal de Guadalajara, doctor Luis Ramírez Díaz
El 17 de abril de 1935 se integró al cuerpo magisterial de la Universidad de Guadalajara dando las clases de Etimologías en la Secundaria para Varones y la de Psicología en la Preparatoria de Jalisco. De 1935 a 1945 impartió Lengua Nacional en la Escuela Secundaria número 1 para Señoritas, entonces dependencia universitaria, y en la Escuela Normal de Jalisco impartió Ética y Civismo.
De 1957 a 1984 fue catedrático de Introducción a la Filosofía, de Historia de la Filosofía Medieval y de Filosofía Grecolatina, y de 1960 a 1963 impartió Introducción al Estudio del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara. En la Escuela Preparatoria de Jalisco fue nombrado profesor de tiempo completo y atendió las clases de Sociología, Ética, Lógica, Metodología, Problemas Socioeconómicos y Políticos de México, Filosofía I y Filosofía II.
Sobre su estilo magisterial Héctor Sahagún González escribió:
Explicaba el tema en una o varias clases, enseguida dedicaba una para interrogatorio de uno o varios alumnos. Cuando explicaba, fijaba su mirada en los alumnos más próximos o en alguno, produciendo la impresión que se la dedicaba. Cuando interrogaba era benigno en las preguntas, casi permitiéndole al interrogado que contestase con respuestas breves [...] Los exámenes los dictaba, siempre por temas muy amplios; preguntaba por tal o cual pensador, o cuando el pensador era muy importante, preguntaba sólo un aspecto del mismo. Para otorgar calificaciones tomaba en cuenta los exámenes, los resultados de los interrogatorios, las asistencias y la participación en clase. No escamoteaba calificaciones, otorgando dieces a los alumnos que se distinguían en todos los aspectos anteriormente señalados. Pocos eran los que reprobaban con él.1
De 1935 a 1986 fue miembro del Consejo General Universitario e integró las Comisiones de Responsabilidades y Reglamentos, de Educación y de Pensiones y de Jubilaciones y Becas.
De 1960 a 1965 fue director fundador de la Escuela Preparatoria número 2, y del 1º de mayo de 1971 a 1986 fungió como director de la Escuela Preparatoria de Jalisco.
Fue presidente de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Preparatoria de Jalisco, y de la Sociedad de Profesores de la Facultad de Filosofía y Letras, de la que había sido profesor fundador en 1957 y miembro fundador de la Federación de Profesores Universitarios en la cual integró la Comisión de Honor y Justicia.
Con la representación de la Universidad de Guadalajara acudió a varias reuniones y congresos de la anuies.
De 1941 a 1943 fue secretario de actas y acuerdos de la Primera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco; de 1943 a 1944 fue procurador general de Justicia del Estado de Jalisco; del 1º de febrero de 1945 al 31 de enero de 1947 fue diputado por el iv Distrito Electoral a la xxxvii Legislatura del Congreso del Estado de Jalisco e integró las Comisiones de Responsabilidades, de Presupuesto y de Estilo; fue presidente de la Cámara en febrero y octubre de 1945; de 1950 a 1984 fue representante de la Hacienda Pública Federal en Jalisco; de 1970 a 1977 fue jefe del Departamento Jurídico del Banco Nacional de Crédito Ejidal de Occidente; y de 1971 a 1981 fungió como jefe del departamento de quejas del Banco Nacional de Crédito Rural de Occidente.
Algunos de los títulos de sus múltiples discursos y escritos publicados fueron: “Despedida al amigo, al maestro y al rector” [José Parres Arias], intervención en el vi Consejo General Ordinario de la Federación de Profesores Universitarios, y “Raíces del Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente”. En el libro homenaje Pedro Vallín Esparza. Universitario se encuentran: “La importancia de la reforma”, “Problemas de la delincuencia juvenil”, “En el quinto aniversario de la muerte de Carlos Ramírez Ladewig”, “Homenaje a Natalio Vázquez Pallares”, “Maestro emérito de la Universidad de Guadalajara”, “En el lix aniversario de la fundación de la Universidad de Guadalajara”, “Jubileo magisterial”, “En el xlviii aniversario de la muerte de Enrique Díaz de León”, “Homenaje al Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente”, “La libertad de expresión”, “La Universidad de Guadalajara. Universidad de Estado”, “Problemas académicos en las preparatorias y estos en relación con los centros vocacionales”, “Salvador Allende” y “La ideología de la Universidad de Guadalajara”. En forma póstuma se publicó “Discurso pronunciado en la Escuela Preparatoria de Jalisco con motivo del cincuenta aniversario de la Universidad de Guadalajara”.
En el periodismo de Guadalajara publicó sus artículos en las revistas Surco, Lucha, Fuego, órgano del feso, y en los periódicos El Informador y El Occidental.
El 12 de octubre de 1983 recibió el nombramiento de maestro emérito de la Universidad de Guadalajara, que le había conferido el Consejo General Universitario, el 22 de octubre de 1984 fue nombrado maestro honorario de la Escuela Preparatoria número 5, y el 13 de mayo de 1985 con motivo de su cincuentenario magisterial recibió el homenaje de la comunidad universitaria.
La figura menuda del maestro Vallín se hizo clásica impartiendo sus clases en las aulas de la Preparatoria de Jalisco, y cuando un estudiante hacía alguna de sus gracias, bastaba con que dijera “yo fui” para que el maestro lo perdonara y enseguida elogiara su valor civil. Era común verlo al frente del contingente de su Preparatoria en las marchas universitarias e impasible escuchaba las bromas estudiantiles, también se le veía transitar por las calles del centro de Guadalajara, deteniéndose a leer las consignas políticas en las bardas e introduciéndose en alguna librería para hojear las novedades bibliográficas y llegar finalmente al café Treve o al Madoka, donde tenía la tertulia con sus amigos.
Aquí la expresión “murió en la raya” fue textual, a menos de una semana de iniciar un ciclo más de su vida magisterial, el 28 de agosto de 1986 falleció en Guadalajara. Al día siguiente recibió el homenaje póstumo de la comunidad universitaria en la Preparatoria de Jalisco y en el Paraninfo Enrique Díaz de León, y fue inhumado en el Parque Funeral Colonias.
Juicios y testimonios
Enrique Javier Alfaro Anguiano: “El maestro Vallín ha podido ser testigo y protagonista al mismo tiempo de los esfuerzos que nuestra Casa de Estudio ha tenido que realizar durante este tiempo para poder renovarse y actualizarse constantemente, sin traicionar los principios que le dieron origen”.
José Manuel Correa Ceceña: “El maestro emérito Pedro Vallín Esparza encontró en el magisterio la síntesis de su vida. Enseñó, enseñó y volvió a enseñar. Enseñaba en la cátedra, en la acción, en su vigorosa oratoria, en su conversación, con su propio ejemplo. Desde esa perspectiva es indudable que el licenciado Vallín tendrá muchos deudores espirituales”.
Héctor Sahagún González: “Fue un creyente en la amistad y convencido de que tenía que ser cultivada imponiendo deberes y obligaciones. Le desagradaba la anécdota, y él mismo la platicaba, de que Aristóteles como amigo y discípulo de Platón, afirmase en alguno de sus libros, como disculpándose de un desacuerdo de sus ideas con las de su maestro que: ‘prefería la amistad de la verdad, que la amistad de los hombres’. Para el maestro Vallín constituía una posición ruin y desagradecida de parte de Aristóteles frente a Platón. En estas condiciones recomendaba aliarse con los amigos más que con la verdad para no traicionar la amistad. Era una persona que sabía perdonar a sus amigos”.
Referencias
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Héctor Sahagún González, “Pedro Vallín Esparza, maestro”, Pedro Vallín Esparza, universitario, Guadalajara, Unidad Editorial del Gobierno del Estado de Jalisco, 1987, p. 16. ↩︎